Francisco Aular
Lectura
devocional: 2 Tesalonicenses 3:6-13
El que se esfuerza en su trabajo tiene comida en
abundancia, pero el que persigue fantasías no tiene sentido común. Proverbios 12:11 (NTV) Si
alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 2 Tesalonicenses 3:10b (RV60)
Dicen algunos historiadores que en los
primeros siglos de nuestra era, los emperadores romanos en medio de la gran necesidad
y situación de pobreza del pueblo, inventaron un sistema para mantener a las
multitudes entretenidas, ellos lo llamaron pan y circo, de acuerdo a Wikipedia,
“Panem et circenses, es decir, pan y circo; es una locución latina peyorativa,
que en la actualidad describe la práctica de un gobierno para mantener
tranquila a la población, ocultar hechos controvertidos y permite proveer a las
masas de alimento y entretenimiento de baja calidad y con criterios
asistencialistas”.
Viendo el panorama del mundo actual,
podemos decir que ese mismo grito atravesó los siglos y nuestra generación está
conformándose con lo mismo, la limosna de los gobiernos. Esto nos dice que la
humanidad ha cambiado muy poco, le encanta cambiar el sistema de trabajo que lo
lleva a la abundancia por la diversión pasajera que se les ofrezca para
mantenerse en la dependencia y la pobreza. Así los pobres son siempre
necesarios para justificar la asistencia pública. Pan para no morirse de
hambre, en vez de un trabajo que dignifica, y circo para distraerse en vez de
la obra duradera de la educación. El proverbista en el versículo de hoy, lo
escribe en forma de poema en hebreo, pero ese mensaje nos llega todavía: El que se esfuerza en
su trabajo tiene comida en abundancia, pero el que persigue fantasías no tiene
sentido común. El principio es
universal y por aquel mismo tiempo, el filósofo chino Confucio, dijo: “Dale a
un hombre un pescado y comerá un solo día; enséñalo a pescar y comerá todos los
días de su vida”.
Por otra
parte, la Biblia enseña que a JESÚS, al inicio de su ministerio, Satanás lo
tentó con sus promesas de pan y circo que le habían dado muy buen resultado con
nuestros primeros padres, Adán y Eva, pero el Hijo de Dios le respondió: “No
solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
(Mateo 4:4; RV60). Sin duda que Dios sabe que tenemos necesidades fundamentales
como el comer y el beber, pero, “¿no es la vida más que el alimento?”, exclamó
JESÚS en sus enseñanzas al
respecto (Mateo 6:25), alimentar nuestra alma y espíritu con la Palabra de Dios
es prioritario, y poder decir como
el profeta Jeremías: “Cuando se presentaban
tus palabras, yo las comía; tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de
mi corazón …” (15:16; LBLA). ¡Esta es la comida que no perece!
Pues bien, en
cuanto al “circo” que el mundo nos ofrece, el ser humano de hoy es distraído
por la diversión en las cosas de esta vida y la indiferencia ante el llamado de
Dios y su Palabra. Por una parte, la publicidad le vende la mentira de que
estará en este mundo para siempre, por lo tanto, la muerte es algo que se
disfraza y no se menciona; indiferente sobre cuál será su destino después de
esta vida, se sumerge en la fantasía de las diversiones, estrategia que maneja
Satanás para mantener al ser humano en esta triste condición: muerto espiritual
(Efesios 2:1,2); ciego de mente (2 Corintios 4:4); encadenado por el diablo (2
Timoteo 2:26); bajo el poder del maligno (1 Juan 5:19), por ello, la admonición
de Pablo a su amado discípulo Timoteo también deben ser para nosotros: “No pierdas el tiempo discutiendo sobre
ideas mundanas y cuentos de viejas. En lugar de eso, entrénate para la sumisión
a Dios. «El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a
Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la vida que
viene» (1 Timoteo 4:7,8). Del mismo modo, hay que hacerle caso a Salomón que
definió todo lo que se hace debajo el sol como “vanidad de vanidades”, y por
ello escribió: El que se esfuerza en su
trabajo tiene comida en abundancia, pero el que persigue fantasías no tiene sentido común. Proverbios 12:11 (NTV) Poniendo en práctica ese consejo, nos ayudará a no sucumbir, como otros, que caen bajo la trampa de ¡pan
y circo!
Oración:
Padre
Celestial:
Hoy
resuelvo llenar mi vida con tu Palabra, de modo que sus verdades me eleven a
ti. Bien sé que solo JESÚS tiene palabra de vida; Él es mi pan; ¡Él es la
fuente que calma mi sed de ti! SEÑOR, ayúdame a divertirme con la alegría tuya,
con tu gozo santo y a contagiar a otros con tu amor, fe y esperanza. En el
nombre de JESÚS. Amen.
Perla de hoy:
No te
distraigas con la trampa de pan y circo que te da comida por un día, pero te
esclaviza toda la vida. ¡Sé libre!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de
su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual
pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por
aprender?
¿Existe alguna bendición para
disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a
obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para
llevarlo conmigo?
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