viernes, 22 de noviembre de 2024

BAJO SUS ALAS

SELECCIONES
Perlas del Alma
Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com 
SÁBADO, 23 de noviembre de 2024               
Lectura devocional: Salmos 17:1-8
Guárdame como a la niña de tus ojos; 
escóndeme bajo la sombra de tus alas. 
Salmos 17:8 (RV60)

 

HACE ALGUNOS AÑOS, me encontraba de predicador invitado en un país de Latinoamérica, en aquel tiempo, las iglesias evangélicas de esa nación eran discriminadas, no solamente por el sistema del gobierno, sino también por la iglesia oficial. Sin embargo, las valientes congregaciones no callaban el Mensaje. Se nos había concedido un gran lugar para la actividad, pero un día antes de comenzar se canceló. 

 

Nos fuimos al templo más grande de la ciudad que resultaba pequeño para aquel grupo de cristianos que venían de varias ciudades de la provincia. Me encontraba alojado en un hotel compartiendo habitación con un destacado líder de nuestra obra denominacional y muy amigo en lo personal. Un día antes de comenzar las conferencias, lo noté apesadumbrado, y me dijo: “—Pastor, nos hemos enterado que existe un plan para matarlo durante la predicación de mañana…”, ¡por un momento pensé que era una broma!, pero lo que me decía era totalmente cierto. 

 

Nos fuimos a una habitación más grande, y cuando entré, todos mis compañeros de ministerio estaban allí. El más anciano de los pastores presentes, -y conferencista invitado como yo-, tomó la palabra: —Hermano, -usted y yo nos parecemos- predicará primero; tomará mi lugar, y yo, tomaré el suyo. Acto seguido, dictó un documento a un pastor que era abogado en donde expresaba su última voluntad. ¡Aquello me conmovió entonces y en este mismo instante cuando lo relato aquí: alguien del grupo estaba dispuesto a morir en mi lugar! 

 

Nunca había visto tanta unidad y valor juntos como en aquellos días de esas conferencias. Desde los hogares hasta en los templos de las distintas denominaciones, las oraciones fueron el refugio de tantos corazones apesadumbrados por las circunstancias. Era la lucha moderna entre David y Goliat. 

 

Obviamente, fuimos molestados en muchas maneras, en mi caso, la policía de inmigración me dio la tarea de poner un sello en mi pasaporte, y, por lo tanto, tenía que abandonar el lugar en las conferencias y salir a la frontera de un país vecino, sellar allí mi pasaporte y retornar. Eso me llevaría un día de viaje por tierra, pero el SEÑOR estaba con nosotros, y en medio de esa situación, apareció un piloto con una avioneta; me llevó y me trajo en cosa de horas, lo hizo gratis. 

 

En fin, el PADRE fue honrado y glorificado, y como resultado de aquellas conferencias se alcanzaron miles de personas, el liderazgo se multiplicó, y nuevas congregaciones surgieron. ¡Alabado sea el SEÑOR!

 

La iglesia del SEÑOR, nació, ha vivido y vivirá en condiciones adversas: “¿Recuerdan lo que les dije? “El esclavo no es superior a su amo”. Ya que me persiguieron a mí, también a ustedes los perseguirán. Y, si me hubieran escuchado a mí, también los escucharían a ustedes”. (Juan 15:20, NTV). Sin embargo, nuestra fe en las promesas de la Palabra de DIOS está firme. De hecho, encontramos en la Biblia, las respuestas a las siguientes preguntas: ¿Dónde nos metemos cuando nuestras vidas están en peligro? ¿Cómo obra DIOS cuando nuestros enemigos nos persiguen por nuestra fe y Él es lo único que nos queda? 

 

Entonces, acudimos como el rey David a la oración, llenos de fe, esperanza y amor, pudiendo exclamar: ¡Levántate, oh, DIOS, ¡y derriba a los que nos asedian por ser mensajeros de tu gracia! ¡Levántate, SEÑOR y llénanos de valor para buscarte y cobijarnos bajo tus poderosas alas! ¡Levántate, SEÑOR y haz que caigan de rodillas delante de ti, ¡como nosotros! Aquí tenemos al rey David, orando por protección contra sus opresores: “Guárdame como a la niña de tus ojos; 

escóndeme bajo la sombra de tus alas”. 

(Salmos 17:8, RV60).

 

 ¡Adelante, siempre adelante!

 

Oración:

PADRE ETERNO:

Sé que Tú oyes la oración que se eleva delante de Ti por una causa justa y hecha con fe en Tu poder, Tu gracia y Tu Palabra. SEÑOR has puesto a prueba mi fe; pero Tu gracia me colma cada día de Tus bendiciones. Ayúdame y seré más que vencedor en medio de las circunstancias. En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

Nuestra fe, tal vez sea probada, para que confiemos en la fidelidad y protección de DIOS como nuestro refugio.

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