Francisco Aular
faular @hotmail.com
Lectura devocional: Proverbios 31:10-31
Sus hijos se levantan y la felicitan; también su
esposo la alaba: “Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú las superas a
todas.” Proverbios 31:28,29
(NVI)
He escuchado muchas alabanzas
a la madre en las funerarias y en los cementerios. Pero tales homenajes siempre
dejan la sensación que llegaron tarde, sino la honraron en vida, así que de
poco sirven. Me uní desde el principio a la celebración del Día de la Madre,
porque es un sentimiento legítimo que una madre aspire que en su madurez y
vejez como ser humano, escuchar palabras de gratitud tanto de sus hijos como del
esposo. El reconocimiento de los hijos a las madres, llega en retribución al
amor que la madre da y les hizo llegar a ellos. Amor maternal que se expresa en
infinidades de detalles hacia los hijos y el esposo, vale decir hacia el hogar
y la familia. Bien se ha dicho que la madre es consejera, maestra, doctora,
cocinera, lavandera, planchadora, limpiadora y muchos otros oficios que
generalmente, lo realiza, cuando nadie la ve. Lo hacen de tal manera que no
esperarían nada en gratificación, ¡eso las hace más grandes todavía y más
merecedoras de gratitud por nuestra parte!
¿Qué podemos hacer para honrar
a nuestras madres en su día? Indudablemente, ella agradecerá en primer lugar
nuestra compañía. En nuestras congregaciones, por lo general, hacemos dos tipos
de programas, uno social en donde pasamos un tiempo especial de compañerismo
con comida y reconocimientos especiales hacia nuestras madres, e igualmente un
programa con predicación sobre el valor de las madres cristianas, la Biblia
tiene muchos pasajes dirigidos para honrar a la mujer, por ejemplo, Proverbios
31:10-31, es uno de los favoritos. Los poemas y canciones compuestas para ellas
son parte de esa liturgia del Día de la Madre. ¡No existe congregación por
pequeña o grande que sea que no haya un homenaje a las madres en su día!
Creo que fue en 1970, para la
celebración del Día de la Madre que fui a la Librería El Faro de Caracas, y
allí estaba un “Long play” Con una caratula que decía: Para ti madre mía, tenía la fotografía de un ramo de flores a todo color,
sobre un fondo blanco. Compré uno para mi esposa. Mary y yo, lo oímos. Tenía
unas canciones bellísimas. Regresé y compré más para todas las madres de la
familia. En ese tiempo trabajaba como fotógrafo clínico en el Hospital Vargas
de Caracas, traje mi tocadiscos portátil, reuní a las secretarias y puse la
música, se volvieron locas, y hoy en día en las casas de aquellas secretarias,
de los técnicos y los médicos, en sus discotecas personales, deben estar
sonando todavía esas hermosas canciones…
Siempre afirmo que ningún
esfuerzo que hagamos en el reino de Dios se pierde. Ayer, escuché nuevamente
esas canciones y di gracias al Señor por el poeta y compositor venezolano José
Gregorio Rivas, un pastor y maestro de escuela de San Fernando de Apure, hoy el
hermano Rivas, tiene 88 años de edad, ¡todavía es pastor y maestro emérito!
Está rodeado de amor y respeto de su esposa la hermana Nelly y sus hijos, todos
profesionales y útiles para el reino de Dios. Todavía le canta a las madres y a
los padres también, en sus poesías. Igualmente, vino a mi memoria el profesor
Aaron Espinoza de Maracaibo, quien hizo los arreglos musicales y quien le
debemos la producción del disco “Para ti madre mía”. ¡Qué pianista, qué
escritor, qué maestro, y que pastor! Las voces de la soprano Margerys Sánchez y
el tenor y pastor Manuel Suárez, nos elevan en este disco a darle gracias al
Señor por nuestras madres. No puedo si no decir en esta hora: ¡Que el Señor
reciba la honra y la gloria por todo, pero el ejemplo de nuestros amados como
Rivas, Espinoza, Sánchez y Suárez, y muchos otros, constituyen el fundamento,
la esencia de nuestros artistas y talentos de hoy en la obra evangélica
venezolana!
Les confieso que desde el año
1971 -mi esposa Mary- nos deleita con su hermosa voz, versiones de muchas de
estas canciones. Desde cuando nuestros hijos se hicieron jóvenes y músicos, la
acompañan. Pues bien, algo inusual hago hoy en Perlas del Alma, además de la letra de unas de estas canciones del
disco, puedo enviarles, si lo solicitan, una copia de la hermosa interpretación
de Margerys Sánchez, de “Madre te traigo una cosa” Es de colección…Disfrútenla,
porque es: Para ti madre.
¡Feliz Día de las Madres para
todas!
Madre te traigo una cosa
José Gregorio Rivas
Madre te
traigo una cosa,
aquí
escondida en mi pecho,
para dártela
a ti sola,
para que me
quieras más.
Es un
cariñito madre,
que lo traigo
aquí escondido
dentro de mi
corazón.
Cariñito
madre mía,
cariñito que
te doy,
cariñito
madre mía
que es todito
para ti.
Por las noches cuando vas
a besarme
madre mía,
tus
cabellitos de plata
caen en mi
frente y la cubren,
como nieve
del invierno
cuando cae en
las montañas;
nievecita de
tus años,
recuerdos de
tu querer,
nievecita que
es rocío
a mi alegre
juventud.
A mi Dios le
estoy pidiendo
no me llegues
a faltar;
madrecita de
mi alma
porque si me
faltas tú,
¿quién
después me va querer?,
¿quién
después me va a mimar?
¿quién
después me va a alumbrar
con la luz de
tu mirar?
¡Oh Señor,
oye mi ruego
que no me
llegue a faltar!
Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
¡Gracias por la mujer que tiene algo de ti, que la escogiste para que nos
trajera al mundo! Ayúdame para valorar a cada mujer y a cada madre. Te ruego
porque podamos decirles muy sinceramente en este día, a las que tenemos cerca:
“Muchas mujeres han realizado proezas pero tú, la superas a todas”. En el
nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
No esperes a
decir bellas palabras en la funeraria a tu mamá, si la tienes a tu lado,
dile ahora mismo ¡cuánto la amas!
Interacción:
¿Qué me dice Dios
hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna
promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna
lección por aprender?
¿Existe alguna
bendición para disfrutar?
¿Existe algún
mandamiento a obedecer?
¿Existe algún
pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento
para llevarlo conmigo?
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