jueves, 4 de julio de 2024

EL MANTO DEL PROFETA

SELECCIONES
Perlas del Alma
Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
VIERNES, 5 de julio de 2024
Lectura devocional: 2 Reyes 2:1-15
Cuando llegaron al otro lado, Elías le dijo a Eliseo: —Dime qué puedo hacer por ti antes de ser llevado. Y Eliseo respondió: —Te pido que me permitas heredar una doble porción de tu espíritu y que llegue a ser tu sucesor. 2 Reyes 2:9 (NTV) (…) Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio. (1 Timoteo 1:12, RV60)


HACE 34 AÑOS, RECIBÍ UNA CORRESPONDENCIA de la Iglesia Bautista Betel de Scarborough, Toronto, Canadá, invitándome a venir desde Caracas, Venezuela para ser su pastor principal. Así que llegué a Toronto el lunes, 11 de octubre de 1990. En ese tiempo los venezolanos no necesitábamos visa para entrar a Canadá. En esa misma semana, me presenté a la oficina de Inmigración de Canadá. La oficial que me atendió me dijo: “Déme por favor, sus documentos.” Enseguida procedí, desde la carpeta presenté por lo menos unos 15 documentos que traía conmigo… Ella los revisó, y sacó uno de ellos, mi Certificado de Ordenación al Ministerio, diciendo: “¡Este es el más importante de todos!”…


Entonces oré dando gracias al SEÑOR por aquel reconocimiento formal que había hecho la primera iglesia en la cual serví al SEÑOR, la Iglesia Bautista El Buen Pastor de Maracay, en Venezuela. Como lo hemos practicado la ordenación, conlleva dos propósitos: primero dar reconocimiento al individuo que ha decidido dedicar su vida al Ministerio de la Obra de DIOS. Segundo, indicar que la iglesia y un grupo de obreros de la obra dan su aprobación y lo autorizan para servir formalmente en la Obra de DIOS. Así que la ordenación es un reconocimiento del llamamiento de DIOS y otorga el sello de la aprobación de una iglesia, al candidato a la ordenación. Sin duda, esto es importantísimo. Me parece escuchar la admonición paulina: “Pero hágase todo, decentemente y con orden.” (1 Corintios 14:40, RV60).


Pues bien, -yo tenía ya tres años en el Ministerio- cuando en la hermosa tarde de aquel sábado 5 de Julio de 1974, fui ordenado al divino Ministerio, en la Ciudad Jardín de Venezuela, Maracay, ¡Hoy hace exactamente 50 años! Era la Venezuela de la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez, más de cien personas se dieron cita en el templo de la Iglesia Bautista El Buen Pastor para el Servicio de Ordenación al Ministerio del Evangelio de quien escribe este relato, lleno de gratitud al Señor. 


A cincuenta años, en mis bodas de oro ministeriales-por señalarlos en alguna manera-, de aquel evento inolvidable en mi carrera, mis acciones de gracias al SEÑOR también las expreso hoy. Todavía lo considero el de más alto honor que he recibido, en esta vida. Como todo en esta fe del SEÑOR que profesamos, vino sin que yo lo merezca, sino por la gracia de DIOS. 


Aquel fue un culto inolvidable, los himnos fueron dirigidos por -mi padre espiritual- el misionero el doctor Carlos B. Clark, entre otros, cantamos estos himnos amados por mí desde que llegué a la iglesia: “Si Cristo conmigo va.” “Día feliz cuando escogí servirte mi Señor y Dios.” 


Igualmente, el doctor William Goff, fue el presidente del Comité de Ordenación. Los integrantes del Concilio de Ordenación, fueron: El pastor Enrique Dámaso Álvarez, secretario; el doctor Roy Lyon, hizo las preguntas e igualmente fue el predicador de la ocasión su tema fue: “El manto del profeta”, basado en 2 Reyes 2:1-14; también contamos con la presencia de los amados y recordados pastores: Eusebio Pérez Domínguez, James Crawford, Ramón Bautista Flores, Rolando Smith, Efraín Silva Ovalles, Wilburn Hoglen, Eugenio Kimler y Jorge Lozuk. El muy querido diácono Cruz Correa, tomó la votación de los miembros de la iglesia, y por unanimidad se procedió a la imposición de manos por parte del Concilio de algunos pastores del país.


Un cuarteto varonil integrado por los misioneros: Carlos Clark, Jorge Lozuk, Larry Rice y Eugenio Kimler, entonaron un himno especial. El inolvidable hermano, mi paisano yaracuyano Vicente Emilio Zamora, cantó el himno “Sumisión”…


Pues bien, mis amados ¡perdonen ustedes al poner en esta Perla del Alma…estos recuerdos del alma! Termino diciendo, agradezco a DIOS, “quien me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio”, durante 50 años, Él ha sido Fiel y Verdadero, y yo sería un ingrato en esta hora, si no tomara aunque sea un momento para agradecerle, lo que Él y sólo Él, ha sido para con éste el más humilde de sus servidores venezolanos. 


También hago un reconocimiento a Mary Dámaso, mi amada esposa, “quien ha combatido” a mi lado, todos estos años; a mis consiervos pastores y misioneros, a los que me han enseñado y discipulado, los que han sido compañeros en mi vida en CRISTO en todas las iglesias que he tenido el privilegio de servir; a los que han estado conmigo y ya terminaron su carrera; a los que están disfrutando de sus años de su merecida jubilación; a las nuevas generaciones de discípulos que he ayudado a forjar , entre ellos a mis  cuatro hijos Aular Dámaso, que hoy luchamos hombro con hombro para extender el Reino, en fin, a todos: ¡Gracias! 

Mi versículo ministerial es Hechos 20:24: “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”. Recuérdenlo porque estamos en el año 2024. ¡Alabado sea nuestro DIOS!

Las palabras del cántico de Ana, las hago mía en esta despedida: “Él levanta al pobre del polvo y al necesitado del basurero. Los pone entre los príncipes y los coloca en los asientos de honor. Pues toda la tierra pertenece al SEÑOR, y él puso en orden el mundo.” (1 Samuel 2:8,NTV). Por voluntad divina, el SEÑOR al hacerme el llamado a servirle, por pura gracia, puso sobre mí: El manto del profeta.


¡Por favor, sigan regalándome sus oraciones! 


¡Adelante, siempre adelante!


Oración:

SEÑOR DE LA MIES:

Cuando me dijiste: “¡Sígueme!” Había muchos hombres mejores que yo, más hábiles que yo, más idóneos que yo para un privilegio y responsabilidad tan grandes. ¡Gracias SEÑOR por mirarme y escogerme para servirte en esta generación! ¡Ayúdame para llegar a la meta que ya está más cercana! ¡Ayúdame para servir y desafiar a otros para que escuchen tu voz! En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

Dios nos ordena para Su servicio, en medio del caos de este mundo para que podamos ayudarlo a ordenarlo desde cualquier lugar de servicio en que Él, nos ponga.

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miércoles, 3 de julio de 2024

CRISTO, MI PASIÓN y TRIUNFO

SELECCIONES

Perlas del Alma

Francisco Aular
faular@hotmail.com

JUEVES, 4 de julio de 2024
Lectura devocional: Hechos 20:17-31

Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

—Hechos 20:24 (RV60)

“Deseo ser usado por Dios como un instrumento en Sus

manos para llevar a cabo Su maravilloso plan de misericordia para la salvación de los pecadores”.

David Brainerd (misionero del siglo XVIII).

 

LA HISTORIA DE LA OBRA DE EXPANSIÓN MISIONERA, fue realizada por hombres y mujeres de pasión. Son seres humanos muy especiales que no buscan sus propios intereses, sino servir a los demás. No están pendientes de dedicar días especiales ya sea de sus vacaciones o de la jubilación, sino de servir a DIOS, de consumirse en la obra de DIOS día tras día y momento tras momento. 

Pensando en estas cosas, busco el testimonio de esos discípulos del SEÑOR JESÚS, nacidos de nuevo por la fe, en el Nuevo Testamento y quedo atónito: “No me preocupa sin tengo que morir”. Nos dice el Apóstol prácticamente a mediado de su carrera ministerial. Este hombre extraordinario, nos habla de CRISTO, y nos regala otro concepto que nos amplia la pasión consumidora que lo hizo triunfante en sus días, cuando escribió: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20, RV60). 

Definitivamente en su gran Epístola de la humillación de CRISTO en su gran capítulo del cristiano, nos dice: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”. (Filipenses 1:21, RV60). A pocos meses de terminar su carrera al ser decapitado por Nerón, reseñó como estaba su condición espiritual: “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera y he permanecido fiel. Y ahora me espera el premio, la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me dará el día de su regreso. Y el premio no es sólo para mí, sino para todos los que esperan con anhelo su venida.” (2 Timoteo 4:7,8, NTV).

Como el Apóstol de Tarso, todos los que colaboramos en la extensión del Reino en estos días, debemos estar centrados y presos de una pasión por CRISTO que lo honre por encima de todas las cosas. Una pasión evangelizadora y misionera que anuncie el Evangelio, como la de Pablo y muchísimos otros cuya pasión por JESÚS, cambió la historia: “Lo que sí quiero es tener la satisfacción de haber anunciado la buena noticia del amor de Dios, como me lo ordenó el Señor Jesús.”  (Hechos 20:24, NTLA). 

Debemos regresar al concepto de aquellos primeros cristianos de los primeros siglos. Orar al SEÑOR de la mies para que nos dé nuevos obreros o nos fortalezca a los que estamos ahora mismo, desempeñando alguna tarea en la obra de DIOS, ya sea local, nacional o mundial. Los días que estamos viviendo son muy delicados, los malos obreros abundan y los verdaderos siervos escasean. El trabajo es mucho y la paga es poca. Pero la Palabra de DIOS, nos garantiza que el SEÑOR va con nosotros. ¡Ese es nuestro triunfo, no estamos solos! 

Sigamos marchando, orando porque la pasión por ÉL nos encuentre dispuestos y disponibles para Su honra y gloria. ¡El maligno nos quiere paralizar, pero en SEÑOR, podemos, levantar las manos caídas y las rodillas paralizadas porque el Apóstol, nos hace saber que pase lo que nos pase, el triunfo de CRISTO es nuestro triunfo: “Antes, ¡en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”! (Romanos 8:37,RV60) En cualquier lugar en donde DIOS no haya puesto, podamos exclamar también: ¡CRISTO es mi pasión y triunfo!  

CRISTO, MI PASIÓN Y TRIUNFO

Francisco Aular

“Por lo cual, levantad las manos

Caídas y las rodillas paralizadas”

(Hebreos 12:12)

 

¡Cristo, mi pasión y triunfo

¡Voy por la vida cantando!

En lugares celestiales,

con mi Amado estoy sentado.

Mi posición es perfecta,

no porque esté sin pecado,

pero me esfuerzo en la gracia

del Cristo, resucitado.

Que hermosa es esta vida,

vivir rodeado de hermanos.

Victoriosos, sin fronteras

estrechándose las manos.

La vida es una carrera y

yo estoy participando…

Tengo las manos cansadas y 

las rodillas temblando.

Hay promesas de victoria

que me encuentro disfrutando…

Voy corriendo con paciencia

la carrera de los santos…

Depósito mi confianza

en JESÚS, la voy ganando…

Será un hogar nuestra iglesia

si todos vamos amando,

olvidando diferencias

como Cristo, perdonando.

Lleno de amor, nuestro pueblo

al maligno, derrotando.

Destruyendo fortalezas

y a pecadores, salvando.

Estoy sentado con Cristo,

lo imposible voy logrando:

¡Cristo, mi pasión y triunfo

voy por la vida cantando!

 

Oración:

PADRE ETERNO:

Aquí estoy en esta hora, delante de ti, rebozando mi corazón de gratitud por tu salvación tan grande y bendita. Ayúdame SEÑOR a compartir Tu Palabra a cualquier persona, en cualquier lugar, en cualquier momento y a cualquier precio. En el nombre de JESÚS. Amén

Perla de hoy:

Solamente nuestra pasión por JESÚS hablará por nosotros y de nosotros. 

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martes, 2 de julio de 2024

“UNO MÁS PARA CRISTO”

SELECCIONES
Perlas del Alma
Francisco Aular
faular@hotmail.com
MIÉRCOLES, 3 de julio  de 2024
Lectura devocional: 1 Corintios 9:19-27
Cuando estoy con los que son débiles, me hago débil con ellos, porque deseo llevar a los débiles a Cristo. Sí, con todos trato de encontrar algo que tengamos en común, y hago todo lo posible para salvar a algunos.
1 Corintios 9:22 (NTV)
 

La Biblia dice que la persona sin CRISTO, está perdida: 

“A ustedes, él les dio vida cuando aún estaban muertos en sus delitos y pecados, los cuales en otro tiempo practicaron, pues vivían de acuerdo a la corriente de este mundo y en conformidad con el príncipe del poder del aire, que es el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. (Efesios 2:1,2, RVC).


La Biblia dice que el ser humano que vive en sus delitos y pecados, puede salvarse: «Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.» Porque con el corazón se cree para alcanzar la justicia, pero con la boca se confiesa para alcanzar la salvación”. (Romanos 10:9,10, RVC)


La Biblia dice que los que han sido salvos, deben llevar ese Mensaje de salvación a otros: “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué jactarme, porque ésa es mi misión insoslayable. ¡Ay de mí si no predico el evangelio! Así que, si lo hago de buena voluntad, recibiré mi recompensa; pero si lo hago de mala voluntad, no hago más que cumplir con la misión que me ha sido encomendada. (1 Corintios 9:16,17, RVC).


He escuchado, leído y citado muchas veces, el testimonio que nuestro querido hermano Rick Warren, autor del "best seller" Una vida con propósito cuenta sobre su padre. Les confieso que no puedo oír ni contar este testimonio, sin que me emocione hasta las lágrimas. 


Pero me gustaría contárselo otra vez; dice Rick Warren: “Mi padre fue un ministro por más de cincuenta años, sirviendo la mayoría del tiempo en pequeñas iglesias rurales. Era un simple predicador, pero era un hombre con una misión. Su actividad favorita era llevar equipos de voluntarios al exterior para construir templos a congregaciones pequeñas. En el transcurso de su vida, mi papá construyó más de ciento cincuenta templos alrededor del mundo.


En 1999 mi padre murió de cáncer. La última semana de su vida, la enfermedad lo mantuvo despierto en un estado parcialmente consciente cerca de veinticuatro horas al día. Como soñaba, hablaba en voz alta lo que había visto. Sentado a su lado, aprendí mucho acerca de él con sólo oír sus sueños. Él revivió cada uno de los proyectos de construcción de los templos que llevó a cabo, uno tras otro.


Una noche cercana a su final, mientras mi esposa, mi sobrina y yo estábamos a su lado, de repente papá comenzó a moverse y tratar de salir de la cama. Por supuesto, estaba muy débil y mi esposa insistió en que debía quedarse acostado. Pero él persistía en tratar de levantarse de la cama, así que mi esposa finalmente le preguntó: "Jimmy, ¿Qué estás tratando de hacer?". Él contestó: "¡Voy a salvar uno más para Cristo!" "¡Voy a salvar uno más para Cristo!" "¡Voy a salvar uno más para Cristo!" "¡Voy a salvar uno más para Cristo!" Y comenzó a repetir la frase una y otra vez. 


Durante una hora, pronunció la frase tal vez unas cien veces. "¡Voy a salvar a uno más para JESÚS!" Yo estaba sentado en su cama con lágrimas en mis mejillas, bajé la cabeza para darle gracias a Dios por la fe de mi padre. En aquel momento papá me tocó y puso su mano frágil en mi cabeza y dijo, como una orden: "¡Salva a uno más para JESÚS! ¡Salva a uno más para CRISTO!".


¿Cuál es la recompensa de la evangelización? Ver a las personas pasar de muerte a vida; ver a las personas nacer de nuevo es una de las experiencias cristianas más hermosas, después de nuestro propio nacimiento espiritual. Para los que vamos por el mundo proclamando el evangelio, nuestro amado Apóstol lo dijo, y yo lo he comprobado todos estos cuarenta y siete años en que lo he practicado en lo colectivo: "Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!" Ante el cambio de esta vida, el cielo mismo se goza; así lo dijo el SEÑOR: "Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse" (Lucas 15:7).


Hagamos, con la ayuda del ESPÍRITU SANTO, que en el cielo haya gozo todos los días.


¡Adelante, siempre adelante!


Oración:
Te alabo PADRE, autor de la salvación eterna del ser humano. Te alabo JESÚS por hacer posible nuestra salvación por tu muerte en la cruz, y tu resurrección. Te alabo Espíritu Santo, por ser el administrador de la salvación al ser humano que cree. SEÑOR que ver a los hombres y mujeres venir a ti, sea el gozo mayor para mí, en esta vida, ayúdame a proclamar esta salvación tan grande, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
El Señor no nos manda a cambiar al mundo, sino a alcanzar uno más para Él.

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lunes, 1 de julio de 2024

EVANGELIZAR: EL MEJOR REGALO PARA NOSOTROS (2-2)

SELECCIONES
Perlas del Alma
Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
MARTES, 2 de julio de 2024
Lectura devocional: Lucas 15
“Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento”.
Lucas 15:7 (RV60)


“Perdido”, el vocablo entre comillas nos sirve nada más de identificación para destacar. “Perdido” no ha sido un invento acuñado por los cristianos a través de la historia, ni tampoco de las iglesias. “Perdidos” en la  expresión de JESÚS, se refiere a la condición espiritual de aquellos que no conocen a DIOS. Son las personas sin Su Vida Zoé, que es Él mismo, JESÚS dijo: 

“—Yo soy el camino, la verdad y la vida. Sin mí, nadie puede llegar a Dios el Padre”. (Juan 14:6, TLA).  


De manera que, las parábolas de JESÚS, están llenas del amor de DIOS por la situación agónicas precisamente de los “perdidos” como lo afirma el versículo más famoso de toda la Biblia: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16,RV60).


Las tres parábolas, explicadas por JESÚS de Lucas 15, nos presentan la situación de los “perdidos” de manera que no debe quedarnos duda para esforzarnos en la gracia del Evangelio para alcanzarlos. Sin embargo, algunos seres humanos pasan por esta vida humana, como la oveja perdida: con la sensación del peligro que les acecha pero necesitan un pastor que las busque y las traiga al redil. 


Otros como la moneda que se pierde del monedero de una mujer, son aquellos que son insensibles. Depende que, "alguien encienda la lámpara, y barra la casa, y busca con diligencia la moneda hasta encontrarla”. ¡DIOS nos pone en acción como Sus hijos para buscar al perdido y no descansar hasta encontrarlo!


El tercer ejemplo del “perdido” es el hijo ingrato o como se ha llamado el “el hijo pródigo”…No puedo oír, leer ni estudiar esta palabra con mis ojos secos. ¡Me veo en el retrato de aquel hijo ingrato al amor de DIOS, y que el padre lo recibe por medio de una fiesta, y estas palabras me hacen exclamar: ¡Gracias PADRE por darme tanto! ¡Quiero darte mi única vida humana y gastarme delante de Ti y de este gran Evangelio! ¡Quién viviera mil vidas o más para predicar este Evangelio o la Buena Noticia de salvación a todos los perdidos! 


Finalmente, todas estas parábolas de Lucas 15, terminan:  "Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente". (Lucas 15,7,10,32). ¡Hagamos que esa fiesta en el cielo por el rescate de los perdidos, no termine!


Por ahora, sigo con el relato iniciado en la Perla anterior: “Evangelizar: el mejor regalo para nosotros”. Sigo con el relato, yo era un joven pastor, recién egresado del Seminario. Entonces, el anhelo y la oración de mi corazón, era alcanzar a mi generación para CRISTO. Así que tomé la iniciativa de comenzar a compartir el Evangelio a los vecinos de nuestro templo de la Iglesia Bautista El Buen Pastor de Maracay. Llegué a casa de la familia Rodríguez Molero, y toda la familia vino a CRISTO. Sé que en los relatos del SEÑOR, hay gozo en el Cielo por los perdidos encontrados por Él…Aquella mañana, hubo una gran fiesta en mi corazón por fin, tenía a mis primeros discípulos en lo que posteriormente, llamaríamos la Marcha Evangelizadora. Allí vamos…


Acordé con la familia Rodríguez Molero, ir cada día de aquella primera semana de convertidos para discipularlos. El hermano Luís Rodríguez, el militar convertido y mi discípulo, me comunicó en uno de aquellos encuentros que toda la familia viajaría a Maracaibo, de donde era su esposa Cándida Molero. Yo sabía que esos días festivos estaban muy próximos y entonces dije algo que yo mismo me extrañé cuando me lo escuché, ¡los desafié a que se prepararán porque ellos iban a ese viaje como misioneros! Eso significaba que tendrían que evangelizar a sus familiares. Me aceptaron el reto. 


Los entrené en el uso del folleto de las cuatro leyes espirituales; todavía recuerdo cuando nos despedimos en el hogar de ellos, me sentía como el padre que tiene que dejar a sus propios niños en manos extrañas, Mary y yo oramos mucho por ellos. Ni el compromiso de los servicios de Semana Santa, ni los bautismos que celebraría el domingo de resurrección, me impidieron olvidarme de mis amados discípulos.


Así llegó el lunes en que ellos retornarían del viaje; el martes en la mañana no habría ninguna cita para mí tan especial como aquella con la familia Rodríguez Molero. “¡Siéntese pastor para que no se caiga por lo que le vamos a contar!” Habló Cándida con ese acento tan característico de los zulianos. 


Así lo hice y me dispuse a escuchar lo que me dirían. Con voz serena, el hermano Luís Rodríguez me contó su viaje, y de la manera como la familia los había recibido y de cómo ellos sin perder tiempo, les habían testificado a todos los que pudieron. Los resultados de esa evangelización: ¡trece personas recibieron al SEÑOR!


Perdóneme, hoy sale un poquito largo este devocional porque hace un tiempo, hablé con mi amado discípulo Luis Rodríguez. Sigue fiel en el SEÑOR y ha sido miembro de la Primera Iglesia Bautista de Maracaibo por más de tres décadas. Sus pastores me han dado muy buenas noticias de Luis Rodríguez. ¡Alabado sea el SEÑOR! Porque como Juan, escribió: “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad”. (3 Juan 4,RV60). Por ello, evangelizar es el mejor regalo a nosotros.  


En conclusión, tome la iniciativa y empiece a evangelizar porque usted será bendecido para siempre, porque: Evangelizar es el mejor regalo para nosotros.


¡Adelante, siempre adelante!


Oración:

Amantísimo PADRE Celestial:

¡Gracias por aquellos corazones productivos en donde la bendita Semilla del evangelio se convirtió en un frondoso árbol para tu Reino! ¡Ayúdame para seguir sembrando, cultivando y cosechando! En el nombre de JESÚS. Amén

Perla de hoy

DIOS nos ha bendecido con Su salvación para que bendigamos a otros al compartir el evangelio.

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