sábado, 27 de julio de 2024

VISIÓN VENEZOLANA

Perlas del Alma
Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
SÁBADO, 27 de julio de 2024
Lectura devocional: Salmo 144:12-15
¡Dichoso el pueblo que recibe todo esto!
¡Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor!
“Anoche tuve un sueño, soñaba que mi país caminaba bajo la luz del Señor.
Las calles, sus calles llenas estaban de alegría no había temor”.
—Canción pasaje venezolano, autora de la música y letra Nefer Ortega, 1982.

EN LOS INICIOS DE LOS AÑOS SETENTA, en Maracay, la llamada Ciudad de Venezuela, experimentamos, un auténtico avivamiento espiritual. Hubo varios factores que lo hicieron posible, uno de ellos fue la juventud que aprendió a orar, evangelizar y a discipular. Gracias al SEÑOR, estuve allí. 

Por esos años, yo iniciaba mi carrera ministerial como pastor de la Iglesia Bautista El Buen Pastor de la ciudad. Obviamente, no es el propósito hablar de ese avivamiento, sino de resultados que hasta hoy permanecen. 

Entre ellos, la compositora y misionera Neffer Ortega y su inseparable cuatro (instrumento musical venezolano). Su canción Vision venezolana, ya es parte de nuestra cultura musical venezolana, y desde los niños hasta los ancianos la cantamos.

Tengo esa otra bendición de conocer a Neffer, desde adolescente, y desde luego he sido uno de sus muchos mentores -desde su papá el consiervo pastor Eduardo Ortega, ya con el SEÑOR-en su carrera como una evangelizadora, discipuladora y sierva del SEÑOR en todo terreno.

Dicho esto, ahora vamos al Salmo 144, el autor es nuestro amado rey y poeta: David. Este Salmo, como muchos de ellos, es un modelo de adoración a DIOS y por otra parte, narra la parte histórica de los hombres y mujeres de DIOS, sus aciertos y desaciertos y su entorno. Es notable, el hecho del sufrimiento del ser humano y también el amor de DIOS sobre la humanidad:
“Señor, ¿qué es el ser humano para que lo cuides?
¿Qué es el simple mortal para que en él pienses?
Todo ser humano es como un suspiro;
sus días son fugaces como una sombra”. (vv,3,4, NVI)

De modo idéntico, podemos ver al salmista soñar con la prosperidad de su patria que se refleja en los versículos 12-15. El salmista, no ahorra palabras cuando pide la ayuda de DIOS para la juventud (presente y futuro de una nación); aboga por el avance social y la prosperidad económica y vivir en paz. David, quiere que DIOS, lo acompañe en la tarea de gobernar a su pueblo que también es el pueblo de DIOS. ¡Qué bendición es soñar y accionar para que nuestra nación sea próspera! 

Del mismo modo, cuando revisamos la historia del pueblo israelita, nos damos cuenta de que el pueblo escogido y dirigido bajo la soberanía de SEÑOR, siempre se ha caracterizado, en primer lugar, por su adoración al único y verdadero DIOS, y en segundo lugar, por el celo con que ha amado a su nación, a la familia, a su lengua y sus costumbres, es decir, los elementos con los cuales describimos lo que es patria.

Desde luego, cuando pienso en este salmo mi mente, mi voluntad y mi corazón, se llenan de una visión venezolana por la cual lucharon y murieron nuestros héroes de la patria, fue el sueño para que fuera libre y próspera como nación y ser ejemplo para las demás naciones. 

Sin ir muy lejos, la Venezuela por la que lucharon hombres y mujeres en aquella joven democracia en la que viví, crecí y me formé como ciudadano, es inolvidable para mí. 

Por otra parte, yo provengo de clase muy humilde, de campesinos yaracuyanos. Fui enseñado desde niño a una especie en las que puedo recordar las palabras de J. F. Kennedy al estilo criollo: “No pienses qué puede hacer tu país por ti. Piensa qué puedes hacer tú por tú paí”. Desde luego, teníamos buenos hospitales en aquellos años, y hasta un médico me dio su sangre para una transfusión. Aparte de eso, nunca he militado en ningún partido y por supuesto, nunca trabajé como empleado público -excepto una pasantía por el Hospital Vargas de Caracas-… He trabajado en la empresa privada y después en servicio a la nación a través de mi amor a JESUCRISTO y Su Palabra. Sin embargo, reconozco que, lo que soy en cuanto a los valores cívicos, y el respeto y el amor por la nación lo aprendí del ejemplo de las autoridades de aquellos años de mi formación. 

Permítanme ser claro y muy preciso en esto: mi visión venezolana, incluye que sea una nación con prosperidad por la que abogaba el salmista. Un gobierno que respete la propiedad privada, ese concepto viene del DIOS de la Biblia; un país de prosperidad para todos sus conciudadanos que no tengamos que ver emigraciones forzadas, separación de la familia y de carga para otras naciones; que se abran las cárceles para liberar a los presos de conciencia; nadie debe ser perseguido por sus ideas y creencias; erradicación de la corrupción del gobierno y sus aliados, como lo afirma un político actual, cuya nación avanza como ejemplo mundial, desde centroamérica: “Cuando no se roba la plata, alcanza para todos”. 

Mi visión venezolana, es que avance como nación libre, soberana y con una base bíblica en cada individuo, matrimonio y familia. ¡Familias fuertes en valores, forjan sociedades y naciones fuertes!

Un pensamiento final, en este momento histórico que vive el pueblo venezolano. Me quedo orando por todos aquellos que esperan volver a la patria; aquellos que salieron y aprovecharon para aprender, nuevas profesiones y oficios, nuevos idiomas y dar lo mejor del ser humano en otros pueblos y naciones y lo traigan para reconstruir a Venezuela; nuestro país necesitará que los verdaderos seres humanos de valor, honrados, dispuestos y disponibles que han estado echados de un lado, tomen el mando de nuestra nación y los demás nos enfocamos en trabajar unidos para la patria nueva que vendrá, como lo dice el coro de la canción de Neffer:

“Jesucristo es su respuesta y si no crees pregúntase al Señor, que está dispuesto a salvar a Venezuela y hacer de ella ¡Aleluya Su nación! Venezuela, Su nación".

Entonces viajaré a Caracas y en la Plaza Bolívar, gritaré o gritaremos, este lema del triunfo de nuestra visión venezolana:

¡Dichoso el pueblo que recibe todo esto!
¡Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor!

¡Adelante, siempre adelante!

Oración:
PADRE DE LAS NACIONES:
Tú, dices en tu Palabra:
Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, 
y los reyes de la tierra le entregarán sus espléndidas 
riquezas.
¡SEÑOR, haz que Venezuela esté allí! En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
¡Oremos por la paz de Venezuela, porque en su paz tendremos paz!
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