Francisco Aular
faular @hotmail.com
Lectura devocional: Isaías 33:21-24
Porque el SEÑOR es nuestro Juez, el SEÑOR es nuestro Legislador, el SEÑOR
es nuestro Rey; Él nos salvará. Isaías 33:22 (La Biblia de las
Américas)
“¡Chico, te
toca lavar las ollas!” Fue la orden de mamá en aquella tarde en mi hogar
campesino, en el cual cada uno de los hijos teníamos nuestras
responsabilidades. A mis siete años, eso era algo que realmente odiaba. Mi
hermano mayor –travieso y burlón como era- aprovechaba la oportunidad para
hacerme rabiar más, y me dijo: “Así me gusta, sirviente”… Mi papá contemplaba
la escena, y no decía nada. Pero aquella tarde, mi viejo me dio una lección que
nunca he olvidado. No había agua corriente, y mi papá sin contradecir a mamá,
dijo: “¡Chico, te ayudo llevándote el agua!” Me limpié mis lágrimas al verlo
levantarse y buscar el agua, me dispuse a lavar las ollas. Pero mi papá, no me
dejó solo… ¡el también se puso a lavar las ollas conmigo! “Hijo” Me dijo
tiernamente, y como hacía con los famosos cuentos de los hermanos Green, que él
traducía al lenguaje de nosotros… -añadió-: “Todos somos sirvientes los unos a
los otros en la patria, fíjate al mismo presidente de la república, él tiene
que depender del congreso, y éste a su vez hace leyes, que los jueces,
vigilarán de que se cumplan. Así que no te ofendas cuando te llamen,
sirviente”… Cuando a mis hijos, les he contado esta historia, también les digo
que esto sería por allá por el año 1952, cuando el terror de la dictadura de
Marcos Pérez Jiménez, apenas comenzaba. Aquel dictador había logrado unir los
tres poderes en uno, y desde luego, eso no estaba bien.
En efecto,
todo gobierno democrático de una nación descansa en los tres poderes fundamentales
mencionados por el profeta Isaías: el poder judicial, el poder legislativo
y el poder ejecutivo. Vivimos en un
mundo caído y por lo mismo injusto. Por este motivo los seres humanos siempre tienen la tendencia a abusar de
los poderes que le son confiados, por eso conviene que el ejercicio de los
mismos se efectúe independientemente el uno del otro, a fin de que cierto
equilibrio se establezca entre ellos.
En realidad,
si alguien sufrió en carne propia la injusticia humana, fue JESÚS, fue vilmente
apresado, enjuiciado, humillado, condenado y asesinado, y nadie respondió por
este crimen. ¡Pero JESÚS, resucitó, subió a los cielos y retornara con poder y
gloria! ¡Él volverá para reinar sobre el mundo! Es una promesa y profecía que
Él mismo señaló: En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo
habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo
preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté. (Juan 14:2-3 NVI).
La Biblia nos dice que cuando JESÚS se presente para
reinar sobre el mundo, Él asumirá esos tres poderes en Su divina Persona:
JESÚS, tiene una larga trayectoria para que su gobierno sea ejemplar. Así lo
afirma el Apóstol: Cristo es el Hijo de Dios, y existe desde
antes de la creación del mundo; él es la imagen del Dios que no podemos ver.
Por medio de él, Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la
tierra, lo que puede verse y lo que no se puede ver, y también los espíritus
poderosos que tienen dominio y autoridad. En pocas palabras: Dios creó todo por
medio de Cristo y para Cristo. Cristo existía antes de todas las cosas. Por
medio de él, todo se mantiene en orden. (Colosenses 1:5-17 La Biblia en
lenguaje actual).
En la eternidad futura,
JESÚS tendrá poder como Legislador por excelencia, todavía sus 10
Mandamientos están allí, igualmente su Sermón del Monte. JESÚS tendrá poder Ejecutivo,
Él es el Señor de la Iglesia y la ha dirigido a través de los siglos. Pero
también tendrá poder Judicial porque Él es Juez: “Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo,
para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya
hecho mientras vivió en el cuerpo” (2 Corintios 5:10).
Sí, una de las profecías que más nos debe llenar de gozo
es la concerniente al futuro reinado de JESÚS, Él se ha ganado el derecho por
Su muerte, Su resurrección, Su amor, Su Santidad y Poder verdaderamente Justo.
¡JESÚS gobernará de manera irreprochable para el beneficio de sus súbditos, y
lo hará desde Jerusalén! En el reinado de JESÚS, se cumplirá lo dicho por el
profeta Isaías: “En los últimos días, el monte de la
casa del Señor será establecido
como el más alto de los montes; se alzará por encima de las colinas, y hacia él
confluirán todas las naciones. “Muchos
pueblos vendrán y dirán: “¡Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob!, para que nos enseñe sus
caminos y andemos por sus sendas.” Porque de Sión saldrá la enseñanza, de
Jerusalén la palabra del Señor. Él juzgará entre las n
ciones y será
árbitro de muchos pueblos. Convertirán sus espadas en arados y sus lanzas
en hoces. No levantará espada nación contra nación, y nunca más se
adiestrarán para la guerra. (Isaías 2:2-4 NVI). ¡Como cristianos nacidos de
nuevo, nos deja sin aliento el fabuloso futuro que nos espera y esa esperanza
nos sostiene! ¡Ante la inminente
Segunda Venida de JESÚS, sólo podemos decir como el apóstol Juan al final en su
inmortal Apocalipsis!: “Amén; sí, ven, Señor JESÚS”.
Oración:
Amantísimo
Padre Celestial:
¡Cuán grande eres, y cuando delicioso es andar en tus caminos! Gracias por
dejarnos esa fuente de vida inagotable que es tu Palabra. Te pido que me ayudes
a poner alas a la esperanza de tus hijos, y a prepararnos para la Segunda
Venida de tu Amado Hijo. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Reinar con JESÚS para siempre es el galardón por hacerlo Señor de nuestras
vidas aquí.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
alguna lección por aprender?
¿Existe
alguna bendición para disfrutar?
¿Existe
algún mandamiento por obedecer?
¿Existe
algún pecado por evitar?
¿Existe
algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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