Francisco Aular
DOMINGO, 31 de julio de 2022
Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Hechos 8:1-8
PASIÓN EVANGELIZADORA: Sus hechos
Así que los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban. Hechos 8:4 (NTV)
“La iglesia que no se moviliza, se fosiliza¨.
Dr. Oswald Smith (Iglesia del Pueblo, Toronto, Canadá)
“La persona que puede movilizar a cien misioneros a llegar al campo, vale mas que un misionero en el campo.” Dr. Ralph Winter
En efecto, el 15 de agosto de 1977, un grupo de 25 jóvenes vinieron de distintos lugares de Venezuela hasta la bella ciudad de Barquisimeto -famosa por sus crepúsculos y su música- y después de 4 días intensivos de adiestramiento en la oración, la evangelización y el discipulado; y luego llenos del poder del Espíritu Santo fueron por los calles, plazas, pueblos y ciudades del centro del país, y alcanzaron a más de 400 personas para JESUCRISTO. ¡Lo demás es historia que se contará aquí en la tierra y en el cielo! ¡Gracias al SEÑOR desde entonces hemos ido por toda Venezuela y muchos otros países! En esta hora en alguna parte de este planeta, nuestros marchistas siguen en acción, haciendo realidad nuestro lema: “¡La Marcha, no es para contarla, sino para vivirla!”
JESÚS, les dijo a Sus discípulos: “¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.” (Juan 4:35, RV60) A veces me pregunto ¿qué harían los grandes hombres y mujeres de DIOS de ayer al mirar los campos hoy en Venezuela y el Mundo? Todos ellos nos dirían, “No importa el tamaño de la crisis, CRISTO es la respuesta. ¡Pueblo de DIOS pongámonos en Marcha por la gran cosecha que nos espera!”.
He aquí algunos ejemplos de lo que Dios ha hecho, con nosotros, estos 45 años, marchando…
Historia de mi conversión a CRISTO
Nohemí de Trinidad
Creí en JESUCRISTO, en Agosto del año 1977, con los hermanos Dorcas de Bello, su esposo Marcos, su hermana Betty, con Yudith Méndez, y Luis Corintio, dirigidos por el pastor Francisco Aular y su esposa Mary; me congregué por tres años con el pastor Saulo (Pablo Jorges) Iglesia El Buen Pastor de Maracay estado Aragua.
Nos consolidaron a mi amiga Miriam Díaz Tortolero y a mi, los hermanos estudiantes en ese tiempo en el Seminario Bautista de los Teques estado Miranda: Julio Ruíz y Betty Jaimes y luego Samuel Flores y su esposa Lourdes, hasta que nos convertimos en la Misión Bautista de San Joaquín, estado Carabobo.
Luego nos constituimos como iglesia con el pastor Adolfo Santa María y su esposa Carmen, éramos una iglesia como de sesenta miembros. Luego ellos terminaron su pastorado. Nuestra pequeña iglesia pasó por diversas pruebas; pero el grupo inicial se mantuvo firme.
Luego vino a pastorearnos el pastor Hernán González y su esposa Miriam. Con el trabajo de esta pareja pastoral volvimos a comenzar de nuevo y la iglesia se levantó con una membresía como de 50 creyentes. Allí me mantuve siendo fiel a los principos aprendidos, hasta que conocí a mi esposo (Mervin Caridad, de Maracaibo estado Zulia de la iglesia Butista Lirios de los Valles ), quien en ese entonces vino a predicar la palabra invitado por nuestro pastor Hernán, nos hicimos novios por dos años, luego nos casamos el 19 de Septiembre del 1992, me fuí a Maracaibo.
Tenemos 2 hijos, de 28 y 24 años cada uno quienes le sirven a CRISTO son adoradores, músicos, enseñan y predican la palabra de DIOS, el mayor ya está casado y le sirven al Señor. Gracias amado pastor Aular por sembrar el evangelio que cambio mi vida y mis generaciones. La iglesia Bautista de San Joaquín permanece y está firme, haciendo la obra de DIOS.
¡Saludo con mucho gozo a los esposos Mervin y Nohemí Trinidad y familia! ¡Tengo un nudo en la garganta por el gozo haber llegado hasta San Joaquín con la Buena Noticia!
Una jovencita de 16 años llegó a un pueblito al frente de su equipo de la Marcha Evangelizadora de ese año, el desafío era grande porque allí no teníamos “testimonio bautista”. DIOS tenía para aquel equipo una gran cosecha, más de cuarenta personas aceptaron al SEÑOR y también recibieron los encuentros de discipulado inicial. Los integrantes del equipo regresaron a sus lugares de origen, pero aquella jovencita se quedó liderando al grupo de nuevos creyentes que se reunían debajo de un árbol de mango. Un hombre que tenía un depósito desocupado, al verlos reunirse allí, los invitó a que se reunieran en el lugar que les estaba ofreciendo. Así surge una nueva iglesia.
En otra ocasión, tres evangelizadores llegaron a Maracaibo, la segunda ciudad, al occidente de Venezuela, y en ese equipo está un famoso pianista; salen a evangelizar y llegan a un edificio, empiezan a tocar puerta por puerta, de repente de un apartamento se escucha una música clásica a todo volumen; el pianista evangelizador dice: “¡Allí tiene que vivir un músico, déjenme a mí compartir el evangelio!”. Tocan y tocan, pero nadie responde; el jefe del equipo le dice al músico, “sigamos, tal vez el dueño de la casa está durmiendo”…, pero el pianista dice: “¡Eso es extraño!” Y volvió a insistir. Por fin, un hombre sale y los invita a pasar, el hombre dice: “¿Saben algo?, soy músico, pero había resuelto poner fin a mi vida…”. De allí en adelante el pianista tomó la palabra y al poco rato, los evangelizadores y el evangelizado se arrodillaron porque aquel hombre “había pasado de muerte a vida”.
Estamos en Fort Lauderdale en Florida, un grupo de amados hermanos viajaron desde Venezuela a Estados Unidos; son evangelizadores. Reciben una semana de adiestramiento y luego van casa por casa, en una ciudad del país en el que se supone, la gran mayoría de sus habitantes son cristianos nacidos de nuevo, pero no es así. Muchos estadounidenses son cristianos religiosos que necesitan a JESÚS; lo que pudieran ser obstáculos, el sol fuerte y el idioma inglés, son vencidos, y al final del evento, un mes después, sesenta personas forman una nueva iglesia.
Igualmente, en otra ciudad norteamericana, Toronto en Canadá, tres jóvenes llegan a visitar a un joven chileno-canadiense, él es un destacado jugador de fútbol, pero al mismo tiempo, la violencia que domina en su barrio, lo hicieron convertir en una fiera de las peleas callejeras y en los estadios. Uno de los jóvenes evangelizadores toma la palabra, le expone el plan de salvación, y el evangelizado acepta el regalo de la vida eterna en JESÚS. El joven nuevo convertido al Evangelio empieza compartir su nueva fe con los que le rodean, impacta a sus familiares, a sus amigos y conocidos; por su testimonio, más de una veintena de personas vienen a la vida eterna en ese primer año de convertido. Actualmente aquel hombre, juntamente con su esposa e hijos, son misioneros en España. Son la primera pareja hispana que salen enviados desde Canadá por nuestra obra denominacional.
¿Qué tienen todas las historias en común? Pues, que no importa el evangelizador -DIOS lo usará de todas maneras-no importa el país, el barrio, el idioma, el nivel social y económico, el sistema político o cultural, lo que sí importa es obedecer a JESÚS, predicar su Evangelio, porque alguna persona estará lista esperando por alguien que le lleve el Mensaje de Salvación. Sea quien sea esa persona que esté por convertirse al Evangelio, nos ayudará a cambiar al mundo, porque una gran cosecha nos espera. El mismo ESPÍRITU SANTO, que guió a Felipe, también nos guía a nosotros en estos “Hechos de la Marcha” en 45 años: “Así que los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban”. Hechos 8:4 (NTV).
¡Adelante, siempre adelante!
¡Feliz domingo del SEÑOR!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos tus comentarios