viernes, 27 de abril de 2018

“Pero recibiréis poder”

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Hechos 4:8-22
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8 (RV60).Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo… Hechos 4:8 (NTV)

Entre los primeros evangelizadores que tuvimos en aquella Primera Marcha Evangelizadora, hubo un jovencito boliviano llamado Johnny Barrientos, de unos 16 años; Dios lo usó grandemente en aquel evento. Por supuesto, para la Segunda Marcha, Johnny fue uno de los primeros que estuvo en Tía Juana, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, en Venezuela. Me enteré -por medio de otros evangelizadores que venían de la Iglesia Bautista Emanuel de la Castellana en Caracas-, que ese año, Johnny había finalizado sus estudios de la escuela secundaria, y que por haber sido tan buen estudiante, sus padres lo habían premiado con un viaje a Disney World, en Orlando. Me acerqué y le agradecí que estuviera con nosotros, y él me respondió: “Mi lugar está aquí, y estoy feliz”. Demás está decir que el sacrificio de aquel joven no fue en vano, Dios lo usó, no solamente para evangelizar y discipular con efectividad, sino también para impactar a otros, entre ellos, a un par de pastores que nos visitaron desde Colombia, el doctor Carlos García y el Rev. Antonio Balanta. Sin duda, Johnny había sido impulsado por el Espíritu Santo, y estaba allí para ser usado por Él. ¡No sería el único! La historia de la evangelización de la nación venezolana, y particularmente, entre mi denominación bautista, ha sido impulsada por el Espíritu Santo, aquí no estamos hablando de teorías, sino de vidas ordinarias haciendo cosas extraordinarias para la gloria de Dios.

En efecto, como Director del Departamento de Evangelización de la Convención Nacional Bautista de Venezuela en aquellos años, era mi privilegio dirigir la palabra a muchas personas en iglesias, eventos, y también, persona a persona frecuentemente, por medio de ello, yo los entusiasmaba, reclutaba, entrenaba y enviaba. La pasión evangelizadora nos dominaba e impulsados por el Espíritu Santo, Dios hacía la obra. En uno de aquellos eventos, llegó un hombre comerciante, cerca de los cincuenta años, él vino a hablarme de su preocupación por la falta de fruto en la evangelización personal, todavía me parece verlo allí en el inicio de aquel Adiestramiento caminando hacia el estadio de beisbol, diciéndome: “¡Francisco, no sé qué pasa conmigo, si Dios no me usa aquí, entenderé que la evangelización no es para mí!”. Nos detuvimos y oramos, para que tanto a él como a mí, Dios nos llenara con su Santo Espíritu. Anhelábamos que el Espíritu Santo nos impulsara, no para tener sensaciones y emociones, sino para hacer la obra, para lo cual, todavía estábamos en esta tierra: orar, evangelizar y discipular. Aquel hombre fue tan útil trayendo personas al Señor, en aquel evento, que después de la Marcha Evangelizadora de ese año,  él y su familia rindieron sus vidas al Señor, y llegó a ser un pastor muy usado por Dios.

Hoy vivimos en la llamada comunidad mundial, el momento más convulsivo de nuestra historia. ¡Nuestro mundo está en llamas! Sin embargo, aquí estamos los cristianos nacidos de nuevo. JESÚS vino, nació, vivió, murió y resucitó en días como éstos y al irse, nos dejó Su Espíritu Santo y los nacidos de nuevo somo habitados, contralados e impulsados por el Espíritu de Dios y por ellos el pueblo de Dios es el pueblo de la fe, la esperanza y el amor.

Ahora bien, ¿has pensado alguna vez que la vida cristiana es mucho más de lo que has experimentado? JESÚS dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10b RV60). ¡Esa vida abundante es el resultado de ser nacido de nuevo, y de ser habitado e impulsado por el Espíritu Santo en todo tiempo!: ¿Cuál es el propósito? El mismo Señor lo dijo: “…Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19 RV60). El verdadero gozo de la vida cristiana es ser impulsados por el Espíritu Santo en búsqueda de hombres y mujeres sin el nuevo nacimiento para llevarles el Mensaje: “Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra” (Hechos 1:8. NTV).

Sí, el Espíritu Santo es el poder de la evangelización.

Oración:
Amado Padre Celestial:
En esta hora te doy las gracias por hacer utilizado a los amados que por más de treinta años se han dado a ti primeramente y al Espíritu Santo, los has impulsado para conducir personas a ti, abrir nuevas obras, atravesar fronteras y extender el Reino sin mirar el precio. Bendito y alabado seas. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Cuando somos obedientes al Espíritu Santo, podemos decir: “Mi lugar está aquí, y estoy feliz”.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 26 de abril de 2018

El Espíritu Santo: el Espíritu de la evangelización

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Hechos 2:1-21
Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra. Hechos 1:8 (NTV)

Confieso así de entrada que en mi infancia espiritual, anduve buscando una experiencia física que me asegurara que yo era del SEÑOR; como todo niño en Cristo soñaba con hacer “milagros y portentos” que dejaran a mis amigos y hermanos asombrados de las grandes cosas que yo haría en término de lo temporal; ignoraba en esos días la verdad bíblica de que “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17 RV60); tenía que empezar por comprender que más importante que hacer “cosas grandiosas” que me llevarán a la fama con mis dones, es poder mostrar el fruto del Espíritu Santo en mí: “En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!” (Gálatas 5:22-23 NTV).

De esta manera, lo que podamos hacer con nuestros dones espirituales, es temporal; pero el ser llenos  y controlados por el Espíritu de Dios, es eterno. ¡El Espíritu Santo no vino desde el cielo para glorificarme a mí, sino a JESÚS!: “Cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino que les dirá lo que ha oído y les contará lo que sucederá en el futuro. Me glorificará porque les contará todo lo que reciba de mí.” (Juan 16:13-14 NTV). Terminando con la idea de mi época infantil de la fe, en cierto sentido era algo como “si lo siento lo creo”; pero el Espíritu Santo, no bajó desde el cielo para satisfacer mis emociones, sino para ir mucho más lejos; el día en el cual creí por fe, solamente, fue el gran iniciio del obrar del Espíritu Santo en mí, Él mismo me irá perfeccionando: “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él.” (Colosenses 2:14 RV60). Por la fe le creemos a la Palabra de Dios, y el Espíritu Santo obra en nosotros para nuestro nuevo nacimiento; sigamos el mismo principio de la fe hasta nuestra glorificación final en el cielo: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” (Filipenses 1:6 RV60). ¡La vida cristiana normal es una hermosa aventura espiritual por fe y para fe, día tras día y momento tras momento! ¡Alabado sea el Señor!

Ahora bien, ¿quién es y que hace el Espíritu Santo? El Espíritu Santo es la tercera Persona de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Definitivamente es una Persona, no es una sombra etérea, vaga; tampoco es una fuerza impersonal. JESÚS mismo nos habló de Él y el resto del Nuevo Testamento también y nos lo presenta igual en todo sentido al Padre y al Hijo. El Espíritu Santo es poseedor de todos los atributos divinos. Tiene intelecto infinito: “En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios”. (1 Corintios 2.11), voluntad: “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere”. (1 Corintios 12.11) sentimiento: Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios”. (Romanos 15.30) Pero lo más importante todavía, Dios a través de Su Espíritu nos dirige a JESÚS y Su obra salvadora: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio…Él me glorificará; porque tomará de lo mío y os lo hará saber” (Juan 16.8, 14)

En efecto, sin el trabajo que realiza en Espíritu Santo por nosotros, antes de conocer a JESÚS, y en nosotros, después de haberlo conocido, no hubiéramos nunca llegado a conocer la salvación en JESÚS ni el avance hacia nuestra madurez espiritual. Por ello, el Espíritu Santo es el poder de la evangelización, porque Él es el ganador de las almas para Dios. Es mediante la obra del Espíritu Santo en nosotros que podemos realizar la evangelización, por eso dijo JESÚS: “Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.” (Hechos 1:8 NTV)

Uno de los grandes hombres de Dios y maestro de teología, el Dr. J. E Orr, describe al Espíritu Santo de esta manera:”El Comandante en Jefe del Ejército de Jesucristo, Señor de la Siega, supremo en avivamientos, evangelización y estrategia misionera. Sin Él todo está destinado al fracaso. Es nuestra responsabilidad, como cristianos, ajustar nuestros métodos y procedimientos a su estrategia, cuyo fin es despertar y dar vida a la Iglesia y la evangelización del mundo”. (Bright, 1971) Ciertamente el Espíritu Santo es el poder de la coseha.

Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
Mi corazón está lleno de gratitud porque en tu sabiduría infinita tomaste la iniciativa para salvar al ser humano pecador. No dejaste nada a la casualidad, todo lo preparaste a nuestro favor, eres el Autor de la Salvación, JESÚS es el Salvador y el Espíritu Santo el Administrador de Tu gracia. Ayúdame a ser un testigo tuyo por dondequiera que vaya, en el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Mucha gente pasa su tiempo buscando otro Pentecostés hoy, lo que hoy necesitamos es continuar la obra que se comenzó en Pentecostés para evangelizar al mundo perdido.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

miércoles, 25 de abril de 2018

La Biblia: el Libro de la evangelización

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: 2 Timoteo 3:10-17
Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 2 Timoteo 3:15 (NVI)

Si Dios es Dios, tenía que dejarnos un mapa infalible para llegar a dónde Él, está.

¡Ese mapa es la Biblia! Conocí al Señor JESÚS como mi Señor y Salvador en una Semana Santa, toda mi familia se fue a la playa, pero yo me quedé en casa, y como desde muy jovencito he amado la lectura, descubrí una Biblia que le habían regalado a un primo mío, y decidí pasar el día leyéndola. Hacía un año que había oído el Evangelio y una invitación pública para hacer la decisión para salvación en una de las dos noches en que el Dr. Billy Graham, predicó en Caracas, Venezuela, el 21 de enero de 1962. Pero en aquella mañana del 11 de abril de 1963, el Espíritu Santo me guió hacia Evangelio de Juan, lo leí dos veces y la segunda vez, mi mirada fue a la Oración Sacerdotal del SEÑOR JESÚS, al versículo 20 del capítulo 17: “Más no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos”. Bajo la convicción del Espíritu Santo, concluí que yo estaba leyendo precisamente la palabra de uno de Sus amados discípulos, así que JESÚS, ¡había orado por mí! Esa verdad me conmovió y como el salmista dije: “¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?” Salmo 8.4 (NVI), el entendimiento entenebrecido y mi espíritu muerto tuvo el toque divino y la gracia de Dios, vino a mí y creí. Comprender estas verdades, quitó la venda de mis ojos, confesé mis pecados y me arrepentí, y desde allí, le rendí mi vida a Él. Creí en JESÚS quien es la vida eterna porque la fe salvadora, viene por el oír la Palabra de Dios: De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe». (Romanos 1:17, NVI). Entonces, mi vida cambió para siempre. ¡El mapa -la Biblia- que Dios por medio de alguien puso en las manos de mi primo, no era para él, porque no la apreció, era para mí y me condujo a Sus pies!

Sería muy prolijo contarles en esta hora, a cuantos peregrinos en este mundo he conducido hacia Dios, utilizando este mismo mapa. Pero además, este libro sagrado me acompaña cada día porque la Biblia es mucho más que un libro religioso, con ella en la mano, en mi mente y el corazón, puedo contar y vivir estos hechos: Me hizo una persona nueva, renueva mi mente, está formando y moldeando mi carácter cada día, me libra del miedo del mañana, de mi culpabilidad de mi pasado, de cobardía frente al peligro, de antipatía y rencor hacia alguien, de pereza cuando hay que trabajar, de la envidia frente al éxito de los demás, de sabiduría espiritual para entenderme a mi mismo y a los otros, me hace ver que simplemente soy un cristiano a quien Dios mismo está construyendo y transformando cada día hasta que llegue a ser como JESÚS, transforma las circunstancias, derrota mis tentaciones, me levanta del fracaso al usarlo como oportunidad para empezar otra vez, me produce fe suficiente para iluminar las tinieblas, fuerza abundante para cumplir las tareas que Él me asigna, me enseña la lealtad necesaria para cumplir con los propósito del reino de Dios en esta tierra, me ayuda a conocer y superar mis limitaciones, sabiduría para enfrentar las demandas normales del vivir humano, me da el poder para ayudar a otros para aconsejarlos y levantarlos si han caído, hace posible que ya palpe desde el aquí y el ahora las bendiciones que Dios nos tiene guardados para los que le aman, puedo decir, enseñar, escribir, predicar, y cantar una nueva canción, no por lo que alguien me ha dicho, sino por lo que yo mismo he experimentado por más de cinco décadas, he levantado mi vida, fundado un hogar y ser parte de la familia de Dios guiados por sus consejos. Verdaderamente: ¡Este libro está vivo! ¡No podemos vivir ni morir sin la Palabra de Dios!

Por eso, y por muchísima más razones, pido la palabra y propongo que la Biblia, sea el libro de la Patria Nueva. Porque tengo una visión y una pasión que algún día se diga que la nación en donde nací, es el pueblo de Dios: “¡Dichoso el pueblo que recibe todo esto! ¡Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor!” (Salmo 144:15,NVI).

Agradece al Señor por el regalo de la salvación que nos dejó en Su Palabra, y ora para que las verdades eternas de la Palabra, hoy se encarnen en ti y confirmes esta verdad: La Biblia es el libro de la evangelización.

Oración:
En esta mañana mi alma y mi espíritu te busca porque quiero y anhelo estar en comunión contigo en este día. ¡Gracias por dejarme este Libro Sagrado que me guió y me guía hacia ti! ¡Gracias por aquel día en que me llamaste para darme las riquezas de tu fiel compañía y he palpado tu presencia bienaventura cada día por más de medio siglo! ¡Gracias por ayudarme en cada situación en que me ha tocado compartir con otros el Kerigma, tu Mensaje; te ruego una bendición especial para cada uno de los que has puesto en sus corazones que te busquen y de los evangelizadores prestos a llevar esta comida celestial a otros en todo lugar, en cualquier hora y cualquier precio. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Dios y Su Palabra nos guían en las tormentas de esta vida, y también nos llevaran al puerto seguro al salir de aquí. ¡No pierdas tiempo! ¡Léela y vívela!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

martes, 24 de abril de 2018

Evangelizar: el mejor regalo a la patria

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Jeremías 31:1-17

El ser humano necesita una patria para sentirse completo en esta tierra. Patria deriva del latín "patria", familia o clan, "patris", tierra paterna, "pater", padre. La patria es la tierra natal o adoptiva formada como nación a la que sentimos amar por vínculos familiares, jurídicos, históricos y afectivos. Patria es el recuerdo enmarcado de una época anterior que se remonta a la infancia. Patria es cabalgar en esta tierra llevando muy dentro de nosotros, todo aquello que nos dio un motivo primario para vivir. Allí contemplamos a nuestros padres, hermanos, los abuelos y demás familiares y amigos; patria es  el olor de la comida en las distintas estaciones del año, es la música cuyas notas se grabaron en nosotros para siempre; patria es la honra a los símbolos nacionales: el himno, el escudo y la bandera. La patria es la geografía que llevamos grabadas muy dentro de nosotros: las montañas, los ríos, el mar, los llanos, los pueblos y las ciudades; patria es nuestra cultura, y esa forma de hablar tan natural en que nosotros mismos no sentimos el acento particular que nos une, hasta no estar lejos de esa patria en que nacimos. La patria nos dice algo porque nos recuerda otra realidad, algo que nos fascinó en otro tiempo, que puso fuego en nuestro corazón, que irrumpió en nosotros desde el cielo cuando determinó que naciéramos allí.

Patria es el reconocimiento a nuestros héroes nacionales. Aquellos que lucharon, entregaron sus fortunas y regaron el suelo patrio con su sangre para darnos una nación libre, independiente y soberana. Patria también son aquellos hombres y mujeres que luchan en silencio para darnos un presente y un futuro mejor: los científicos, los literatos, los poetas, los deportistas, los maestros y profesores que moldean el carácter de nuestros hijos y nietos al sembrar en ellos valores del espíritu.

Lamentablemente, el significado de patria suele estar unido a connotaciones, políticas, ideológicas que degradan el verdadero sentido de la patria, reduciéndolo a manipulaciones demagógicas y el uso propagandístico con fines únicamente utilitarios para llenar las ambiciones del poder de turno. Así ocurría también en los días del profeta Jeremías. Los israelitas fueron dominados y sometidos a una tiranía que los llevó fuera de la patria. ¿Todo estaba perdido para los cautivos? No. Dios tenía un mensaje para ellos: Se vislumbra esperanza en tu futuro: tus hijos volverán a su patria —afirma el Señor—. ¡Que nadie nos quite el sueño de una patria nueva y que luchemos por ella siendo mejores ciudadanos!

Por encima de todo, patria es gente. Gente que viene y va, gente que nace y muere, gente que es: espíritu, alma y cuerpo. Además de todas las carencias materiales, sociales, culturales, necesita saber las buenas noticias de salvación en JESÚS: Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Así como nacimos en una nación y somos ciudadanos de ese país. Necesitamos nacer como ciudadanos de la patria celestial:Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad” (Hebreos 11:16). ¡Esa ciudad es la Nueva Jerusalén! Allí JESÚS, está preparando un lugar para nosotros (Juan 14:1-3).

Verá, cuando voy a la Palabra de Dios, en el Salmo 144:12-15, allí vislumbro al salmista David soñar con la Patria Nueva. Si usted es un cristiano nacido de nuevo, sabrá que esa patria no podemos lograrla sino a fuerza de oración, evangelización y el discipulado de los alcanzados para enviarlos hasta que no quede ninguno sin evangelizar y discipular. Por eso el Apóstol, dijo: “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me siento constreñido a hacerlo; y ¡ay de mí si no anuncio el evangelio!” (1 Corintios 16:9, RVR1977).

Alguien dijo sobre el tema que nos ocupa: Hacer otra cosa en la iglesia y no evangelizar a la patria es como reacomodar los muebles cuando la casa está en llamas.” Por eso creo que evangelizar es el mejor regalo a nuestra patria.

Oración:
Amado Padre Celestial:
Mi corazón viene lleno de gratitud delante de Ti por haberme permitido conocer que cualquier lugar en que nací y en donde vivo, no es mi verdadera patria. Soy un extranjero en este mundo que va de paso, hacia la patria que Tú me tienes en el cielo. Ayúdame a proclamar en un mundo perdido, Tu amor y salvación, en el nombre de JESÚS, amén.
Dios es creador de los seres humanos, y naciones. Hagamos que nuestra patria vuelva a Él.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?


lunes, 23 de abril de 2018

Evangelizar: el mejor regalo al reino de Dios

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Marcos 1:9-19
Diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. Marcos 1:15 (RV60)

Todo el mensaje de la Biblia, se puede resumir de esta manera: “A través de Cristo, Dios en su gracia está edificando un reino de personas redimidas, para gozo de ellas y para gloria de Él.” (Kendel H. Easley) De modo que evangelizar es anunciar y extender el reino de Dios hasta que el Señor JESÚS, retorne en Su gloria como Él mismo lo anunció. De manera que, ningún esfuerzo en la evangelización se pierde. Este reino, se anuncia y con ello se planta la semilla, luego se cultiva y se cosecha. ¿Qué puedo hacer en mi breve paso por esta vida que tenga repercusión para aquí -en el ahora y para la eternidad futura-? El mejor regalo que podamos darle a Dios, es llegar a apropiarnos de la salvación eterna por fe y por el arrrepentimiento de nuestros pecados a nuestro Señor y Salvador JESÚS. Él es la vida eterna: “Jesús le contestó:—Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.” (Juan 14:6, NVI). En virtud de ello, su gran discípulo Juan que se especializó en las palabras del SEÑOR, escribió:Y este es el testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” (1 Juan 5:11,12, NTV). ¡Más claro imposible!

Ahora bien, el reino de Dios fue planeado desde antes de que el mundo fuese:y de hacer entender a todos la realización del plan de Dios, el misterio que desde los tiempos eternos se mantuvo oculto en Dios, creador de todas las cosas. El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales, conforme a su eterno propósito realizado en Cristo Jesús nuestro Señor”. (Efesios 3:9-11 NVI). El tiempo de Dios dice el término griego que no se mide por nuestro reloj ni nuestro calendario, el reino de Dios se encarnó en JESÚS. A este reino pertenecen todos los hijos de Dios, los nacidos de nuevo. Porque a este Reino se nace por el arrepentimiento y la fe del futuro ciudadano del reino que pone en JESÚS, toda su esperanza y confianza para la salvación eterna. JESÚS vino a devolver el reino a Dios, que es Su Dueño, y que estaba bajo el dominio de Satanás desde la caída en desobediencia de Adán y Eva.

Cuando Juan el Bautista le manda a preguntar con sus discípulos: “¿Eres tú aquel que había de venir, o esperamos otro? JESÚS, les mostró el poder de Su reino: “Los ciegos ven, los cojos andan, los que tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncian las buenas nuevas”. (Mateo 11:4-5 NVI). Pero la máxima demostración de Su poder se encuentra en Su muerte y en Su resurrección.

El reino de Dios fue parte del mensaje que predicaron Sus primeros discípulos: “Señalaron un día para reunirse con Pablo, y acudieron en mayor número a la casa donde estaba alojado. Desde la mañana hasta la tarde estuvo explicándoles y testificándoles acerca del reino de Dios y tratando de convencerlos respecto a Jesús, partiendo de la ley de Moisés y de los profetas”. (Hechos 28:23 NVI).

De esta manera el reino de Dios es tanto una realidad pasada como presente y futura. Al final de la historia como la conocemos hoy, Dios tendrá a Su lado dos clases de seres: los ángeles y los seres humanos que compondrán Su familia por toda la eternidad.  Los seres humanos, que obtuvieron por fe en la Palabra y la obra del Espíritu Santo, y el arrepentimiento de sus pecados, el nuevo nacimiento, y por ello la entrada al reino, morarán eternamente con JESÚS en Su reino  que es la manifestación final de Su soberanía y de Su justicia. Es indispensable nacer de nuevo por la fe en el SEÑOR del reino, JESÚS: “El que en Él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3.18) Como lo sabemos, este “creer” no es algo meramente intelectual, en realidad la palabra quiere decir “depositar únicamente en JESÚS nuestra confianza para la salvación eterna”, volvamos otra vez a la afirmación de JESÚS: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6)

Como lo han hecho los hombres y mujeres nacidos de nuevo a través de los siglos, debemos llevar el mensaje de la salvación, el mensaje del reino,  porque evangelizar es el mejor regalo que le hacemos al reino de Dios.

Oración:
Amado Padre Celestial:
A ti sea la gloria en la iglesia y en tu reino en JESÚS por todas las edades. Te agradezco tu revelación a los seres humanos a través de la Biblia, tu Palabra santa y por haber enviado a tu único Hijo JESÚS para levantar un pueblo que morará contigo para siempre. Ayúdame a ser parte del alcance de los seres humanos con amor y la eficacia conforme a tu plan, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Las iglesias locales son agencias del reino de Dios en cada lugar en que se plante una. Más sin embargo, iglesia no es un lugar, sino la gente que la compone. Eso va desde una casa de familia hasta el templo más hermoso de la comunidad.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

viernes, 20 de abril de 2018

“Pedid y recibiréis”

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Juan 16:16-24
De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido. Juan 16:23,24 (RV60)

“Pedid y recibiréis” es el desafío del SEÑOR JESÚS, la Segunda Persona de la Trinidad. En efecto, en el conocido y largo discurso de JESÚS a sus apóstoles la noche en que fue entregado para morir, está lleno de hermosas promesas para nosotros sus discípulos, entre ellas, contestar nuestras oraciones. Podemos hacernos esta pregunta: ¿Qué garantía tenemos de que Dios conteste nuestras oraciones de peticiones personales?

“Pedid y recibiréis” es la promesa basada en las Sagradas Escrituras: “Dios no es un hombre, por lo tanto no miente.  Él no es humano, por lo tanto no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar?  ¿Alguna vez prometió sin cumplir?” (Números 23:19 NTV). Como dijera el gran misionero Stanley Jones, “hay algunas cosas que Dios no dará hasta que  las queramos suficientemente para pedirlas”…

“Pedid y recibiréis”, es la exhortación que el mismo JESÚS hace y que Sus discípulos hemos creído en todos los siglos a través de la historia de nuestra fe. Sí, tenemos que orar en el ejemplo de JESÚS y también en el nombre de JESÚS. En efecto, el Señor dijo: “Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13:15 RV60). Podemos recordar de JESÚS -cuyo nombre fue escogido aún antes de la fundación del mundo-, que cuando el ángel Gabriel anunció a María que iba a concebir a un Hijo por obra y gracia del Espíritu Santo, le dijo: “Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS” (Lucas 1:31 RV60). ¡JESÚS vino y nos dio ejemplo de cómo vivir para la gloria de Dios! El mundo lo reconoce como un Ser Humano extraordinario en su humildad y servicio a los demás. También nos dio ejemplo en una vida de oración muy estrecha con su Padre, de tal manera que leemos: “Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar…” (Lucas 11:1 RV60).

“Pedid y recibiréis” no es opción, sino una orden reiterada que nos dejó el SEÑOR para nuestro transitar en un mundo lleno de problemas y peligros para el discípulo nacido de nuevo. Así es, JESÚS nos pidió que orásemos en su nombre: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo” (Juan 14:13; y también dijo: “En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; “pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” (Juan 16:23,24 RV60). Fíjese bien que cuando oramos en el nombre de JESÚS, “lo haré” (Juan 14:13) dice el Señor; luego cuando oramos en el nombre de JESÚS: “cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará” (16:23); después nos reclama: “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” (16:24). ¡El gozo de Dios es completar el gozo y las oraciones de sus hijos! Entonces, hay que tomar en serio las promesas de Dios, y el desafío que hizo el mismo JESÚS: “Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y encontrarás; sigue llamando, y la puerta se te abrirá” (Mateo 7:7 NTV). Una de las cosas que más impacto me causó al llegar a la iglesia fue el escuchar al final de las oraciones, “te pido todo esto en el nombre de JESÚS…” ¡Yo estaba acostumbrado a rezar en otros nombres pero estas oraciones eran diferentes!

“Pedid y recibiréis” es nuestra garantía como hijos de Dios. En verdad, JESÚS es la única respuesta de Dios frente a todas las necesidades del ser humano, Él, el Hijo de Dios, se ganó ese derecho: “Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios  fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos, adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios  y murió en una cruz como morían los criminales. Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla  en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:5-11 NTV).

Verá, ¡terminar sus oraciones en el nombre de JESÚS, no le da un poder mágico a sus oraciones! La validez de orar en el nombre de JESÚS, consiste en hacer mis peticiones con humildad, reconociendo que no tengo ningún mérito en mi propia persona, para acercarme a Dios. Así que cuando oramos, lo hacemos, tanto en el ejemplo de JESÚS como en su Nombre. De esta manera, nos dice el Hijo de Dios: “Pedid y recibiréis.”

Oración:
Padre eterno, dame la capacidad, la voluntad y el amor que necesito para hacer lo que Tú harías en mi lugar. Te ruego que atiendas a mi petición. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Pedir en el nombre de JESÚS es orar en el ejemplo que Él nos dio a través de la comunión con su Padre, y el amor hacia el prójimo.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?


jueves, 19 de abril de 2018

¡Dios oye y responde!

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: 2 Crónicas 7: 11-17
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7:14 (RV60)

Al principio de mi vida cristiana el mentor inicial que el Señor puso a mi lado fue mi inolvidable amigo y hermano, Adonis Rodríguez, quien ya está con el Señor. En aquellos días decidimos que la oración nos acompañaría el resto de nuestras vidas en esta tierra. No solamente orábamos por nosotros, lo cual de paso es bueno; sino también en lo colectivo intercedíamos por nuestra nación y la evangelización del mundo. Después en el Seminario, tuve dos compañeros de oración, el Dr. Roy Lyon y mi amado compañero de estudios Jacobo García Miranda. Por lo tanto, no fue extraño que tan pronto como fui nombrado en una posición para presentar un plan de evangelización para toda la obra, señalé tres movimientos: oración, evangelización y discipulado. Aunque esto fue palpable en los eventos que realizábamos, ningún otro ha mostrado mejor este énfasis que antes, durante y después de nuestras Marchas Evangelizadoras. Estábamos convencidos de que ¡Dios oye y responde!

De hecho, en la cuarta marcha evangelizadora -la cual realizamos en el Campamento de la Guásima cerca de Valencia, en los días de 11 al 16 de agosto de 1980, en Venezuela-, allí estrenamos un letrero gigante que cubría la pared del santuario principal; todavía lo recuerdo, letras azul marino sobre un lienzo blanco, y el símbolo del Departamento de Evangelización en aquellos años, la paloma representando al Espíritu Santo y descendiendo sobre un corazón encendido con lenguas de fuego alrededor. ¡Eso mostraba nuestra pasión por JESÚS! Allí estaba escrito, el versículo que encabeza nuestro devocional en este día y que sería el texto lema de nuestro movimiento de oración. Luego en una colina abrimos una carpa, representando el “lugar santísimo” (Hebreos 10: 19-22), con espacio para orar diez personas, allí estaba nuestro amado oratorio en donde por primera vez en nuestra obra, ¡los marchistas oraban las 24 horas al día! Nuestros predicadores invitados aquel año el Rev. Germán Núñez Bríñez y el Rev. Santiago Crane, y un grupo de pastores venezolanos, lo inauguramos. La oración dejó de ser un lema y se volvió acción hasta el día de hoy en nuestra amada obra venezolana. Allí surgió a plenitud la “Operación 6,3,9”… ¡Grandes cosas ha hecho el Señor a través de sus hijos en esa amada nación! Por eso, hoy podemos decir, a la luz de 2 Crónicas 7:14 ¡Dios oye y responde!

En aquellos años, Dios puso a mi lado a hombres y mujeres de oración, entre muchos de ellos: Rosa de Elcure, Bertha de Duque, ellas oraban y ayunaban, un día específico por la Marcha Evangelizadora; luego mi equipo de coordinadores de evangelización, nos levantábamos muy temprano y orábamos hasta el amanecer; se destacó en la oración, entre todos nosotros, un hombre sencillo; un hombre de oración, el hermano Jesús Bolívar, a principio de mi ministerio en la evangelización de la patria Dios lo puso como mi compañero de viaje; así que ya fuera por motivos de viaje u otras cosas, iba muy temprano a buscarlo a su casa; comprobaba que el hermano Bolívar, ya había pasado un tiempo largo de oración con el Señor; entonces, lo encontraba arrodillado y su camisa empapada del sudor matutino por sus oraciones intercesoras; también podía ver una lista de peticiones que tenía en la pared, con los nombres y necesidades de todos sus hermanos y amigos que hacíamos durante los viajes. Con razón, cuando íbamos por esas iglesias por los lugares en que habíamos pasado, lo escuchaba preguntar a alguna hermana o hermano: “Y su hijo Juan, ¿ya venció a las drogas?”, y al responderle afirmativamente. El hermano Bolívar,  se detenía, y decía: ¡Gracias Padre, yo sabía que lo habías hecho! Después por el camino no hacía sino elevar oraciones de acciones de gracias por las respuestas a sus oraciones específicas. ¡Alabado sea el Señor! Sí, en efecto: ¡Dios oye y responde!

Oración:
Padre, gracias por ser un Dios lleno de misericordia, amor, gracia y perdón. A Ti podemos acudir con fe porque Tú oyes y respondes. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Saber que Dios oye y responde conforme a Su voluntad confirma que ningún esfuerzo que hagamos en Su obra, es en vano.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

miércoles, 18 de abril de 2018

¿Será el fin del mundo hoy?

Francisco Aular                                            
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Mateo 24:29-51
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mateo 24:36 (RV60)

En los años 60 una emisora evangélica que transmitía sus programas bíblicos, desde California, era una bendición para gran parte del mundo, llevando el mensaje de salvación. Sin embargo, Family Radio, cayó en manos de Harold Camping, un hombre que echando números, llegó a la conclusión de que “El Día del Juicio Final del mundo sería el sábado 21 de mayo de 2011.” Uno puede entender las muchas veces que sectas como la de los Testigos de Jehová, han vaticinado el fin del mundo, y por supuesto, se han equivocado porque son históricos fracasos; también surgió otra fecha, en los últimos años, se han incrementado los creyentes esotéricos que afirman que el fin del mundo sería el 21 de diciembre del año 2012; y en este día hoy 18 de abril de 2018, por las redes sociales se nos anuncia que de hoy, será el fin de la historia de la humanidad porque seres extraterrestres, serán los nuevos dueños del mundo… Bueno, todas estas fechas vinieron, se anunciaron y no ocurrió nada.

La postura de todos esos movimientos que están alejados del conocimiento bíblico, uno hasta los puede entender, es su negocio predicar lo que denominaría la “teología del miedo”. Algunos han escrito sus libros que han hecho impacto en los millones de lectores de la literatura esotérica. Esos autores y sus editoriales han amasado fortunas. Más me entristeció la postura del ya fallecido, Harold Camping y su grupo, por sus escritos me pareció un hombre de Dios, y demuestra un gran conocimiento de la Biblia. Pero como tantos otros, estubo preocupado hasta la locura religiosa con la idea de que el mundo se va a acabar.

Verá, el esfuerzo que emprendió Family Radio, promoviendo el final del mundo, debió costarles millones de dólares, ¡Claro si el mundo se va a acabar mejor es gastar que ahorrar! Hicieron un esfuerzo mundial para llamar a las personas a buscar a Dios, y advertían que solamente los creyentes se salvarían. En estados Unidos y en Canadá, esa emisora colocó centenares de vallas publicitarias, en las que anunciaban su mensaje apocalíptico; los seguidores de Harold Camping, dejaron todo para llevar el mensaje de su profeta, pudimos verlos con sus autobuses que se desplazan de un lado a otro de la nación estadounidense, llevando sus creencias, y digamos sinceramente, su miedo contagioso. Sé que en esos hombres y mujeres se veía sinceridad, no dudé que habían depositado su fe en las predicciones de su líder; pero ya lo sabemos uno puede ser sincero en lo que cree e ir hasta el delirio, y estar, sinceramente, equivocado.

El miedo. Siempre el miedo. Esa manía de asustar a la gente, ¿Dónde queda lo que dijo el Señor?: Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. ¿Podemos creerle a JESÚS ó a los falsos profetas que aún se pueden levantar dentro del pueblo de Dios? ¿Es solamente miedo el mensaje que un autor cristiano tiene para la humanidad? ¿Dónde quedan la fe, la esperanza y el amor? ¿Donde está el arcoíris en medio de las tormentas que nos amenazan? ¿Dónde está el hecho de que cuando venimos a JESUS somos hechos familia de Dios y por lo tanto coherederos de todas las riquezas de la gracia de Dios? ¿Dónde esta el resplandor de cada amanecer después de la noche oscura? ¿Dónde está la misericordia de Dios, nueva cada mañana? ¿Dónde se ve la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento? El apóstol Juan ante su experiencia sobrenatural del Cristo resucitado, quedó paralizado de miedo, él mismo lo cuenta: “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.” (Apocalipsis 1:17,18 RV60).  

Sí, yo creo de todo corazón que mi amado JESÚS vendrá un día de estos, Juan dice: “He aquí que viene con las nubes” (Apocalipsis 1:7). Él vino desde el cielo en una Navidad, murió por nuestros pecados en un Viernes Santo, pero resucitó un Domingo de Resurrección. Ahora, Él, viene otra vez. La Biblia dice que Él nos ama, ése es el punto central de nuestra teología cristiana, el amor de Dios. Una cosa es venir al Señor por miedo, y otra muy diferente venir a Él por gratitud del pecador perdonado. Le amamos, porque la Biblia dice que “Él nos amó primero”. Vengamos al Señor y rindamos todo nuestro amor a Él, sí viene hoy o si lo hace en la próxima década, ó tal vez dentro de mil años, no es asunto suyo, ni mío. No hay diferencia en cuanto al día ni la hora, porque lo repetimos, Él dijo: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.” (Apocalipsis 1:17,18 RV60). Reiteramos: ¿Viene JESÚS hoy? Él mismo nos dijo: Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. (Mateo 24:36, RV60).
Oración:
Mi amado Padre Celestial:
Ayúdame en este día, a no poner un velo sobre mi visión de ti, vivo y triunfante; a seguir contemplando las palmeras y las aguas azules y el brillar del sol en un ocaso; quiero oír el sonido de la brisa, y palpar la alegría en medio del bullicio de los niños; no quiero ser un profeta del miedo, sino el cantor del la vida nueva que tú nos das, cuando arrepentidos venimos a ti. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Si anhelas el retorno de JESÚS, tienes muchos motivos para vivir sin temor y disfrutar la felicidad sin fin.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?