Francisco Aular
Lectura devocional: 1 Corintios 3
Así que no se jacten de seguir a un líder humano
en particular. Pues a ustedes les pertenece todo: ya sea Pablo o Apolos o Pedro, o el mundo, o la
vida y la muerte, o el presente y el futuro. Todo les pertenece a ustedes, y
ustedes pertenecen a Cristo, y Cristo pertenece a Dios. 1 Corintios 3:21-23 (NTV)
A alguien le preguntaron cómo se sentía y
respondió: “Me siento como una mosca mareada en un mundo que va a cien mil
revoluciones por segundos”. Sentirse insignificante y por ello, intentar ser
alguien en esta vida es el motivo que impulsa a muchos seres humanos a la fama,
a la riqueza, al poder político, a la ciencia y muchas otras actividades. Pero
Dios, en su infinita sabiduría, solo tiene una respuesta para los que se sienten
insignificantes, ¡JESÚS! En efecto, JESÚS quiere ser nuestro Señor y Salvador,
como lo dice una versión bíblica: “Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús,
el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y
redención” (1 Corintios 1:30 RV60).
¿Cómo se siente una persona que ha encontrado
vida en JESÚS? Lo diré por medio de una joven que conoció el Evangelio; ella
era una excelente estudiante universitaria, los jóvenes evangelizadores
llegaron a ella y le presentaron el mensaje de salvación en JESÚS, resultó que
la joven universitaria era dirigente de un partido político dentro de la
universidad, y eso se notaba al verla y hablar con ella, la universidad estaba
cerrada por las vacaciones, así que animé a los muchachos a que se invirtieran
en ella, así lo hicieron. La joven se dispuso a ser discipulada, tenía una gran
fe y sed de la Palabra de Dios. Terminó el verano. Comenzaron las actividades en
la universidad, y ese primer día, aquella joven llena de valor y fe, reunió a
su círculo universitario político y le dijo: “¡Me he encontrado con JESÚS, y en
Él lo tengo todo!”, “Dios los ha unido a ustedes con Cristo, y gracias a esa
unión ahora son sabios; Dios los ha aceptado como parte del pueblo de Dios, y
han recibido la vida eterna. 1 Corintios 1:30 (La Biblia en lenguaje actual).
¡Qué hermosa esta verdad bíblica
revelada por el apóstol Pablo! Estamos unidos con Cristo: “Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.”
(Efesios 5:30, RV60). Dios nos ha unido a nosotros, los seres humanos nacidos de nuevo,
con Cristo. Ahora somos “nuevas criaturas” (2 Corintios 5:17). ¡En JESÚS lo
tenemos todo! Esta comunión con JESÚS se da en áreas diferentes: Comunión con
Cristo, paz conmigo mismo, amor y anhelos de compartir estas buenas noticias,
con aquellos que no tienen a JESÚS en sus vidas, porque no lo han conocido
todavía. Esta verdad es infinita como Dios: ¡Todo lo que es de Cristo es
nuestro, todo lo nuestro es de Él! Ya no tengo que ganar, tampoco tengo nada
que perder. No tengo que afiliarme
a ningún partido para ser significante, ni que seguir ciegamente a ningún lider
humano, ahora pertenezco al reino de Dios y en ese reino ¡JESÚS es Rey! Ni
siquiera la muerte, o la vida me pueden separar del amor de Dios, por mi unión
con Cristo. ¡Dónde está Cristo, estoy yo; en dónde esté yo, está Cristo!: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos
bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.” (Efesios
1:3, RV60).Por lo tanto, “somos más que
vencedores.” (Romanos 8:37). Nuevamente, lo repito: Estoy completo en Cristo. ¡Con
Cristo, lo tengo todo. Sin Él, no tengo nada. Si me preguntas, en cualquier
momento de día y bajo cualquier circuntancias: ¿Cómo estás Francisco? Te
respondo en un versito: “¡Fresquito y contengo, con Cristo por dentro, todo el
tiempo!”.
¿Cuáles son los beneficios de nuestra unión
con JESÚS? Puedo amar como JESÚS ama; puedo perdonar como JESÚS perdona; puedo
evangelizar porque el amor de JESÚS, quien vino “a buscar y salvar lo que se
había perdido”, habita en mí; mi vida ha sido intercambiada por la vida de
JESÚS, yo le entregué mi vida llena de derrotas, y Él me dio su preciosa vida
llena de victoria, le entregué mis miedos y Él me dio valor, le entregué mi
tristeza y el me llenó de gozo, le entregué mis ideas en cuanto a servirle a
Dios cuando me esforzaba en trabajar “para Dios”, ahora dejo que Él trabaje por
medio de mí; le entregué lo temporal y Él me dio lo eterno, le entregué mis
complejos y quejas, por no haber nacido en cuna de oro, y Él puso en mi corazón
este desafío: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13); le
entregué el orgullo de mis logros en esta vida, y Él puso en mí este sentir: “Por
lo tanto, como dice la Biblia, si alguien quiere sentirse orgulloso de algo,
que se sienta orgulloso de Jesucristo, el Señor” (1 Corintios 1:31 LBLA). Ahora
entiendo al apóstol Pablo cuando dijo “con Cristo estoy juntamente crucificado,
y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gálatas 2:20 RV60).
Ahora también puedo cantar como el salmista: Tú cambiaste mi tristeza y la convertiste en
baile. Me quitaste la ropa de luto y me pusiste ropa de fiesta, para que te
cante himnos y alabe tu poder. Mi Señor y Dios, no puedo quedarme callado; por
eso siempre te alabaré. Salmo 30:11,12 (La Biblia en lenguaje actual). Por esto y mucho más ¡estoy
completo en JESÚS! ¡Teniéndo a JESÚS, lo tengo todo! ¡Alabado sea su Nombre!
Oración:
Padre eterno: ¡Te alabo nuevamente en
esta hora, en mi tiempo de comunión contigo! Señor, que yo pueda decirle al
Mundo que Tú, eres la única razón para vivir. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Hoy puedes
decir frente a las dificultades, yo no puedo, y reconocer que JESÚS, Quien vive
en mí, ¡sí puede!
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
una lección por aprender?
¿Existe
una bendición para disfrutar?
¿Existe
un mandamiento por obedecer?
¿Existe
un pecado por evitar?
¿Existe
un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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