Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional:2 Corintios
5:1-10
Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que
entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe
andamos, no por vista). 2 Corintios 5:6,7 (RV60)
Hoy amanecí con un canto en el alma y con una alabanza a Dios en mis
labios. No es para menos. Nuestro primer hijo, Daniel, estará cumpliendo muy
pronto, 49 años… ¡Parece mentira! …Mi
esposa y yo lo habíamos esperado y habíamos orado por él, por su futura esposa
e hijos…¿Cómo es posible, si no había nacido todavía? Era un asunto de
aceptarlo por fe y no por vista. Hoy mi esposa y yo no nos sorprende que
nuestro hijo y familia sean felices como discípulos del SEÑOR. Lo sabíamos
antes que ellos existieran físicamente. Lo habíamos aceptado como una promesa
de Dios hacia nuestra razón de vivir para Él y su gloria y que las demás cosas
vendrían en su tiempo.
La fe es confiar en las promesas de Dios y en que las condiciones se
darán para que ellas ocurran. Tal vez todavía no tenemos esa promesa hecha por
el Señor porque el tiempo, todavía no ha llegado. No es asunto de nosotros, es
un asunto de la economía divina. Podemos descansar completamente en la
sabiduría de nuestros Dios y no en la nuestra. Es asunto de depositarnos en la
perfecta voluntad de Dios y no en la nuestra. De hecho, damos gracias
anticipadas por las bendiciones que están reservadas para nosotros como hijos
de Dios. Podemos confiar en que DIOS lo hará a su tiempo debido.
La vida cristiana llega a ser una aventura diaria, cuando confiamos en
el SEÑOR y nos sometemos a Él momento a
momento. En esa actitud, caminamos con seguridad y mantenemos siempre la
confianza en Él. No lo vemos con los ojos físicos; pero con los ojos
espirituales vemos su gloria y majestad. Entonces, nos elevamos por encima de
cualquier circunstancia y triunfamos por medio de Él. Conozco el andar con el
SEÑOR JESUCRISTO porque ha sido mi Compañero de viaje en esta vida. Han pasado
56 años desde el día en que le invité a mi corazón. Por supuesto que yo había
seguido desde muy pequeño a un CRISTO religioso, un poco difuso y ahogado en
las tradiciones y la “religiosidad popular”…Pero aquel 11 de abril de 1963,
estando en la platabanda de nuestra casa con hermosa panorámica de la montaña,
El Avila, mientras leía la Biblia y versículo fue usado por el Espíritu
Santo para hablarme: “Mas no ruego solamente por éstos, sino
también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.” (Juan
17:20,RV60).
¡JESÚS mismo había orado por mí y eso todavía me conmueve! Ahora
bien, soy honesto en decir que en ninguna manera soy el producto
acabado de lo que DIOS quiere hacer conmigo, me considero un cristiano en construcción.
Pero doy la gloria a mi Señor y Dios. Nunca me ha fallado. No me hace falta que
este cuerpo mortal lo vea, lo toque y lo sienta. Porque mi espíritu vive en
comunión con él y mi alma lo alaba, hoy y siempre. Creí en JESÚS, y me
arrepentí de todos mis pecados, mi vida desde entonces cambió. Fue un momento y
una experiencia espiritual, no se nubló Caracas, no me caí de la silla, no me
desmayé, no hablé otro idioma, es decir nada físico pero aquel momento en aquel
día por la tarde, yo estaba muerto y SEÑOR me dio su vida, y de esta manera,
DIOS inició la transformación de mi vida con sus repercusiones eternas. Nuestra
Vida en CRISTO, se inicio por fe y debo vivirla por fe: “Por tanto, de la manera que habéis
recibido al Señor Jesucristo, andad en
él.” (Colosenses 2:6, RV60).¡Desde el principio hasta el final “por fe andamos, no por vista”.
Oración:
PADRE ETERNO
¡Gracias porque en tu plan de salvación
yo estaba incluido como también lo está todo pecador sin ti! SEÑOR, ayúdame a
entender que toda esta experiencia espiritual tu pones fe en nosotros para que
creer en ti, y dejar que tú me perfecciones a través de mi vida, y uses, hasta
las circunstancias mas adversas de la vida para que yo ande por fe, y te ame aunque no te
vea, como la brisa que no sé de donde viene y a dónde va pero acaricia mis mejillas.
En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Déle gracias al Señor por salvarlo y
pídale que le ayude a vivir bajo Su poderosa mano.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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