Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Éxodo 17:8-16
“Y sucedía que cuando alzaba
Moisés su mano, Israel prevalecía;
mas cuando él bajaba su mano,
prevalecía Amalec”.
Éxodo 17:11 (NVI)
“Los dos requisitos para una Vida Cristiana
exitosa son visión y pasión; y ambas nacen
y se mantienen por la oración”.
Leonardo Ravenhill
Siglo XX
Como lo referí en la Perlas del Alma, de ayer: ¡DIOS hizo grandes cosas en la Iglesia El Buen Pastor de Maracay por medio de la oración de los amados que se pusieron a orar como prioridad, mientras yo predicaba! En aquellos amados, que oraban con visión y pasión por este joven predicador, aprendí a caminar con la oración y la Palabra de DIOS, hasta hoy. Sé que podemos hacer mucho, pero orar no requiere otro requisito que apartar un tiempo para iniciar y mantenerse en la comunión y oración. Este mensaje es tanto para mí como para ti: ¡Haz algo, ora!
Las grandes posibilidades de la oración son proporcionales a la fe en creer que lo que dice la Biblia es la verdad. La fe vigorosa con visión y pasión de muchos amados discípulos del SEÑOR, a través de la historia del Cristianismo, es la fe que ha movido a la Iglesia y al Mundo. De allí, que la más grande necesidad en esta hora aciaga en que vivimos es la oración. DIOS mismo le pidió al rey Salomón que orara, y creo de todo corazón que eso mismo nos pide en esta hora:
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. (2 Crónicas 7:14, RV60).
En este amado versículo, mi compañero de ruta desde que, aprendí a orar bíblicamente, DIOS mismo nos hace cuatro recomendaciones y tres promesas: Humillarnos. Orar. Buscar Su rostro, y, convertirnos de nuestros malos caminos. Entonces, Sus tres promesas: Oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra. ¡Ese solo versículo tiene sustancia para más de un libro sobre la oración! Durante tres mil años, DIOS ha mantenido Sus recomendaciones con un “Si” condicional. Sea que usted y yo, oremos o no, uno de los nombres de DIOS es el ETERNO, y eso significa que Él no cambia. Nosotros de todos modos, mortales como somos, ¡Vamos de paso! En consecuencia, DIOS mismo nos dice: ¡Haz algo, ora!
En verdad, una fe débil y sin el sustento de la Biblia y la oración, hará oraciones también débiles. Pero la fe que ora y busca el rostro de DIOS, y persevera en comunión diaria con el ETERNO, será la oración vigorosa que necesitamos. Nuestro amado JESÚS, no solamente oraba en una vibrante comunión con nuestro PADRE CELESTIAL, sino también hizo de la oración, una doctrina y práctica en Sus enseñanzas:
“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar”. (Lucas 18:1, RV60). Además, el SEÑOR JESÚS, le dio un sentido escatológico, que nos viene muy bien para estos tiempos extraños del final de la historia en los cuales vivimos:
“Les digo, ¡él pronto les hará justicia! Pero cuando el Hijo del Hombre regrese, ¿a cuántas personas con fe encontrará en la tierra?”. (Lucas 18:8, NTV). ¡Perseverar en la oración es la recomendación de nuestro amado DIOS! Por tanto: ¡Haz algo, ora!
Desde allí aquel joven predicador de los años setenta, aprendió que había hermanos humildes “en el anonimato” que estaban dispuestos a pagar el precio mucho más alto que los que están en el centro de la atención pública, como lo es el predicador.
Nosotros que estamos al frente nos debemos a ellos y sus oraciones. Repito: ¡Perdón, yo no puedo hablar de estas cosas, sin conmoverme hasta las lágrimas!...
Muchos de mis intercesores de aquellos años, ya están en la presencia del SEÑOR, pero yo sé que tengo también al momento de escribir estas cosas, intercesores que me regalan sus oraciones, todos los días. Muy a menudo le digo a mi esposa, al sentir en mi espíritu, una brisa divina… “¡Gracias al SEÑOR, alguien ora por mí, por nosotros” … En esos momentos, mis fuerzas se renuevan y por eso, sigo en primera línea hasta que el SEÑOR, disponga otra cosa.
En conclusión: El liderazgo de cualquier tipo sufre desgastes, pero en la obra de DIOS, el ataque del maligno es continuo. Si hace algo, se le critica y si no lo hace también. Sin embargo, DIOS pone a nuestro lado hombres como Aarón y Hur, del relato de Éxodo 17, para sostenernos. ¡Qué fácil es criticar en vez de ayudar! Reitero, DIOS tiene a Sus enviados especiales que, acompañan a los que estamos en la batalla: Por eso te digo mi amado en CRISTO: ¡Haz algo, ora!
¡Manos a la obra!
¡Adelante, siempre adelante!
Oración:
PADRE ETERNO:
Tú eres el SEÑOR de la cosecha espiritual. Sin Ti todo esfuerzo en la evangelización, el discipulado y la obra misionera, es en vano. Es tu plan que tus hijos obtengamos de ti toda la fuerza, la estrategia y el método para hacer tu obra en esta tierra. Gracias PADRE por haber escuchado las oraciones de tus siervos, cuyos nombres están en el Libro de la VIDA, y que han batallado conmigo en este ministerio para alcanzar a aquellos que van a llegar a ser tus hijos también. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Si vamos a hacer algo que DIOS quiere que hagamos en Su obra. La oración es prioritaria.
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