Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional:Santiago 2.14-26
Porque como el cuerpo sin espiritu está muerto, asi también la fe sin obras está
muerta. Santiago 2:26 (RV60)
¡La fe en acción mueve montañas!
Al comienzo de mi vida cristiana, nuestra pequeña congregación compró una
propiedad para utilizarla como nuestro templo. Era una casa grande con muchas
habitaciones. El patio trasero de la casa era un baldío de piedras, espinas,
malezas, troncos, aparatos viejos; en fin, un muladar. Pero bajo la dirección,
ejemplo y esfuerzo de nuestro amado pastor y misionero, Carlos Clark, todos los
miembros y congregantes nos dispusimos a hacerlo un lugar digno de nuestro
Dios. ¡Nada puede vencer a un pueblo inspirado! Lo hicimos. Todavía recuerdo aquel
primer culto allí en nuestra antigua casa, remodelada y recien pintada, su
acústica hacía que el piano y el nuevo órgano, sonaran como en una catedral.
Nuestro pastor en su primera predicación dijo algo como esto: “Por fe, Dios nos
dio este lugar; pero en Su gracia nos dio fuerza y esfuerzo para poderlo hacer
útil”… En otras palabras: Dios nos dio la tierra prometida; pero nosotros
teníamos que conquistarla para Su gloria.
Gracia y responsabilidad
Algunos se
preguntan si el hacerse cristiano trae consigo alguna responsabilidad de
nuestra parte. En realidad para ser salvo no. Desde el principio hasta el final
la salvación es obra de Dios y nada más. Pero Dios no nos salva para que nos
quedemos ociosos y seamos una especie de zánganos en Su divina colmena. La
Biblia es clara al afirmar que hemos sido hecho personas nuevas en CRISTO JESÚS
para buenas obras: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales
Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2:10,RV60).
De hecho, tenemos que tener bien claro que somos
nuevas personas, capaces de entender que tenemos un destino eterno en el cielo;
pero que tenemos una misión histórica que cumplir en la tierra. No necesitamos
hacer buenas obras para conquistar con nuestros esfuerzos humanos el cielo;
pero si necesitamos hacer buenas obras para hacer sentir la influencia de
nuestro SEÑOR JESUCRISTO en la tierra, mientras vivamos: “Porque como el cuerpo
sin espiritu está muerto, asi
también la fe sin obras está muerta.” (Santiago 2:26).
¡Manos a la obra!
Sin embargo, lo hermoso de la
vida cristiana es que todo corresponde a un plan divino. Dios dispuso de
antemano las buenas obras en las cuales debemos andar. Todo cristiano tiene la
responsabilidad de averiguar la obra que Dios quiere hacer por su intermedio y
lanzarce sin más dilación a realizarla. Ser socios de nuestro Dios es el
privilegio normal de todo creyente. ¡La salvación, por fe sola; extensión del
Reino, fe con obras!
Oración:
PADRE ETERNO
¡Tú eres mi fortaleza y mi escudo! Ayúdame a cumplir con mi misión
histórica. Ayúdame a entender la urgencia de llevar tu Evangelio hasta la última
frontera. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
¡Gracia divina y responsabilidad humana, se
unen para trabajar a favor del Reino de Dios en esta tierra!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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