Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Jeremías 29:10-14
Cuando
Dios es todo lo que tienes
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el
Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una
esperanza. Jeremías 29:11 (NVI)
Allí, delante de mí, estaba
aquel hombre de negocios, andaría cerca de los cincuenta años; él y su familia
habían sido muy fieles en nuestra congregación, sin embargo, poco a poco sus
negocios se habían desplomado, y él también. Sentado frente a mí, metió la cara
entre sus manos y me dijo: “Pastor, a mi familia y a mí, ¡Dios es todo lo que
nos queda!” Emotivo como soy, lo levanté de la silla y abrazándolo, le dije:
“¡Si Dios es todo lo nos queda, triunfaremos!”. Ambos dimos gracias al Señor
por tenerlo, porque teniéndolo a Él, lo tenemos todo. En pocos meses el amado
hermano y su familia, salieron adelante.
En el versículo de hoy,
también al pueblo de Judá, Dios era lo único que les quedaba. Entonces, el
profeta les dice que los planes de Dios, sus pensamientos era bien y no para
mal. Así es, cuando Dios es todo lo que tienes, descubrirás que sus
pensamientos son positivos, y que te llevarán al éxito. Esa es la misma idea de
dos de las grandes verdades que he oído recientemente, por diferentes
predicadores: Dios es quine dice ser y Dios puede hacer lo que Él dice que puede
hacer.
En efecto, esto lo comprendemos mejor al leer la Palabra de
Dios, y ver los problemas, el sufrimiento y el dolor de los hombres y mujeres
que Dios utilizó para su gloria según su plan eterno. ¿Quién puede leer el
libro de Job y no sentir compasión por este hombre de Dios? “El hombre nacido
de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores” (Job 14:1), pero, al final
vemos el triunfo de Dios, y con él, el triunfo de Job: “y quitó Jehová la
aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó el doble todas
las cosas que habían sido de Job” (Job 42:10). Sin duda, Dios tiene pensamiento
positivo hacia su pueblo, como los tuvo para con Job.
¿Por qué sufre la gente buena?
Podía ser la pregunta que José se hiciera frente a tanto sufrimientos e
injusticias. El hombre hizo todas las cosas bien, pero, inexplicablemente, en
los días de su sufrimiento nada la salía bien. Vendido por sus propios
hermanos, preso injustamente, y olvidado de todos, sin embargo, salió de la
cárcel a reinar en Egipto. Después de muchos años, al encontrarse con sus
hermanos, les dijo: “Ahora, pues, no os entristezcáis, y os pese de haberme
vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios, delante de
vosotros” (Génesis 45:5). Ciertamente, aunque a veces nos parece que Dios no
está por ninguna parte, Dios usará todo para encuadrarlo dentro del pensamiento
positivo hacia sus hijos.
Así, llegamos a los tiempos de
Jeremías, le corresponde a este hombre de Dios un tiempo difícil para vivir; el
país estaba polarizado en su política interna, corrompido en lo político y en
lo religioso y amenazado en la política exterior, pero a pesar de señalar que
el castigo de Judá vendría por su desvío de la Palabra de Dios, había esperanza
para el pueblo judío, aun en el destierro. Los desterrados debían orar por la
paz de Babilonia, el país en donde estaban. Aquel pueblo que los tenía cautivos
por setenta años, como lo decía la profecía era parte del plan eterno de Dios para
su pueblo.
De igual manera, en la hora
actual, muchos pueblos en el mundo están sometidos a incontables sufrimientos,
y nos hacemos parte de ellos debido a los medios de comunicación. No obstante,
consideremos también esta verdad, la vida humana es un desfile de conflictos y
problemas, y he descubierto que después de solucionar uno, existe otro
esperando solución. Sin embargo, el cristiano nacido de nuevo tiene esta
convicción: Dios tiene un propósito detrás de cada problema. No es porqué
sufrimos en donde encontraremos la respuesta, sino en el para qué. Por todo
esto, no dudemos, Dios tiene un pensamiento positivo para cada uno de sus
hijos, tarde o temprano y para la gloria de Dios, lo veremos.
En medio de cualquier
situación que suframos podemos venir a JESÚS y orar confiadamente. A este amado
JESÚS, nuestro amado Pastor, le podemos decir con Amado Nervo:
Pastor, te bendigo por lo que mas das.
Si nada me das, también te bendigo.
Te sigo riendo si entre rosas vas.
Si vas entre cardos y zarzas, te sigo.
¡Contigo en lo menos, contigo en lo más
y siempre contigo!
Oración:
Padre eterno, Padre justo:
¡Tú eres todo lo que tengo, gracias
por tus promesas de bien para mi vida y para los míos! No eres Dios que se complace
en mis sufrimientos, pero sí en en la fe que mantengo en medio de mis
tormentas, en la esperanza viva de que vendrán tiempos mejores. Nada ni nadie
me puede separar de tu amor porque no cambia y es eterno. ¡Gracias Señor! Ayúdame
a proclamar tu Palabra en medio de los tiempos dificiles en los cuales me ha
correspondio vivir. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Cuando Dios es todo lo que
tenemos; tenemos todo lo que necesitamos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy
por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a
la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por
aprender?
¿Existe una bendición
para disfrutar?
¿Existe un mandamiento
a obedecer?
¿Existe un pecado a
evitar?
¿Existe un nuevo
pensamiento para llevarlo conmigo?
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