Francisco
Aular
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Lectura
devocional: Esdras
1:1-5
Luego
Dios movió el corazón de los sacerdotes, de los levitas y de los jefes de las
tribus de Judá y de Benjamín, para que fueran a Jerusalén a reconstruir el
templo del SEÑOR. Esdras 1:5 (NTV)
Escuché al rabino Pynchas Brener -poseedor de
un sentido de humor muy grato-, explicarnos por medio de una ilustración los
sufrimientos del pueblo judío. Él nos narró: “El abuelo judío le explica a su
nieto, la historia de su pueblo, y especialmente se detiene a narrarle el hecho
contemporáneo del Holocausto, del cual él es sobreviviente, y le muestra la
marca que lleva en su brazo de aquella horrible experiencia. El niño atento lo
escucha, y de repente le pregunta: “¿Abuelito es verdad que nosotros los judíos
somos el pueblo escogido del SEÑOR?”, “sí -dijo el abuelo emocionado-,
entonces, el niño, con su lógica infantil, le dijo: ¿No será tiempo ya de que
Él escoja a otro pueblo?”. Todos reímos. Sin embargo, la verdad sea dicha, ese
comentario es correcto. Como pueblo escogido de Dios, hoy Israel todavía es
noticia, y lo será hasta el final de la historia, lo cual está más y más cerca.
El pasaje devocional de hoy, ubica al pueblo
judío cautivo por los babilonios, y también, el cumplimiento de lo dicho por el
profeta Jeremías, muchos años antes: “Pues se acerca la hora cuando
restableceré el bienestar de mi pueblo, Israel y Judá. Los traeré a casa, a
esta tierra que di a sus antepasados, y volverán a poseerla. ¡Yo, el SEÑOR, he
hablado!». (Jeremías 30: 3,NTV). Como lo sabemos esta profecía, tuvo su
cumplimiento parcial en aquel tiempo, y ahora estamos a punto de ver su
cumplimiento final…¡No suelte ni su Biblia ni el proveedor de noticias de
Israel actual! Pero volviendo al pasaje de hoy,
aquellos hombres, mujeres y niños habían sido esclavizados por setenta años,
entonces, el rey Darío les da
permiso para que se regresen a Jerusalén y reconstruyan el templo, símbolo de
su religión y de su nacionalismo. Así, millares de esclavos judíos salen de
Persia y marchan hacia Jerusalén. Aquello fue una resolución maravillosa del
rey Darío, en la cual, un gobierno pagano le dio la libertad a sus esclavos que
eran del pueblo de DIOS, y autoriza la salida del pueblo judío y al mismo
tiempo, cumple parcialmente con una profecía que Jeremías había anunciado.
Nosotros, los cristianos nacidos de nuevo, en
un tiempo, fuimos esclavos de los poderes de las tinieblas, estábamos “muertos
en nuestros delitos y pecados” (Efesios 2:1,2); estábamos ciegos por Satanás y
sus demonios (2 Corintios 4:4); nuestra condición era de encadenados por el
diablo (2 Timoteo 2:26); y no hay duda, también estábamos bajo el poder y el
control de maligno (1 Juan 5:18), entonces, apareció en escena nuestro SEÑOR
JESUCRISTO y nos dio libertad (Lucas 4:18,19); un buen día EL ESPIRITU SANTO
nos puso bajo Su control, produjo en nosotros “el chispazo de la fe” y tomamos
una resolución maravillosa fuimos a JESÚS, nos arrepentimos de nuestros pecados, y Él nos dio el perdón
de nuestros pecados, Su presencia en nuestras vidas nos dio el poder de ser hechos
hijos de DIOS, y un propósito para el cual vivir mientras estemos en esta
tierra. ¡Bendito y alabado sea Su Nombre!
Oración:
Amantísimo
PADRE ETERNO:
¡Gracias
por elegirnos como parte de tu pueblo para vivir en estos tiempos! Hoy sabemos
por la misma historia secular que tus promesas y profecías se han cumplido
hasta hoy, y lo mejor de ellas está por venir. El sufrimiento de tu pueblo a
través de los siglos, hizo posible que el Evangelio llegara a nosotros. Algún
día nuestro llanto de hoy se convertir en gozo eterno a tu lado. Hoy quiero
hacer una resolución maravillosa, servirte como el mayordomo fiel de tus
parábolas y ayudar al establecimiento definitivo de tu reino en esta tierra.
Ayúdame a ministrar con valor en la presente generación. En el nombre de JESÚS.
Amén.
Perla de hoy:
Por resolución maravillosa de DIOS, Él nos sacó de
las tinieblas y nos dio la libertad de hacer lo que a Él le agrada. ¡No
volvamos a la esclavitud de la vida pasada!
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de
su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual
pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por
aprender?
¿Existe alguna bendición para
disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por
obedecer?
¿Existe
algún pecado por evitar?
¿Existe
algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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