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Lectura
devocional: Apocalipsis 5:11-14
Que decían a gran voz: El
Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la
sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Apocalipsis 5:12
Tengo un amigo y hermano en Cristo que es un general de la fuerza
aérea de su país, él es un hombre sencillo y humilde, no le gusta exhibirse ni
el protagonismo. Andábamos en una de nuestras giras evangelizadoras, y en
determinado momento necesitamos un teléfono, -en aquellos días no había
celulares-, y el lugar más cercano adonde había un teléfono público era en una
pequeña oficina de la Policía. Pensé que no habría problemas para él, porque
con solo mencionar quien era, le cederían el teléfono, pero llegamos al sitio y
saludamos al policía que estaba sentado, mi amigo se dirigió al teléfono, pagó
e hizo la llamada como cualquier ciudadano común. Mientras el general realizaba
su llamada, el policía, me preguntó que quiénes éramos, y yo se lo dije.
Entonces, el policía exclamó sorprendido: “¿Cómo?”, exclamó, y en acto seguido
preguntó-: “¿Él es un general?”, y
como mi amigo ya había llamado y caminaba hacia nosotros, el hombre se puso en
pie y le brindó los honores que el rango militar de general, amerita. En
realidad, conociendo la vida impecable de este amado hermano en Cristo, y su
limpia hoja de servicio a Dios y a la patria, me dije a mí mismo, él es digno
de tales honores. Sin embargo, también sé que él, como nos los recuerda
siempre, es simplemente un ser humano, un mortal.
La Biblia afirma que habrá un día en la historia del ser humano nacido
de nuevo, en que el General en Jefe de nuestra salvación, no se presentará con
el traje de gala que tal distinción merece, sino como el “Cordero que fue
inmolado”, y todos los que hemos sido salvos por su preciosa sangre, lo
reconoceremos, y un solo grito de alabanza se escuchará entre los millones y
millones que allí estaremos por Su gracia; será un precioso himno con varias
estrofas: Alabaremos a nuestro amado JESÚS porque Él es digno por la Creación,
por el Calvario y por la Resurrección, haber vencido a la muerte y prevalecer
hasta el final como nuestro amado SEÑOR y SALVADOR; como nuestro Alfa y Omega;
como el “León de la tribu de Judá”; y por sobre todo, lo alabaremos como: El Cordero que fue inmolado es digno de
tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y
la alabanza. ¡Gloria y más gloria sean dadas por siempre a Él! ¡Ese será nuestro
grito de alabanza!
Oración:
Padre Celestial:
¡Qué hermosa esperanza existe para
todo aquel que ha llenado su vida con la salvación y la madurez de tu Hijo
Amado, El Cordero de Dios! ¡Casi no puedo esperarme a que llegue ese momento en
que uniré mi voz a los millares de millares y los millones de millones que
estaremos allí, cuando vengas a reinar en esta tierra y todos los reinos de
este mundo se inclinen delante de ti! Sí Cordero de Dios que fuiste
crucificado, recibe todos los honores de GENERAL EN JEFE, de los ejércitos del
Eterno y naciones que nos postraremos delante de ti. ¡La gloria y la alabanza
son tuyas! Ayúdame a predicar y vivir esta esperanza, en el nombre de JESÚS.
Amén.
Perla de hoy:
El Cordero de Dios que fue inmolado por nosotros en el pasado, nos
lleva de triunfo en triunfo desde hoy y siempre.
Interacción:
¿Qué me dice
Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna
promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna
lección por aprender?
¿Existe alguna
bendición para disfrutar?
¿Existe algún
mandamiento a obedecer?
¿Existe algún
pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento
para llevarlo conmigo?
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