Francisco
Aular
Lectura
devocional: Deuteronomio 18:9-14
No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su
hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni hechicería, o sea
agorero, o hechicero, o encantador, o médium, o espiritista, ni quien consulte
a los muertos. Porque cualquiera que hace estas cosas es abominable al SEÑOR; y
por causa de estas abominaciones el SEÑOR tu Dios expulsará a esas naciones de
delante de ti. Deuteronomio 18:10-12 (La
Biblia de las Américas)
Me permito presentarme a todos aquellos que por primera vez abren
estos devocionales. Nací en un hogar en donde la práctica ocultista, era parte
de nuestra escasa vida religiosa. Todos sabemos en Venezuela mi país, que en el Estado Yaracuy, el lugar de mi
nacimiento, es la cuna de un culto internacional a una deidad satánica llamada
María Lionza. Luego mis padres de crianza en la gran ciudad de Caracas eran
ocultistas practicantes; allí las sesiones espiritistas y seguir las
recomendaciones y consejos del brujo, eran ley. Por la gracia de Dios, el Señor
me sacó de las tinieblas y nací de nuevo al convertirme al Evangelio. Luego de
esto, Dios me llamó a servirle, fui al Seminario Teológico Bautista de
Venezuela, y mi tesis de grado se titula: Algunas
características del ocultismo en Venezuela. La tesis es una respuesta
bíblica al ocultismo. Lamentablemente hoy mi país ha caído en manos de los
santeros y otrás prácticas satánicas; se sigue esa religión ocultista desde las
altas esferas del sistema gubernamental, y las calles de la patria es el escenarios principal en donde
se puede palpar esa triste realidad, se puede ver que muchos de mis
compatriotas han caído en la atracción fatal de las prácticas ocultistas.
Muchos de ellos andan en búsqueda del poder, la fama, la riqueza y lo
milagroso. Algunos piensan que tales prácticas en alguna manera, no ofenden a
Dios y han caído en el sincretismo de añadirlo a sus ritos católicos romanos.
No obstante y sin excepción, todas las prácticas ocultistas
provienen del padre de la maldad: Satanás. Él es un especialista en atraer
fatalmente a sus seguidores porque como dijo JESÚS, él es un ladrón: “El ladrón
sólo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y
para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10 RV60). ¿Cómo explicamos que los
pueblos, aun los más antiguos, en la práctica del ocultismo incluían hasta los
sacrificios humanos? ¿Cómo explicar que ahora mismo en todos los países, aun
los llamados desarrollados, la atracción por el satanismo es altísima y están
ofreciendo sacrificios de animales e inclusive de seres humanos, especialmente
de niños? Por otra parte, la negación frente a estos actos diabólicos se
acrecienta porque precisamente, como dijo un santo de la antigüedad, “la
estrategia número uno del diablo es hacer ver que él no existe” Así que aquí
caben otras preguntas: ¿Existe algo más allá de lo que se ve, del mundo
material? Muchísimas personas obstinadamente, afirman que no. Sin embargo, son
millones los que intentan ponerse en contacto con ese mundo invisible de
maldad. ¿Cómo no ser parte de creencias ocultistas que definitivamente dejarán
consecuencias en nuestras almas y en la de nuestros descendientes? ¿Cómo saber
si esas prácticas son para nuestro bien o nuestra desdicha?
La Biblia, desde Génesis hasta su último libro el Apocalipsis,
refleja que el engaño que Satanás les hace a nuestros primeros padres, es en
esencia la misma promesa que se hace en las prácticas ocultistas: “Hacernos
como Dios, sabiendo el bien y el mal”, y cómo el maligno atrae fatalmente para
que el ser humano lo prefiera a él antes que a Dios, hasta llevarlo a la
destrucción final en el lago de fuego hecho para él. Por esta razón, Dios que
es puro y sin mancha, y que por naturaleza es bueno, ordena – para así
protegernos-, que nos alejemos de toda práctica ocultista en cualquiera de sus
manifestaciones, desde celebraciones como el atractivo “día de brujas o halloween”, pasando por el horóscopo, y
hasta ser miembros de sectas ocultistas o satánicas. En la Biblia no existe la
magia blanca o magia buena, más aún, el demonio utiliza los símbolos religiosos
de las iglesias cristianas tradicionales, y aún, más allá, hasta los salmos y
otros pasajes bíblicos para decirlos en sus ceremonias, haciendo creer a sus
seguidores que son buenos. Recuerda lo que dijo el Apóstol: “Y no es maravilla,
porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz (2 Corintios 11:14 RV60).
¡No abras las puertas a los demonios! Porque te robarán tu paz, te cegarán el
entendimiento, te mantendrán
muerto para Dios y vivo para ellos, te atarán con sus cadenas, y al final matarán tu alma y te
destruirán para siempre. Todavía JESÚS te dice: “Yo he venido para que tengan
vida y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10 b). JESÚS vino para
destruir las obras del diablo y su atracción fatal.
Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
Te alabo en esta hora por sacarme de ese mundo de las tinieblas en que
mis antepasados anduvieron y yo también. Gracias por trasladarme a tu reino de
luz, fe, amor y esperanza. Mi pasado, mi presente y mi futuro están en tus
manos y allí estoy seguro. Ayúdame que en esta hora de oscuridad yo pueda
brillar para ti. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
En esta
hora, en que las mismas puertas de los infiernos se abren para atraernos, Dios
tiene una sola respuesta: JESÚS, Él es nuestra única esperanza, ven a Él.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la
cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por
aprender?
¿Existe una bendición
para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a
obedecer?
¿Existe un pecado a
evitar?
¿Existe un nuevo
pensamiento para llevarlo conmigo?
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