Francisco Aular
El que
tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Apocalipsis 3:22 (NVI)
El Nuevo Testamento nos habla del secreto que Dios tenía
en su plan original: La creación de agencias de su Reino, llamadas “iglesias”,
fundadas por JESÚS, las cuales estarían por todo el mundo. Cuando se reseña a
las iglesias neotestamentarias, generalmente se refiere a un cuerpo local de
creyentes bautizados; personas que han nacido de nuevo por el poder del
Espíritu Santo y la Palabra de Dios y se congregan en el nombre de JESÚS para
exaltarlo, ayudarse unos a otros; caminar hacia la madurez de la vida cristiana
por medio de las ordenanzas del bautismo y la Cena del Señor; anunciar las
buenas nuevas de salvación por la confianza puesta únicamente en JESÚS quien es
la Vida Eterna; Él mismo dijo: “Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6. RV60);
en la iglesia local se ejercitan los dones espirituales de cada uno de los
miembros, y los derechos y deberes con los cuales se mantiene la unidad del
cuerpo; se forjan los discípulos y los nuevos líderes que ayudarán en la
expansión del Reino de Dios en toda la tierra; esta iglesia es un cuerpo
autónomo, el cual funciona por un procedimiento democrático bajo lo que
llamamos el señorío de JESÚS, es decir, Él es la cabeza; todos los miembros son
igualmente responsables y se comprometen a vivir para la gloria de Dios; sus
oficiales -que la Escritura designa- son los pastores y los diáconos; una
congregación local se asocia a otras congregaciones para formar una familia
denominacional, y así, lograr objetivos de mayor alcance que sola no podría
acometer. ¡Estas son las iglesias del Nuevo Testamento!
Entendemos entonces, que la iglesia local es la familia espiritual de cada creyente en
JESÚS. Su importancia es vital. Y esto lo comprendemos mejor por el Mensaje a
las Siete Iglesias que aparecen en Apocalipsis, en los capítulos dos y tres. Siete
veces les repite: El que tenga oídos, que
oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. En estos Mensajes comprendemos
estas verdades: Toda congregación tiene un propósito, toda iglesia tiene sus
problemas como organismo divino-humano, y toda iglesia tiene la presencia de
JESÚS porque Él es el SEÑOR de la
Iglesia, que en el sentido más amplio incluye a todos los redimidos de todos
los tiempos.
La Palabra de Dios afirma que la salvación es por fe y no
por obras: “No por
obras, para que nadie se jacte” (Efesios 2:9. NVI), sin embargo, el fruto de nuestra salvación es asumir
nuestra responsabilidad y compromiso como cristianos nacidos de nuevo para
servir por gratitud al SEÑOR: “Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las
pongamos en práctica” (Efesios 2:10. NVI). ¡No perdamos tiempo, vayamos a la iglesia local y
sirvamos!
Si la vida humana es una maratón de 42 kilómetros,
entonces estoy corriendo más o menos el kilómetro 37. He ahorrado oxígeno para
el final de mi carrera, así que correré con mayor energía poniendo mis ojos en
JESÚS y en la meta final ¡Ya me parece que escucho las voces de aquellos que
corrieron antes que yo! ¡Las iglesias locales a las cuales he pertenecido me
han preparado para este momento! ¡Allí están -entre el público que me aplaude-
los que han cruzado la meta primero que yo! Allí están los que integraban el
comité de bienvenida de mi iglesia local en aquel precioso día en que llegue a
sus puertas por primera vez; los que me atendieron en mi infancia espiritual;
los que me tuvieron paciencia en mi adolescencia en JESÚS; los que han
trabajado a mi lado para extender el Reino y por sobre todo, ¡me espera mi
Amado JESÚS! ¡No puedo fallarles! ¡Alabado sea mi SEÑOR Y DIOS! Porque de Él, y por Él, y para Él, son
todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Romanos 11:36 (RV60)
Oración:
Amantísimo Padre
Celestial:
Te alabo por haber
creado las iglesias en plural y la Iglesia en singular que las involucra a
todas. Contrario a lo que la gente cree, las iglesias no existen para los que
no tienen necesidad de Ti, pero has creado a las iglesias para nosotros los
pecadores, los que estamos enfermos por el pecado que nos agobia, para los
débiles, para los imperfectos y que te necesitamos como nuestro Médico para
mantenernos sanos y salvos. ¡Gracias por hacerme parte de ella desde hace 49
años! No soy perfecto, pero si no fuera parte de ella, ¿cómo sería?
Imaginármelo me aterra. Ayúdame a terminar mi carrera cristiana con tu gozo y
amor. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
En la iglesia local somos cristianos en construcción hacia nuestra
perfección en JESÚS.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?