Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura
devocional: 1 Corintios 1:10-17
…Os ruego pues, hermanos, por el nombre
de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya
entre vosotros disensiones, antes seáis perfectamente unidos en una misma mente
y en un mismo parecer. 1 Corintios
1:10 (RV60)
Nuestro siempre
bien recordado y admirado el General Daniel Enrique Robayo Quintero, obrero de valor y hombre de Dios en su
categoría de Director de la Marcha Evangelizadora de aquel año, tenía delante de sí a una multitud de
hombres y mujeres jóvenes atentos a sus palabras de orientación final en el
adiestramiento de esa Marcha Evangelizadora. El hermano general poseía una gran
experiencia espiritual como “soldado del SEÑOR JESÚS” -como le gustaba que lo
llamáramos-; los evangelizadores habían
tenido una semana de intensa preparación para salir a evangelizar y discipular,
y eran conscientes de que su trabajo evangelizador y el discipulado inicial a
cada nuevo creyente, sería la punta de lanza para establecer nuevos obras y
llenar al país de iglesias.
Los marchistas irían por todo la nación, algunos lucían muy cansados, pero estaban dispuestos
y disponibles para el servicio a DIOS; en breves minutos sería la salida y muchos
ellos estaban con la tristeza de la despedida en sus rostros; el general
mirándolos a todos les dijo:
"Ustedes
son soldados del SEÑOR, los hemos formado en equipos de tres, aquí les hemos
impartido las herramientas espirituales para que salgan vencedores en el
trabajo para el cual el SEÑOR los ha escogido. Deben mantenerse unidos pase lo
que pase, no hay terreno para las divisiones cuando la misión es salvar y
rescatar a los que “están perdidos en sus delitos y pecados”, ningún soldado en
guerra está pendiente de detalles pequeños que los dividan, sino de los grandes
que los unan; en otras palabras como Pablo dijo: "Ustedes deben ser de un
mismo sentir", ¡nosotros vamos y haremos la labor que DIOS nos ha
encomendado para Su gloria!".
Como lo había
dicho el SEÑOR, el veterano evangelizador los sabía muy bien: un ejército dividido,
es un ejército derrotado: “Jesús conocía sus pensamientos, y les
dijo: Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado, y toda ciudad o
familia dividida contra sí misma no se mantendrá en pie.” (Mateo 12:25, NVI). Cuando nos olvidamos que el enemigo no está aquí, sino allá afuera, los
creyentes se descuidan y rompen la unidad. Un asunto que tomamos muy en serio
en los adiestramiento es que debemos andar ¡juntos y en armonía! Gracias al
SEÑOR, en esto la obediencia es la clave del avance del reino de DIOS.
De hecho, le
hicimos un seguimiento a aquel grupo de jóvenes, y comprobamos que miles de
personas fueron salvas por la labor que ellos realizaron: es decir, la cosecha
fue abundante, ¡alabado sea el SEÑOR! El fin último y supremo de nuestras vidas
como cristianos es traer honra y gloria a DIOS en lo que hacemos, tanto en lo
individual como juntos para un propósito: ¡la evangelización del mundo en
nuestra generación!
La iglesia de ayer, de hoy y la de siempre, logrará llevar el evangelio,
y muchas otras bendiciones a su generación, si los miembros actuamos:“Perfectamente unidos”
Oración:
Padre Celestial:
Te alabo por haber derramado tu amor
en nosotros, para que tu pueblo pueda esforzarce en tu gracia y llevar la Buena
Noticia de Salvación, muchos más allá de sus fronteras. Ayúdame a ser un
instrumento en tus manos para unificar a tu pueblo y cumplir la Gran Comisión.
En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Cuando los creyentes
marchan juntos y en armonía entre sí, los incrédulos ven que DIOS es real.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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