martes, 30 de mayo de 2017

Un mismo sentir

faular@hotmail.com
Lectura devocional: Romanos 15:4-7
Para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Romanos 15.6

El general de la aviación retirado, Daniel Enrique Robayo Quintero, -uno de los directores de la vigésima Marcha Evangelizadora tenía delante de sí una multitud de hombres y mujeres jóvenes, cercanos a los mil asistentes- atentos a sus palabras de orientación final del adiestramiento. El hermano general poseía una gran experiencia espiritual como soldado del Señor Jesús.  Los jóvenes tenían una semana de intensa preparación para salir a evangelizar y discipular, eran consientes de que su trabajo evangelizador, sería la punta de lanza para establecer nuevos obras, y llenar el país de iglesias.
Los jóvenes irían por todo el país. Algunos lucían muy cansados, pero allí estaban dispuestos y disponibles para el servició de Dios. En breve minutos sería la salida, el despliegue y muchos de ellos tambien, estaban con la tristeza de la despedida en sus rostros. Mirándolos a todos les dijo:
“Ustedes son soldados del Señor, los hemos formado en equipos de tres en tres. Aquí les hemos compartido las herramientas espirituales para salgan vencedores en el trabajo para el cual el Señor los ha escogido. Deben mantenerse unidos pase lo que pase. No hay terreno para las divisiones, cuando la misión es salvar y rescatar a los que “están perdidos en sus delitos y pecados”. Ningún soldado en guerra, está pendiente de los detalles pequeños que los dividen, sino de los grandes asuntos que los unen, en otras palabras como Pablo, dijo: “Ustedes deben ser de un mismo sentir”. 
¡Nosotros vamos y haremos la labor que Dios nos ha encomendado para la gloria de Dios!”.
Le hicimos un seguimiento a aquel grupo de jóvenes, comprobamos que miles de personas fueron salvos y que la cosecha había sido abundante. ¡Alabado sea el Señor! El fin último y supremo de nuestra vida como cristianos, es traer honra y gloria a Dios en lo que hagamos, en lo individual y junto a otros.
Ahora bien, este año 2017, Dios mediante, los días 11-13 de agosto, en la ciudad de Barquisimeto, Edo. Lara en Venezuela, nos estaremos uniendo para una gran celebración: 40 años de la Marcha Evangelizadora. Todavía el propósito del evento sigue siendo el mismo: Elevar nuestras voces juntos para darle la honra y gloria a Dios.
Espontáneamente surge una pregunta: ¿Cómo alabar a Dios en medio del sufrimiento? Es bueno repetir aquí, lo que sabemos. El Evangelio, la Buena Noticia de salvación, no surgió en medio de la paz, sino en un mundo en guerra, y dónde el Emperador era tenido como un dios. Sin embargo, el Mensaje de paz de JESÚS llegó al corazón de muchos de los contemporáneos de los Apóstoles, y del apóstol Pablo. Como lo dijera el comentario de los enemigos de nuevo camino en aquellos días, en Tesalónica: “Estos que transtornan el mundo entero también han venido acá.” (Hechos 17:6).
El hecho cierto que en el mundo actual, con tanto terrorismo, de odios y guerras, todavía podamos proclamar el Evangelio de la paz, el amor y la esperanza, es una demostración de la unanimidad del pueblo de Dios al llevar el Mensaje a través de los siglos, lo tenemos bien claro y es a pesar de todo: “Un mismo sentir.”
Oración:
Padre Celestial:
Gracias por confiar en nosotros y llamarnos a proclamar tu glorioso evangelio, tu Palabra, a través de los siglos. Ayúdamos a que nosotros llenos de tu pasión llevemos tu Mensaje a nuestra generación. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
El cristianos nacido de nuevo se esfuerza en mantener el propósito de traerle gloria a Dios en todo lo que es y hace.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

viernes, 26 de mayo de 2017

Una Razón para vivir

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Filipenses 1:21 (RV60). En esta vida nueva, no importa si uno es judío o gentil, si está o no circuncidado, si es inculto, incivilizado, esclavo o libre. Cristo es lo único que importa, y él vive en todos nosotros. Colosenses 3:11 (NTV)

George Bernad Shaw escribió:
“Esta es la verdadera felicidad de la vida: ser usado para un propósito y poder reconocer su supremacía; ser una fuerza de la naturaleza en lugar de algo inconstante, un saco de males y lamentos, siempre quejándose de que el mundo no se ha dado la tarea de hacerlo a uno feliz”.
Ciertamente, conocer la razón para vivir, da un significado a nuestras vidas; la verdad es que sin Dios la vida es sin sentido, sin significado ni esperanza; vivir sin fe, esperanza y amor es vivir sin paz, muy diferente es la vida del que ha puesto en Dios su confianza, porque puede exclamar: “¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!” (Isaías 26:3 NTV). Igualmente, cierto es que nada estimula más la vida que sentirse con una razón para vivir, el Apóstol lo dijo así:
“Pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios” (Hechos 20:24 NTV).
¡Nadie ha igualado la obra maravillosa que Dios hizo por medio del apóstol Pablo de Tarso y su única razón para vivir! Pues bien, cierro el párrafo con este pensamiento, conocer la razón para vivir nos prepara para la eternidad:
“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21 RV60.)
El gran apóstol Pablo vivió, sufrió y murió. Nerón, el déspota que ordenó su muerte, pensó librarse de él, pero el gran hombre de Dios, camino del cadalso exclamó:
“He peleado la buena batalla, he terminado la carrera y he permanecido fiel. Ahora me espera el premio, la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me dará el día de su regreso; y el premio no es sólo para mí, sino para todos los que esperan con anhelo su venida” (2 Timoteo 4:7,8 NTV).
Dios tiene una razón para que vivamos, no solamente, la vida humana que heredamos de nuestros padres, sino también la vida eterna a través de nuestro nuevo nacimiento (Juan 3:3). Esa razón es ¡JESÚS!, en efecto, JESÚS o Cristo es el misterio o secreto de Dios para completar su Plan de Salvación para el ser humano:
“Quiero que ellos cobren ánimo y estén bien unidos con fuertes lazos de amor. Quiero que tengan la plena confianza de que entienden el misterioso plan de Dios, que es Cristo mismo” (Colosenses 2:2 NTV).
Alguien dijo:
“El mundo está necesitando un credo para creer, una razón para vivir, una canción para cantar y una bandera para alzar”. Solamente Dios tiene una respuesta:
¡JESÚS! Él es nuestra única esperanza. Él es la Razón para vivir.
Oración:
Amado Padre Celestial:
Dios mío, enséñame de tal modo a valorar mis días sobre la tierra que se llene mi corazón de sabiduría. Ayúdame ahora a formular propósitos santos y  firmes basados en la única razón por la cual estoy todavía aquí, en armonía total con tu voluntad. Asísteme Señor, impúlsame con tu Santo Espíritu para vivir y morir para tu honra y gloria. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
El nombre de JESÚS es precioso para lo que vivimos para su honra y gloria, porque Él es nuestra única Razón para vivir y morir.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 25 de mayo de 2017

¿Cuál es la riqueza verdadera?

faular@hotmail.com
Lectura devocional: Lucas 12:16-21
Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. Lucas 12:21
Ante JESÚS se presenta un hombre pidiéndole que lo ayude porque su hermano mayor no quería compartir la herencia con él, pero, por la respuesta de JESÚS vemos que no se dejó contagiar con aquel síntoma que apenas señalaba que la enfermedad del hombre era más profunda: la avaricia. En efecto, tenía un deseo desmedido de poseer riquezas. Pues bien, JESÚS fue a la raíz del problema. Aquella ocasión es aprovechada por JESÚS para llevarnos a otro nivel en nuestra vida humana, el verdadero sentido de la vida no consiste en poseer muchas cosas.
¿Cuándo somos ricos? ¿Cuál es la riqueza verdadera? Es imposible planear nuestras vidas hasta el último detalle. No podemos, con lo que vayamos poseyendo, fabricar nuestra felicidad.  La felicidad es estar contentos con lo que tenemos: “He aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación” (Filipenses 4.11). Cuando buscamos la felicidad en las cosas que tendremos en el futuro, siempre hay algo que desbarata nuestros planes. Una desgracia imprevista, una enfermedad contraída, un sistema de gobierno que nos quita nuestras propiedades, o puede ser que la muerte nos llegue. JESÚS lo describe magistralmente con estas palabras: “Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios” (Lucas 12.19,20). ¿Cuál es pues, el propósito de nuestra vida? Al final, tarde o temprano, todo aquello en lo que hayamos empleado nuestra energía, nuestro tiempo y nuestro ser para obtenerlo, nos será arrancado de nuestras manos. Entonces, volvemos a preguntarnos sobre qué tenemos que construir nuestra vida.
JESÚS nos dice que lo importante es ser rico ante Dios. Y sólo puede serlo quien dispone de lo que tiene, de lo que posee y lo que es para usarlo para la gloria de Dios, esa es la persona que se enriquece en Dios. En verdad, Dios es la riqueza verdadera del alma. La Palabra nos dice que por el nuevo nacimiento, el Espíritu Santo viene a morar en nosotros y por ello, nos convertimos en el templo de Dios. ¡Es posible que perdamos hasta la oportunidad de ganarnos una herencia material en este mundo, pero tenemos a Dios y con eso basta! No existe ninguna forma en la cual podamos perder lo que Dios nos ha regalado en JESÚS, la vida eterna: la riqueza verdadera.
Oración:
Amado Padre Celestial:
En ti mi amado SEÑOR, tengo mi refugio seguro. No tengo temor frente al futuro porque algún día saldré de aquí para morar contigo para siempre. SEÑOR, tu eres mi verdadera riqueza. Tú eres el Rey de mi vida. Te alabo y adoro con todas mis fuerzas. ¡Ayúdame a vencer mis debilidades y disfrutar lo que soy y lo que tengo! En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Ser “rico para con Dios” es hacerlo el Dueño de nuestro granero.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

miércoles, 24 de mayo de 2017

Con una misión inmortal

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Hechos 26:13-19
Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti. Hechos 26.16

El apóstol Pablo, después de Jesucristo es el héroe más importante de toda la historia del Cristianismo. Este Saulo de Tarso había nacido para ser el hombre que Dios usaría con la misión inmortal de dar a conocer el Evangelio, como la Buena Noticia de parte de Dios al ser humano. Dios le había dado cualidades innatas: una mente apasionada, alerta y despierta por sus creencias y la de sus antepasados; su manera de conocer al ser humano, y el haber aprendido a resumir su grandeza y su miseria para encauzarlo hacia la verdad; era un hombre intelectual que había estudiado a los pies del gran maestro de los judíos, Gamaliel, y, por haber nacido en Tarso, una provincia griega de las más importante de aquellos tiempos, había asimilado todo el bagaje cultural de la época, el conocimiento de sus filósofos, poetas y los mitos de aquella cultura; hablaba y dominaba los idiomas principales de su tiempo, el hebreo el idioma de su religión, el latín, el idioma del imperio romano y también el de las leyes, el griego, el idioma de la ciencia y del conocimiento de la sabiduría humana  -por cierto, su griego es exquisito y preciso-, tampoco descartamos que haya hablado la lengua materna, el arameo, el idioma de la familia judía.
Saulo de Tarso, contemporáneo de JESÚS, posiblemente había nacido el mismo año en que su Señor y Maestro se había encarnado. Cada uno de ellos, vivió en un mismo tiempo, pero, sus puntos de vistas eran diferentes. El primero nació para traernos la culminación de la revelación divina del plan de salvación de Dios para el ser humano caído, pero Saulo, había nacido para cumplir su misión histórica a la luz de su destino eterno; ser el mensajero principal de la Buena Noticia de la salvación. Cuando Saulo de Tarso tiene su encuentro con JESÚS, inmediatamente es comisionado para ser el gigante espiritual que conoceremos después como el apóstol Pablo. Así, como la resurrección de JESÚS marca el inicio de una esperanza viva para todos nosotros, la conversión de Saulo de Tarso, va a poner al servicio del cristianismo todos los dones y talentos de un hombre de la talla de Pablo de Tarso.
Ser cristianos nacido de nuevo, es tener bien claro que Dios nos ha llamado a ser parte de su misión inmortal, su plan maravilloso para la salvación del ser humano: “porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti.” (Hechos 26.16). Lo mejor de todo es que el apóstol Pablo, hizo de la misión de alcanzar a los perdidos, su razón de ser y hacer en esta vida, y así lo expresó y lo vivió:
Pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios” (Hechos 20:24, NTV).
Como bien lo repite Rick Warren, cada vez que le he escuchado:
“Fuiste hecho para una misión. Dios está trabajando en el mundo, quiere que te unas a Él. Eso es lo Él llama tu misión. Dios quiere que tengas un ministerio en el cuerpo de Cristo y una misión en el mundo.”
Ciertamente el Señor nos salvó por su gracia, pero esa acción demanda una responsabilidad agradecida de nuestra parte. Todo salvado es comisionado con una misión inmortal.
Oración:
Padre Celestial:
Ayúdame a entender que fui hecho para una misión y lo más importante, no es comenzarla nada más, sino cumplirla para tu honra y gloria. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
La misión de Pablo y la de nosotros es la misma, ser testigos del poder de Dios y llevar esta Buena Noticia a los demás.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

lunes, 22 de mayo de 2017

Favor y gracia de Dios

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Génesis 6:1-8
Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Génesis 6.8

Dios hizo un diagnóstico en los días antiguos de la humanidad, y vio que, “la maldad de los hombres era mucha en la tierra”; sin embargo, “Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”. Gracia es quizás la palabra más hermosa que tenga la Palabra de Dios. Podemos definir la gracia como “la provisión amorosa y misericordiosa de Dios para la necesidad del hombre perdido”. Ciertamente,  el hombre, en su estado natural es egoísta, egocéntrico y orgulloso, por lo tanto se halla esclavizado por Satanás, y espiritualmente muerto en delitos y pecados, y es debido a su naturaleza pecaminosa que el hombre es incapaz de salvarse a sí mismo. En efecto, la Biblia nos dice que el ser humano sin Cristo está “muerto en sus delitos y pecados” (Efesios 2.1,2).
Soy testigo de lo que es una persona muerta físicamente, porque trabajé como fotógrafo clínico en una sala de autopsias de un hospital por más de cinco años, y a pesar que vi tantas autopsias, nunca escuché un “¡ay!” de ninguno de ellos. ¿Ha visto usted a algún muerto hacer algo por él mismo? No. Nunca lo verá. Esta es una gran verdad porque los que están muertos según Dios, no tienen la vida verdadera y eterna, “Zoé”, y están vivos con la vida humana, “bíos”, nada más.
Pues bien, un muerto lo que necesita es vida, y JESÚS es la Vida: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14.6). “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5.24). A pesar de la triste condición del ser humano delante de Dios, todavía puede oír durante esta vida temporal, la voz del Creador, y mediante la fe el Señor mismo le otorga, creer que Dios le ofrece su favor y su gracia. La fe es producto de creerle a Dios, y aceptar su gracia y perdón, este es el Evangelio o la Buena Noticia: “Esa Buena Noticia nos revela cómo Dios nos hace justos ante sus ojos, lo cual se logra del principio al fin por medio de la fe. Como dicen las Escrituras: “Es por medio de la fe que el justo tiene vida.” (Romanos 1:17,NTV). El mensaje es claro por la gracia y el poder de Dios, ese “muerto” puede tener la vida eterna. Nuevamente, Dios nos dice: “Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.” (Efesios 2:8,9,NTV). ¡Nadie es salvo por sus propios méritos, sino por la gracia y el favor de Dios!
Por eso, JESÚS pudo dar esperanza a los familiares y amigos de su discípulo Lázaro, al traerlo de nuevo a la vida “bíos”. Ahora bien, sin duda, Lázaro volvería a morir pero aquel discípulo y amigo de JESÚS, poseía también la vida eterna, la Vida Espiritual, la vida que vino del cielo: ¡JESÚS mismo!: “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11.25). ¡Esta es la gracia y el favor de Dios para nosotros los pecadores! ¡Bendito y alabado sea Dios para siempre por su favor y su gracia!
Oración:
Padre nuestro:
¡Gracias por mirarnos con ojos de misericordia, llevarnos al conocimiento del Evangelio y la esperanza viva de nuestra vida eterna! Ayúdame a llevar este Mensaje de tu gracia y favor a todo el mundo. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
El amor que se desprende del Calvario es una fuente de gracia y el favor de Dios para nosotros los pecadores.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

viernes, 19 de mayo de 2017

SEÑOR: ¿Dónde estás?

faular@hotmail.com
Lectura devocional: Salmo 10
Oh Señor, ¿por qué permaneces tan distante?
¿Por qué te escondes cuando estoy en apuros? Salmo 10:1 (NTV)

El Salmo 10, trata de la conducta del gobernante malvado que hace intolerable la vida de su pueblo y dice Spurgeon: 
“No hay, a juicio mío, un solo salmo que describa la mente, las costumbres, las obras, las palabras, los sentimientosy el destino del impío con tanta propiedad, plenitud y luz como este salmo.” 
En efecto, Agustín de Hipona y Martín Lutero, pensaron que este Salmo hace referencia al Anticristo.
SEÑOR: ¿Dónde estás? “¿por qué permaneces tan distante?” El salmista autor de este Salmo es un creyente a quien el mismo diablo sembró la duda en el corazón para desanimarlo y de esta manera poderlo manipular a su antojo.
El salmista se queja: “¿Por qué te escondes cuando estoy en apuros?”… ¿Dónde está Dios cuando sufro? Exactamente es el clamor tambien de nosotros los cristianos nacidos de nuevo, como seres humanos que somos y viendo que, “con arrogancia los malvados persiguen a los pobres”. “los malvados son demasiado orgullosos para buscar a Dios; parece que piensan que Dios está muerto.”
Ciertamente, el gobernante arrogante, trata injustamente al pobre, porque en realidad el pobre no es un invalido, pero el sistema antogánico a Dios, lo ha vuelto un desvalido. El inválido es el que está postrado y dependiente de otros, y está sin fuerza para valerse por sí mismo; y el desvalido es todo aquel que se encuentra desamparado, se mantiene en la lucha hasta que se agoten sus fuerzas, sin ayuda, sin atención y sin cooperación de quienes deben brindarle el apoyo necesario para poder ser libres, esforzados y prósperos, y desde allí ayudar a otros, y hacer properar a su familia y a su nación. Por el contrario, el arrogante usa el poder para hacer el mal, “se esconden en emboscadas en las aldeas, a la espera para matar a gente inocente; siempre buscan víctimas indefensas.”
SEÑOR: ¿Dónde estás? El salmista aunque está postrado sin poder hacer nada, entre otras cosas porque como dijo el Apóstol “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.” (2 Corintios 10:4). Así que el salmista detona, la bomba “O” de la oración, y clama: “¡Levántate, oh SEÑOR! ¡Castiga a los malvados oh Dios, ohDios! ¡No te olvides de los indefensos!”,
Bien lo dijo Mattew Henry:
“Las palabras apasionadas contra los hombres malos hacen más mal que bien; si hablamos de su maldad que sea ante el Señor, en oración.”
Los hijos de Dios, tenemos que aprender esta gran lección, Satanás está vivo y activo, él ha prometido a los que aman al poder, dárselo:
Entonces el diablo lo llevó a una parte alta y desplegó ante él todos los reinos del mundo en un solo instante.—Te daré la gloria de estos reinos y autoridad sobre ellos —le dijo el diablo—, porque son míos para dárselos a quien yo quiera.” (Lucas 4:5,6, NTV). Lo único malo de tener al diablo por padre es que al final devora a sus hijos.
SEÑOR: ¿Dónde estás? El salmista nos dice donde está:
“¡El SEÑOR es rey por siempre y para siempre!” ¡Dios está en Su trono y desde allí nos bendecirá con Su eterna compañía, aún en medio de las tormentas de esta vida! ¡Vamos de triunfo en triunfo! Con los ojos de la fe el salmita miró al futuro y dijo:
“Harás justicia a los huérfanos y a los oprimidos, para que ya no los aterre un simple mortal”.
Muchas cosas han ocurrido desde que el salmista escribió el Salmo 10, entre ellas, la venida del Mesías prometido y con ello Su reino y nosotros reinaremos con Él! Ciertamente, ¡JESÚS, vino, vivió, murió y resucitó y muy pronto vendrá por nosotros!
Perla de hoy:
Dios está presente en medio de tu aflición, no dejes que la duda y tus lágrimas, lo oculten.
Oración:
Amado Padre Celestial:
Te confieso que algunas veces, en medio de las circuntancias de la vida, al buscarte en oración mi espíritu percibe tu presencia real, exclamo de todo corazón como tu siervo Jacob: “¡Ciertamente el SEÑOR está en este lugar, y yo ni me di cuenta!”. ¡Gracias por tu presencia en mi andar aun en medio del peligro! En el nombre de JESÚS. Amén.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 18 de mayo de 2017

Dios cumple sus promesas

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Josué 21:43-45
No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió. Josué 21.45

Llegué a visitar a una hermana que había estado muy enferma; ella era una mujer fiel y de gran testimonio en nuestra iglesia. Al contrario de lo que yo esperaba, al imaginármela abatida por aquella prueba, me dijo llena de confianza: “Pastor, esta mañana mientras leía la Palabra de Dios y oraba, el Señor me dio una promesa en la cual me dice que, ¡Él hará un milagro en mi cuerpo¡”. Con los años he aprendido dos cosas, que Dios nos habla por medio de la Palabra y de la oración; allí estaba una mujer que desde hacía muchos años, como cristiana, tenía una relación muy especial con su Señor. Estábamos en una atmósfera de “esperanza, fe y amor”, y mi actitud fue solemne y de expectación ante su testimonio. Cantamos algunos himnos que hablan de las promesas de Dios, las cuales son apoyo de nuestra fe; leímos la Palabra y oramos. A los pocos días, al salir del culto, en dónde habíamos orado por la hermana y por otros enfermos, ella me dijo: “¡Pastor, siento que hoy el Señor me ha sanado!”. Me regocijé con ella, y con mi amado Padre celestial. Luego, todos en la iglesia verificamos el milagro porque aquella hermana, vivió muchos años más y Dios la usó grandemente en la extensión de Su reino. 
Ahora bien,  el Señor y yo hemos andado juntos por  más de medio siglo de mi existencia, Él es real y sé que cumple sus promesas, como lo dice su Palabra: “Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” (2 Pedro 1:4).
Encontramos en la Biblia a muchos hombres y mujeres que confiaron en las promesas de Dios, y el Señor las cumplió al pie de la letra. Una de mis favoritas es la promesa hecha por el Señor a Caleb, aquel héroe del libro de Moisés, que confió que Dios le daría la montaña de Hebrón, y cuarenta años después, Dios cumplió. Confiar en que Dios cumple lo que promete es el trasfondo de nuestro versículo de hoy: “No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió” (Josué 21.45).
En realidad, todo cristiano nacido de nuevo es hijo de la promesa que nos ha hecho el Señor de hacernos sus hijos; igualmente, todo nuestro andar diario depende de confiar en las promesas del Señor. En efecto, la vida cristiana basa su esperanza en las “preciosas y grandísimas promesas” que Dios nos presenta en su Palabra.
Perla de hoy:
Dios y las promesas en su Palabra son un refugio seguro en las tormentas de la vida.
Oración:
Padre eterno:
¡Gracias por las promesas que me das en tu Palabra en medio de las luchas y circunstancias de la vida! Aquí estoy en esta hora delante de ti, esperando que tu mano me sostenga en esta hora difícil para mí y los míos. Confío en tu Palabra y en tu amor. ¡Gracias porque tus promesas son apoyo poderoso de mi fe! En el nombre de JESÚS. Amén.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

miércoles, 17 de mayo de 2017

JESÚS: el pan que satisface eternamente

faular@hotmail.com
Lectura devocional: Juan 6:47-51
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. Juan 6:51

Teníamos que hacer un largo viaje el hermano Jesús Bolívar y yo, y pasé a recogerlo a su casa en mi auto. El hermano Bolívar, quien era un recién convertido al Evangelio, era un anciano que siempre en aquellos tiempos, me acompañaba en los viajes por todo el país, predicando el evangelio y enseñando en las iglesias sobre la oración, la evangelización y el discipulado. En verdad el hermano Bolívar era un hombre de la Palabra y oración. Así que en el día del viaje pasé a buscarlo a su casa -él era viudo y vivía solo-; cuando llegué, él estaba en su tiempo devocional, y no queriendo interrumpirlo, le hice señas de que yo lo esperaba en el auto. Pasaron unos minutos, llegó, y al sentarse me dijo: “¡Perdóneme, hermano pastor, pero estaba comiéndome al SEÑOR JESÚS, mi pan de vida diario!”…
Contrariamente algunos de los que vienen a JESÚS, tanto en los los tiempos bíblicos como en el día de hoy, vienen por lo que Él puede hacer por ellos en el sentido material -obviamente por lo que es temporal y no por lo espiritual que es eterno, como lo hizo aquella multitud a la cual Él sació el hambre física-, El SEÑOR les advierte:Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis” (Juan 6.26).
¿Qué quiso decir JESÚS con “Yo soy el pan de de la vida”? Sin duda, sabemos que el pan o comida, sostiene nuestra vida física, sin pan es imposible vivir en este mundo, pero JESÚS cuando nos habla de vida, se refiere a la “vida Zoé”, la que viene del cielo, en otras palabras se refiere a Él mismo. ¡Eso es muchísimo más importante que la vida física! Todos los milagros que hizo JESÚS en su tiempo eran para mostrarle, principalmente a los judíos, las señales espirituales para que supieran que Él era y es el Mesías prometido, el enviado de Dios, la bendita Segunda Persona de la trinidad. Pues bien, ¿cuál es el sentido espiritual de la vida “Zoé”? Es la nueva relación que el ser humano, nacido de nuevo, experimenta con Dios; mediante esta vida ingresamos a la familia de Dios –ese es su Plan desde antes de que el mundo fuese, en la eternidad pasada, adoptarnos como sus hijos, para que vivamos con Él, en la eternidad futura-, tanto aquí como allá –como me enseñó el sabio anciano- ¡JESÚS es el pan que satisface eternamente!
Perla de hoy:
Al comer del Pan que JESÚS nos ofrece experimentamos la completa satisfacción de Su vida abundante.
Oración:
Amado Padre Celestial:
¡Qué motivos de alabanzas me das hoy para traértelas delante de ti! Lleno eres de misericordia, de justicia y poder. Gracias por enviarnos la Vida Eterna en tu Hijo amado el verdadero pan para los hambrientos de ti y de tu salvación. Ayúdame Señor a proclamar que tu Hijo es el verdadero pan para siempre. En el nombre de JESÚS. Amén.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?