Francisco Aular
Lectura devocional: 1
Tesalonicenses 2:1-16
Por lo
tanto, nunca dejamos de darle gracias a Dios de que cuando recibieron su
mensaje de parte nuestra, ustedes no consideraron nuestras palabras como sólo
ideas humanas. Tomaron lo que dijimos como la misma palabra de Dios, la cual,
por supuesto, lo es. Y esta palabra sigue actuando en ustedes los que creen. 1 Tesalonicenses 2:13
(NTV)
Solo existen tres clases de
personas en el mundo de hoy. Los que ignoran que está pasando en el mundo; los
que creen saber lo que está pasando, y lo que conocen y le creen a la Biblia.
¡Palabra viva! “Y esta palabra
sigue actuando en ustedes los que creen”…Aun cuando amamos la Biblia por lo que
ella es, y por lo que hace, es fundamental que la amemos por lo que podemos
hacer con ella en nuestras manos. Justamente el Salmo 119, que es un himno a la
Palabra de Dios, nos dice: “¡Oh, cuánto amo tus enseñanzas! Pienso en ellas todo el día (…) Mira cómo amo
tus mandamientos, SEÑOR. Por tu amor inagotable, devuélveme la vida.”
Vs.97, 159.
¡Palabra viva!En efecto, nunca podremos crecer hacia
la madurez espiritual, si ignoramos la Biblia, si dedicamos poco tiempo o no
dedicamos ninguno, a conocer y creerle a Dios por medio de su Palabra. En el
mismo grado que creamos a la Palabra de Dios y la apliquemos en nuestro diario
vivir, Dios derramará su poder, su gracia, amor y perdón, sobre nuestras vidas.
Así que la Palabra de Dios tiene que llegar a ser parte real y efectiva en
nuestra vida devocional, doctrinal y discipular. ¿Qué ocurre cuando dejamos que
la Palabra de Dios actúa en nosotros? “Jamás olvidaré tus mandamientos, pues
por medio de ellos me diste vida.” V.93 ¡Nos da vida! Notemos otra promesa que
nos hace Dios en la Biblia: “¿No quema mi palabra como el fuego? —Dice el SEÑOR—.
¿No es como un martillo poderoso
que hace pedazos una roca?” (Jeremías 23:29 NTV) ¡Dejemos que la Palabra
de Dios, haga su trabajo en nuestros corazones!
Pues bien, a la luz del versículo de hoy: “Tomaron lo que dijimos
como la misma palabra de Dios, la cual, por supuesto, lo es. Y esta palabra
sigue actuando en ustedes los que creen.” Nos hacemos esta pregunta: ¿Qué
debemos hacer con la Biblia para que siga actuando en nosotros? Sin duda
encontramos en varios versículos del Salmo 119, la respuesta: Debemos tener la
Biblia en alta estima: “Tus enseñanzas son más valiosas para mí que millones en oro y plata.” V.72;
a la Biblia debemos estudiarla, y obedecerla: “A medida que aprendo tus justas
ordenanzas, te daré las gracias viviendo como debo hacerlo. Obedeceré tus
decretos; ¡por favor, no te des por vencido conmigo!”; debemos memorizarla: “He
guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti.” V.11; debemos
meditar las enseñanzas de la Biblia: “Hasta los príncipes se sientan y hablan
contra mí, pero yo meditaré en tus decretos. Tus leyes me agradan; me dan
sabios consejos.” Vs.23,24; debemos creer y confiar en la Biblia: “Entonces
podré responder a los que se burlan de mí, porque confío en tu palabra. No
arrebates de mí tu palabra de verdad, pues tus ordenanzas son mi única
esperanza.” Vs.42, 43; Debemos guardar y obedecer a la Biblia: “Nos has
ordenado que cumplamos cuidadosamente tus mandamientos. ¡Oh, cuánto deseo que
mis acciones sean un vivo reflejo de tus decretos!” Vs.4, 5; debemos
compartir lo que Dios nos ha enseñado por su Palabra: “Que mi lengua cante de
tu palabra, porque todos tus mandatos son correctos.” V.172. Así que con la
ayuda del Señor la Biblia es para mí: ¡El mejor Libro, elevado al mejor lugar
con el mejor propósito! Sí, la Biblia es ante todo: ¡Palabra viva!
Oración:
Oración:
Amado Señor:
Aquí estoy
con tu Palabra abierta que es como
fuego que purifica mi ser, como la miel que endulza mi paladar, como el
martillo que quebranta la piedra de mi orgullo y vanidad, forastero soy en esta
tierra en tus mandamientos meditaré y con ellos viviré para siempre, que
abatida hasta el polvo sea mi alma para que me vivifiques con tu Palabra, esta
Palabra tuya me “dice lo que soy, de quien vine y a quien voy”. Ayúdame a
proclamar esta Palabra con la oración de que no vuelva vacía. En el nombre de
JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Así que con la ayuda del Señor la Biblia es para mí:
¡El mejor Libro, elevado al mejor lugar y con el mejor propósito!
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
alguna lección por aprender?
¿Existe
alguna bendición para disfrutar?
¿Existe
algún mandamiento por obedecer?
¿Existe
algún pecado por evitar?
¿Existe
algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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