Francisco
Aular
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Lectura devocional: Apocalipsis 22: 7-21
Aquel es el testigo fiel de todas esas cosas dice: “¡Sí,
yo vengo pronto!” ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
Apocalipsis 22:20 (NTV)
Al final de un día largo y exhausto de tanto
caminar, un vendedor regresó a la habitación de su hotel. Era tarde y estaba
visiblemente agotado. Se sentó al borde de la cama y comenzó a quitarse uno de
los zapatos que cayó al piso con un sonoro golpe y entonces el hombre pensó
para sí mismo: “Que descuidado de mi
parte. Es tarde en la noche y es probable que mi zapato haya molestado a la
persona en la habitación de abajo”. Así que cuando se quitó el segundo
zapato, lo colocó sobre el suelo muy suavemente y se puso a dormir. Alrededor
de treinta minutos más tarde tocaron a la puerta. Cuando fue a abrir, allí
estaba un hombre de pie con su ropa de dormir y unos círculos negros debajo de
sus ojos. El hombre dijo: “¿Por favor podría tirar el otro zapato para que
pueda dormir un poco?... Así está el mundo en esta hora, esperando que caiga el
otro zapato.
Veamos estos hechos, en solo una década el mundo ha
sufrido una serie de cambios catastróficos, en todos los sentidos. Hemos vistos
cambios sociales, religiosos, políticos, científicos, económicos y fenómenos naturales
con millones de perdidas humanas y materiales; y, al momento de escribir esta
Perla de hoy, nos encontramos frente a una pandemia el Covid-19, la lucha de
nuestros mejores científicos contra esta peste es inconmensurable. Frente a
esto solo nos quedan dos caminos a los que no tenemos necesidad de estar en las
calles, al estar en confinamiento total y voluntario en casa: orar basados en
la Biblia y esperar.
Algunos amados me han buscado y preguntado: “_Pastor,
¿hemos tocado fondo? ¿Son señales de la Segunda Venida de Cristo? ¿Son
evidencias de la ira de Dios por el pecado de los seres humanos? ¿O son
simplemente fenómenos humanos y naturales?”.
Sea cual fuera nuestra posición escatológica frente
a estos sucesos, tenemos que verlos desde el punto de vista de DIOS. El griego
original del Nuevo Testamento, nos ayuda; en verdad el tiempo humano “cronos” y
el tiempo de DIOS “kairós”, son diferentes. El primero lo contamos con el reloj
y el calendario, pero el “kairós” o tiempo de DIOS son las manifestaciones que
hace el SEÑOR, irrumpiendo en la historia humana -a veces en largos períodos de
la historia-. Tenemos que estar consientes de esta verdad: ¡El pronto de DIOS,
no es el pronto nuestro! Pero en el tiempo cronológico, -vale repetirlo, el
tiempo del ser humano- a través de los siglo desastres y calamidades han
sucedido una y otra vez. El ser humano mismo en toda su historia ha mostrado su
naturaleza pecaminosa infligiendo sufrimientos y destrucción hacia los demás y
su entorno. De tal manera que cualquier sistema de gobierno que el ser humano
descubra, ya tiene la corrupción en su ADN. ¡Sólo JESÚS, es nuestra única
esperanza y Él regresará a reinar con Su pueblo sobre las naciones!
Teniendo en mente esto de los malos gobiernos, alguien
escribió: “Nuestros ciudadanos han renunciado a creer en el futuro,
especialmente aquellos que viven en las partes más pobres de la ciudad. No
tienen trabajo, tienen muy poca comida, y no tienen oportunidad para mejorar
sus vidas. En algunos barrios de la ciudad se han desatado disturbios, pero en
su mayor parte, hay demasiada desesperación para provocar disturbios.
Seguramente Cristo escuchará nuestros llantos y vendrá pronto”. (Roma año 455
d.C)
Por mi parte, todavía
soy optimista y creo sinceramente que, la crisis producida por el Covid-19, en
la cual estamos será superada una vez más. Todavía la Iglesia del SEÑOR, tiene
mucho trabajo para hacer en la tierra. Sin embargo, los desastres naturales y
la maldad del ser humano continuarán de manera impredecible hasta que JESÚS
vuelva con Sus llaves para decirnos: “¡Han fracasado, han desperdiciado todo
los recursos que les presté! ¡Vengo a cerrar esto y apagar las luces!”. Pero
los cristianos nacidos de nuevo, debemos aprovechar esta hora porque la palabra
“kairós”, el tiempo de DIOS también significa: una nueva oportunidad que no debemos
dejar pasar:
“Así que tengan cuidado de cómo viven.
No vivan como necios sino como sabios.
Saquen el mayor provecho de cada
oportunidad en estos días malos”.
(Efesios 5:15,16, NTV).
Efectivamente, estos días son tiempos de grandes
opodrtunidades para el crecimiento del reino de DIOS, de siembra y de cosecha
espiritual, nuestra esperanza está puesta únicamente en JESÚS, ¡JESÚS vendrá
con recompensa para todo aquel que ha creado en Segunda Venida!
“Miren, yo vengo pronto, y traigo
la
recompensa conmigo para pagarle
a cada uno según lo que haya hecho”.
(Apocalipsis 22:12).
Es urgente, llevar el Mensaje de Buena Nueva, a
tiempo y fuera de tiempo, por todos los medios sociales posibles. Debemos
montarnos en las plataformas de las plazas, y proclamarlo a voz en cuello.
Debemos ir por las calles y anunciarlo, debemos tocar las puertas para llevarlo
a las familias humanas en toda la tierra. Eso sí, cuando nos reunamos como
familia de DIOS, y oremos, digamos como los discípulos del primer siglo y hasta
cuando Él retorne a poner todas las cosas en orden: “¡SEÑOR: Ven pronto!”.
¡Adelante, siempre adelante!
Oración:
PADRE ETERNO:
Te doy las
gracias por habernos dejado tu santa Palabra llena de promesas que nos
sostienen en los momentos difíciles, nos alientas para seguir, y son un ancla
segura en medio de las tormentas de la vida. Que yo no sea alguien que sabe y lee
mucho, sino alguien que pone en práctica lo que ya sabe. En el nombre de JESÚS.
Amén.
Perla de hoy:
A medida que los sucesos mundiales se hacen más
oscuros la promesa del regreso de JESÚS se hace más brillante.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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