jueves, 13 de marzo de 2014

¡Arriésgate a creerle al Evangelio!


Francisco Aular
Lectura devocional: Mateo 24:3-14
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Mateo 24:14 (RV60)
A las buenas noticias de la gracia de Dios a favor del pecador en JESÚS se les llama Evangelio. ¿Cuál es el contenido esencial de esas buenas noticias?: “Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación” (2 Corintios 5:19). En la religión judía, la ley dada a Moisés por el mismo Dios en el Monte Sinaí, señalaba: “Observen mis estatutos y mis preceptos, pues todo el que los practique vivirá por ellos. Yo soy el Señor” (Levíticos 18:5 NVI); pero el propósito de la ley en la revelación progresiva de Dios fue ir preparando el camino para las buenas nuevas, el Evangelio que nos dice:Así que la ley vino a ser nuestro guía encargado de conducirnos a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe. Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos sujetos al guía. Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús” (Gálatas 3: 24-26 NVI). ¡Estas son buenas noticias!, porque el ser humano, pecador por naturaleza, no le es posible cumplir las exigencias de la ley, pero al depositar toda su fe en JESÚS, y solo en JESÚS, ¡es salvo por fe y por gracia!
Hace muchos años un gran hombre de las letras inglesa, C. S Lewis, después de haber negado la veracidad del Evangelio se dispuso a investigarlo; se metió a fondo en la Biblia y terminó haciéndose uno de los más brillantes seguidores de JESÚS del siglo pasado. Escribió una serie de libros para niños, Las crónicas de Narnia; en su primera entrega nos muestra el cuadro triste de un mundo (Narnia) sin Cristo, lo ilustra  como un largo y crudo invierno de cien años… En su segundo libro, El príncipe Caspian, nos narra la historia de un tirano que usurpó el trono de la tierra encantada de Narnia, el cual le correspondía a su sobrino menor, el príncipe Caspian; pero un día este príncipe oye sobre el gran rey de Narnia (el León Aslan) que había muerto y resucitado para destruir el poder del mal. El malvado rey usurpador del trono de Narnia descarta aquella historia por considerarla un cuento de hadas, pero el maestro que había enseñado al príncipe Caspian, lo había ilustrado sobre lo que las profecías decían, y el jovencito poco a poco se da cuenta que  todo es real. ¡Así el triunfo del León Aslan –JESÚS- sobre el mal es definitivo!
Magistralmente, y para un mundo que sobrevivía a la Segunda Guerra Mundial, Lewis ilustra la gran verdad que, aunque, los escépticos suelen despreciar al Evangelio de las buenas nuevas de JESÚS, y considerarlas un mito -como Lewis mismo lo había hecho-, la verdad se impone: “Cuando les dimos a conocer la venida de nuestro Señor Jesucristo en todo su poder, no estábamos siguiendo sutiles cuentos supersticiosos sino dando testimonio de su grandeza, que vimos con nuestros propios ojos” (2 Pedro 1:16 NVI). El apóstol Pedro se arriesgó a andar con JESÚS, y por lo tanto es un testimonio de primera mano para confirmarnos la verdad. ¡Nadie muere por un cuento de hadas!, pero aquellos que vieron a JESÚS y anduvieron con Él, ¡estuvieron dispuestos a morir por su amado Señor y Salvador!
El cumplimiento de las profecías en JESÚS es un hecho verídico, y vendrá en un precioso mañana. Hoy, su Evangelio está vivo y activo de una manera global, tal y como Él lo prometió: Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Mateo 24:14 (RV60). ¡Nos queda poco tiempo para seguir proclamando este Evangelio, haz algo!
Así, la verdad del Mensaje se impondrá y veremos el triunfo de Aquel que murió y resucitó para darnos la victoria final a todos los que hemos nacido de nuevo, y confiamos plenamente en CRISTO para la salvación eterna: “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.” (1 Corintios 15:3,4 RV60) ¡Este es el Evangelio! Por eso, ¡arriésgate a creerle al Evangelio!
Oración:
Padre eterno:
¡Gracias por este Evangelio! que genera vida, produce cambios, nos hace hijos de Dios, asusta al diablo, realiza milagros, sana vidas quebrantadas, edifica el carácter, imparte alegría, transforma las circunstancias, supera la adversidad, nos saca del lodo y nos pone sobre la Roca, nos lleva de triunfo en triunfo, y de victoria en victoria; no pudiera ni vivir ni morir sin este mensaje. Señor, dame las fuerzas e impúlsame para  que nunca calle, y para que anuncie este mensaje hasta el último aliento de vida. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Ante el duro invierno de un mundo sin Dios, hagamos que la primavera del Espíritu Santo del Evangelio, llegue al corazón de cada persona de nuestra generación.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

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