Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Amós
5:4-14
Ahora bien, esto es lo
que el SEÑOR dice a la familia de Israel: ¡Vuelvan a buscarme y vivan! Amós 5:4 (NTV)
¿Cómo
pueden los seres humanos sobrevivir en medio de un mundo convulsionado? ¿Cómo
puede una persona tener paz en medio de las tormentas de la vida? ¿Cómo
pordemos en realidad ser más que vencedores? La respuesta es una sola: Tenemos
que buscar a DIOS con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas y
siempre de manera intencional. ¿No es esto precioso? DIOS nos hace una
invitación a que le busquemos. ¡Que invitación tan solemne! No es nada más por
el contenido y la promesa de la invitación. Tenemos que tener en cuenta a la
Personalidad de quien nos invita. Nada más y nada menos que el SEÑOR mismo nos
dice: “Búsquenme y
vivirán” ¡El SEÑOR es el nombre personal de Dios! Y se quiere
identificar con nosotros porque tiene la capacidad infinita para estar a
nuestro lado para siempre. ¡Piénselo! ¡Medítelo en toda su dimension lo que
esto significa! Dios nos invita a buscarlo.
En mis
días de estudiante del seminario, otro compañero y yo, decidimos levantarnos
todos los días en las primeras horas de la mañana para orar. Seré honesto.
Debido a que me costaba muy tarde enfrentando mis responsabilidades como
estudiante, me costaba mucho levantarme al principio. Hasta que un día me
imaginé al SEÑOR JESÚS, levantándose antes que yo para acudir a la cita con nosotros.
¡No podía dejarlo esperándome! Entonces, desde allí no me importaba cualquier
sacrificio por grande que fuese para acudir a mi cita diaria con Él. Cómo
resultado de ese encuentro matutino con el SEÑOR, tenía nuevas fuerzas para
seguir adelante y triunfar en lo que emprendía. Buscarlo a Él es buscar la
vida.
Ser un instrumento
en las manos de DIOS, es el privilegio más grande que el SEÑOR ha podido
darnos. No hay deleite más grande que sentirse llamado por DIOS, tanto para
salvación como para trabajar en Su reino. No puede haber nadie más exitoso en
el mundo que aquel hijo de DIOS obediente que sirve al SEÑOR con gozo,
responsabilidad y de corazón. Porque DIOS nos llama con un propósito positivo,
ayudar a transformar el mundo con un mensaje que produce vida. Una vida
abundante. Pudiera ser que como el pueblo de Israel y de Judá, llamados una y
otra vez a una relación especial con DIOS, nosotros en lo personal, tampoco
hemos obedecido y ser fieles; pero la misericordia de DIOS, no se agota y nos
vuelve a decir: “¡Vuelvan
a buscarme y vivan!” Puede estar seguro que DIOS aunque es SOBERANO, Él se
limita para que le sirvamos de todo corazón. En el libro Segundo de Crónicas,
donde se hace la historia y se escriben los epitafios de los reyes, el que está
por así decirlo sobre la tumba del rey Amasías, me llama la atención: “Amasías
hizo lo que era agradable a los ojos del SEÑOR, pero no de todo corazón.” (2
Crónicas 25:2,NTV). Los que servimos al SEÑOR, no solamente debemos hacer lo
que DIOS, en Su propósito eterno, nos ha ordenado, sino también hacerlo de
“todo corazón”. DIOS quiere que seamos parte de Su reino y por eso nos vuelve a
invitar: “¡Vuelvan
a buscarme y vivan!”
Oración:
PADRE ETERNO
¡Gracias por el regalo de la salvación que me has dado por
tu gracia y poder! ¡Gracias por hacerme parte de tu Reino desde el ahora y para
siempre! Ayúdame para compartir ese regalo con los demás en el nombre de JESÚS.
Amén.
Perla
de hoy:
El propósito de nuestra vida, no es un secreto; sino obedecer a Quien nos
llama a través de Su Palabra.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy
por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa
a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección
por aprender?
¿Existe alguna
bendición para disfrutar?
¿Existe algún
mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a
evitar?
¿Existe algún pensamiento
para llevarlo conmigo?
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