Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: 1 Juan 5:1-14
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos
alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
1 Juan
5:14 (RV60)
La fe que
vence sobre las dudas
Luis, era
un joven que había vivido en Estados Unidos, allí vivió varios años y se hizo
miembro de una secta. Al regresar a Caracas, encontró el nombre y dirección de
nuestra Iglesia Bautista Emanuel de la Castellana, y nos visitó en compañía de
su esposa. En esa ocasión se les evangelizó. La esposa de Luis, creyó y empezó
a crecer en su fe, pero él prefirió antes, aclarar algunas dudas que tenía .
Pero Luis, estaba lleno de misterios, supersticiones y en búsqueda constante de
cierto poderes sobrenaturales. El poder del liderazgo de aquella secta, todavía
ejercía un control dañino sobre él. No confiaba en nada ni en nadie. Días
después hicimos una cita, ahora yo tenía a Luis en frente de mí y su rostro
dibujaba incertidumbre y dudas. Me hizo preguntas, las cuales respondí Biblia
en mano. En aquel tiempo, a pesar de una fuerte lucha espiritual aceptó el
regalo de la salvación en JESUCRISTO. Después me hizo la pregunta: “¿Cómo puedo
saber que soy salvo?” Le leí el versículo de hoy y otros semejantes, y le
pregunté: ¿Crees que será la voluntad de Dios salvarte? “¡Claro que sí”
-contestó él!- y añadió: “Sé que JESUCRISTO bajó del cielo y dio Su vida para
comprarme un lugar en el cielo”. Muy bien le dije, si crees que es la voluntad
de DIOS salvarte y oras, Él se compromete a salvarte. Es claro que una oración
como esta es orar según la voluntad de DIOS ¿No es cierto? “Sí”, respondió con
seguridad. Entonces, si oraste conforme a Su voluntad, ¿cuál es la promesa?… Su
rostro y su voz se iluminaron cuando respondió, citando la última parte del
versículo, “él nos oye”… Rápidamente, le compartí el versículo siguente: “Y
si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos
las peticiones que le hayamos hecho.” (1 Juan 5:15,RV60). De todos modos,
oramos como si fuese la primera vez que escuchaba aquellas verdades de la
Palabra de Dios. Entonces, Luis hizo una sentida oración de arrepentimiento, y
yo, oré por él dándole gracias al SEÑOR por su salvación. Nunca olvidaré, lo que hizo de inmediato…
Llamó a su esposa y y le dijo con gran entusiasmo: “¡Ya tengo la salvación!” Y desde aquel día, empezó una carrera cristiana
triunfante. ¡Usted no tiene que morirse primero y luego averiguar si era salvo
o no! “Porque
dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te
he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de
salvación.” (2 Corintios 6:2,RV60).
¡Dios le dice hoy es el día de salvación! “¡Viva feliz y contento con CRISTO
por dentro todo el tiempo!”
La fe vencedora viene por la Palabra de Dios
La fe vencedora, no es más que averiguar que nos dice la Palabra
respecto a alguna cosa que queramos del SEÑOR, luego orar conforme a esa
promesa bíblica. Recuerde que Dios nos bendice conforme a nuestras necesidades
y no conforme a nuestros deseos. El punto central es averiguar con anticipación
la voluntad de Dios, antes de hacer la oración. Cuando uno conoce la voluntad
divina respecto a un asunto particular, puede orar con seguridad en la voluntad
de DIOS. Ahora bien, existen muchos tipos de oración, como por ejemplo:
alabanza, confesión, la oración basada en promesas bíblicas, la intercesión o
el orar por otros, la súplica o las peticiones personales y la acción de
gracias por los hechos divinos. En todos estos tipos de oración, nosotros
podemos ejercer nuestra fe vencedora. En el efecto, al orar en la voluntad de
Dios y confiando en Su Palabra, tendrá una fe vencedora.
Oración:
PADRE ETERNO
¡Gracias
por dejarnos tu Palabra que nos guía en todo momento y en toda oración! Ayúdanos
para estar seguros de nuestra relación contigo para anunciar tus verdades a un mundo
sin ti. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
La
seguridad de la salvación es garantía y esperanza.
Interacción:
¿Qué me dice
Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna
promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna
lección por aprender?
¿Existe alguna
bendición para disfrutar?
¿Existe algún
mandamiento a obedecer?
¿Existe algún
pecado a evitar?
¿Existe algún
pensamiento para llevarlo conmigo?
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