martes, 23 de julio de 2024

CORAJE CÍVICO (2-2)

SELECCIONES
Perlas del Alma
Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
MIÉRCOLES, 24 de julio de 2024
Lectura devocional: Esther 4:1-17
Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y si perezco, que perezca! Esther 4:16b (NVI)
 “Coraje es la capacidad de enfrentarse a una situación que presente un peligro inminente, real o supuesto.” 
—Diccionario.

 

EL CORAJE CÍVICO fue característico de los hombres y mujeres de DIOS en tiempos primitivos. Efectivamente, en los lejanos días en que los pueblos trataban a sus reyes, como puestos y quitados por DIOS o, en su defecto como un mismo dios. Aquellos hombres y mujeres tuvieron el coraje cívico para orar por sus gobernantes, así fuera por Darío el medo, Ciro el persa o Nerón el romano. Sin embargo,  los hombres de DIOS, se atrevieron interceder a favor del pueblo judío, por los discípulos de JESÚS o por las iglesias del Nuevo Testamento. 

 

Desde el Antiguo Testamento, traigo la hermosa historia de una gran mujer la reina Ester, quien salvó a su pueblo al mostrar su coraje cívico y lograr lo imposible, su determinación fue: “¡Y si perezco, que perezca!”

 

El ser cristiano nacido de nuevo, con coraje cívico no puede andar preguntando si debe o no, asumir su responsabilidad terrenal frente a las elecciones u otros deberes de nuestra ciudadanía; preguntar si es correcto o no es dudar de su deber, porque cuando se actúa como es debido, no necesitamos tener el juicio de otros; sino la valentía y el coraje para pensar y hacer lo que sabemos que es correcto. Como dijo, nuestro hermano en CRISTO, el pastor, Martin Luther King:  “Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas”. Sueña grandes cosas para tu nación y tu generación.  ¡Ve en dónde DIOS está trabajando para cambiar tu nación y únete a Él!

 

Así, en la preciosa historia de Ester encontramos a un hombre de gran valor cívico, Mardoqueo, primo y padre de crianza de la Reina (Ester 2:7), había sembrado en su hija los valores que sustentaba; el desenlace de la historia tiene un momento crucial, cuando Mardoqueo le dice a su prima: “No te creas que por estar en el palacio escaparás cuando todos los demás judíos sean asesinados. Si te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?”. (Ester 4:13,14, NTV). 

 

Indudablemente el largo camino de los seres humanos para volver a un modelo democrático, desde los días de Pericles (Atenas, c. 495 a. C.- 429 a. C.). Literalmente, la democracia ha costado “sangre, sudor y lágrimas”. Actualmente, la democracia todavía es perfectible, pero no se logrará desde el caos, porque de allí venimos. Las elecciones o consulta democrática –sin fraude- al pueblo por lo menos, cada cuatro o cinco años, es el mejor sistema de gobierno. En efecto, el sistema de gobierno democrático da el apoyo al coraje cívico de los ciudadanos, en la mayoría de las naciones que han alcanzado, justicia, desarrollo y prosperidad. 

 

El punto de reflexión es este, cuando por nuestra indiferencia, ambigüedad, comodidad o identificación con la injusticia, no hacemos caso del coraje cívico que está en nosotros en un momento dado, entonces es posible que cuando queramos usarlo, sea demasiado tarde. La bella reina Esther, era la esposa de un tirano. Pero su lema quedó en la historia: “¡Y si perezco, que perezca!”. 

 

¡Adelante, siempre adelante! 

 

Oración:

PADRE ETERNO:

Te alabo porque ​Tu poder y gracia no tienen límites. Has creado a las naciones y le has dado características especiales a cada una de ellas. Pusiste en mí un amor especial por mi patria terrenal y por la Patria celestial. Me dice ​Tu Palabra que al final de los tiempos, ​Tú serás la luz de las naciones. ¡SEÑOR haz que mi patria esté allí! En el nombre de JESÚS, amén.

Perla de hoy:

La verdadera libertad no es escoger nuestro propio camino, sino seguir el camino que DIOS nos señala, y tener el valor para andar por él.

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