Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 1 Timoteo 4:6-16
No permitas que nadie te subestime por ser
joven. Sé un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma en
que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza. 1 Timoteo 4:12 (Nueva traducción viviente)
La juventud es la primavera de la vida.
Antonio Machado escribió:
Sin placer y sin fortuna,
Pasó como una quimera
Mi juventud, la primera (…)
La de adentro es la de afuera.
También, el nicaragüense Rubén Darío le
cantó a la juventud:
Juventud divino tesoro,
Ya te vas para no volver,
Cuando quiero llorar no lloro,
Y a veces, lloro sin querer…
También en mi juventud en la iglesia cantábamos:
Da lo mejor al maestro;
Tu juventud tu vigor;
Dale el ardor de tu alma,
Lucha del bien a favor.
Pongo mi admiración, junto a estos reconocidos poetas, por la edad juvenil,
porque recuerdo mi juventud y aquel sentimiento que me envolvía de emprender
grandes cosas para mi amado JESÚS, a quien conocí al borde de mis dieciocho años.
Me invertí en Él con todas las fuerzas y con mis sueños revestidos con el traje
de la esperanza que me dio el sagrado Libro, la Biblia. Las sacudidas de las
circunstancias como tormentas vinieron sobre mí, pero las manos del Eterno me
sostuvieron y no me dejaron desfallecer. Aproveché la primavera y el verdor de
mis primero años y esto dio como resultado el brote de lo que había en mí; tuve
flores que esparcieron su polen para bendecir a otros. Hoy, en el otoño de mi
vida, puedo disfrutar de lo que guardé en mi granero en los años de mi
juventud; porque la juventud es la primavera de la vida.
Juventud desafío y futuro
Mi amado joven estás en esa primavera. Frente a ti están todos los desafíos
para vivir o para morir. Sé que en tu ser palpita una energía sin límites, y tu
mente, tu corazón y tus pies reclaman impacientes ponerse marcha. ¡Que Dios
bendiga esa jornada que estás iniciando! Pero antes de que la emprendas, valdría
la pena que te detengas un instante, sólo para considerar la ruta que has de
seguir, y, luego, podrás partir con la bendición de los que ya nos encontramos
al final de ella. Recuerda que tu juventud es la primavera de la vida.
Joven, no desperdicies tu tesoro
Lo primero que tienes que considerar es que la vida es mucho más que el
instante presente. No actúes como aquellos jóvenes cuya vida se centra en
satisfacer sus propias necesidades, deseos y apetitos; la preocupación de ellos
es comer, descansar, vestirse, y pasarla bien. Toma papel y lápiz y planifica
tu vida para los próximos cinco años. Algo tan importante como es el tesoro de
tu juventud, no puedes darte el gusto de desperdiciarlo porque sólo una vez en
la vida se es joven. Esto me trae a la mente lo que dijo Benjamín Disraeli: “Cuando
somos jóvenes creemos que, no sólo nosotros, sino todo lo que nos rodea es
inmortal (…) Casi todas las cosas grandes han sido hechas por la juventud”. Tú
puedes hacer la diferencia “para que nadie te subestime por ser joven”.
Joven, planifica para triunfar
La segunda consideración que tienes que hacer como joven es llegar a ser
alguien en la vida, y tener el coraje de llegar hasta el final. Acepta sin
dudar, la responsabilidad de edificar tu futuro y reconoce tus fracasos y corrígete
a ti mismo. Nunca te quejes por la pobreza en que naciste. Somos muchos lo que
no nacimos en cuna de oro y hemos vencido. No es codiciando a los que tienen
que se triunfa. Aprende a convertir toda senda difícil en un camino para
triunfar. Desde que llegué al Señor, una de las primeras cosas que hice fue
eliminar las palabras “renuncia”, “estoy desanimado”, “no aguanto más”, “la
culpa de mi fracaso, la tiene…”, y otras que como esas reflejan una actitud
derrotista. Si desde joven te acostumbras a terminar lo que has emprendido, sin
mirar atrás y sigues el consejo de Pablo: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres” (Colosenses 3:23), serás un
cristiano triunfador.
Joven, vence las circunstancias o ellas te vencerán
¿Cuál es la bendición de haber sembrado en la primavera lo mejor para
Dios? Debes recordar que las grandes conquistas las han hecho personas que
desearon algo y lucharon hasta alcanzar su propósito. Todas las personas que
han recibido un premio Nobel fueron individuos que durante muchos años lucharon
para dar lo mejor a la humanidad y una buena contribución al mundo. ¡No se
logra lo máximo de la noche a la mañana! Esto se debe, creo yo, a las
siguientes actitudes que los acompañan: (1) Sufren reveses, pero siguen
adelante, se caen pero aprovechan para recoger algo del piso, y vuelven a
levantarse; (2) pasan por momentos de desaliento debido a circunstancias
internas o externas, pero se reaniman y siguen en la carrera hasta terminar lo
que han emprendido. Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y vivirás
triunfante sobre tus circunstancias.
Joven: ¡Adelante, siempre adelante!
Joven, levántate, mira este nuevo día lleno de luz para ti, levanta tu
rostro con la belleza de tu juventud, respira el aire de un nuevo amanecer.
Porque tú eres por sobre todas las cosas parte de la fuerza divina con que Dios
sostiene el universo; decídete y triunfarás… Sí, en la primavera de tu vida,
siembra en grande y luego en el otoño y el duro invierno, tendrás tiempo para
descansar: ¡Feliz primavera!
Oración:
Amado Padre
Celestial:
Gracias por
haberme permitido servirte desde mi juventud; ayúdame a iluminar a muchos jóvenes
con la luz de las enseñanzas de tu Palabra, la Biblia. En el nombre de JESÚS.
Amén.
La juventud es la edad adecuada para
rendirse a Dios e invertirse en Él, porque JESÚS te espera al final del camino
con una sonrisa de satisfacción.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe
algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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