martes, 20 de octubre de 2015

El ocultismo: ¿Utopía o realidad?

Francisco Aular
Lectura devocional: Levítico 19:26-37     
No te contamines al recurrir a los médiums o a los que consultan con los espíritus de los muertos. Yo soy el Señor tu Dios. Levítico 19:31 (NTV)

“Pastor  ¿existe la comunicación con los muertos?, ¿existe la hechicería, la brujería, la adivinación y el satanismo?, o ¿todo es mentira?” Con estas preguntas me abordó la nueva creyente a la salida de mi conferencia sobre halloween y sus peligros. A estas interesantes preguntas respondí y respondo siempre de una manera sencilla: La Biblia nunca prohíbe hacer algo, si tal cosa no existiera como maldad o pecado. La Biblia reconoce la existencia de fenómenos supranormales. Es más, debido al extremo cuidado que se le pide al pueblo de Dios tenga con estas prácticas, y las advertencias que le hacen los escritores tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo, ha sido labor del ateísmo y otros enemigos de la Palabra de Dios, intentar minimizar o ridiculizar el alto contenido de sus enseñanzas, principios, normas y valores eternos.
Por otra parte, los pueblos que existían cuando se comienza a formar Israel como nación, ya andaban versados en muchos actos mágico-religiosos, y por ello, ofrecían un altísimo grado de contaminación espiritual al pueblo de Dios, o como la Biblia lo señala, el peligro de “prostituirse” con estas prácticas. No es un asunto liviano dejar a Dios por ir tras el ocultismo y otras creencias o supersticiones: “Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo… Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos” (Levíticos 20:6,27 RV60).
Abundan las citas de la Biblia en contra de las prácticas ocultistas, en esta breve meditación no podemos señalarlas todas, ahora bien, notamos en el Nuevo Testamento, que Dios no obliga a nadie a seguirlo como en aquellos tiempos de la teocracia de Israel; estamos en el tiempo de la gracia, sin embargo, Dios no ha abolido la prohibición: “Y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios, tras de los cuales han fornicado; tendrán esto por estatuto perpetuo por sus edades” (Levítico 17:7 RV60). Por tanto, las consecuencias, los daños espirituales, psíquicos y físicos de quienes practican tales cosas también son perpetuos, son reales, no son utópicos.
Oración:
Padre eterno:
Te alabo en esta hora porque aun el futuro que no conozco, no me asusta enfrentarlo porque está seguro en tus manos, y tú me conoces hasta antes de la creación del mundo. Ayúdame a advertir a otros de los peligros de confiar en ídolos y demonios. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Conocer la realidad de un mundo espiritual de maldad y tinieblas, confirma la realidad de la existencia del reino de la luz. Es nuestra decisión ubicarnos en donde queremos vivir para siempre.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

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