viernes, 29 de diciembre de 2017

¡Hasta luego!

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Deuteronomio 11:16-21
La tierra a la que vas a cruzar para tomarla en posesión es una tierra de montañas y valles, regada por la lluvia del cielo. Es una tierra que el SEÑOR tu Dios cuida permanentemente. El SEÑOR tu Dios la vigila con sus propios ojos, de principio a fin del año. Deuteronomio 11:11,12 (PDT)


Se cuenta que cuando la gran Biblioteca de Alejandría fue destruida, entre los pocos pergaminos que se salvaron, estaba uno llamado: “La piedra de toque.” Un sabio logró obtenerlo y cuando le llegó su tiempo de morir, lo puso en manos de un discípulo y le reveló el secreto: Se trataba de hallar un talismán en forma de guijarro, una de esas piedras que se encuentran en las orillas de las playas, al cual se le atribuían poderes sobrenaturales extraordinarios tales como lograr convertir todo lo quisiera en oro y alcanzar cualquier cosa que deseara. Todo lo que tenía que hacer era pasearse por la orilla del mar e ir recogiendo guijarros. Si al tacto una de aquellas piedras la sentía tibia, había encontrado la Piedra de Toque. 

Con el pergamino en mano y el secreto en mente, el hombre se fue inmediatamente a su casa, tomó la decisión de dedicar una hora cada día en la búsqueda de aquella piedra maravillosa. Y así, cada mañana al amanecer recogía piedras en la playa. Al momento de agarrar un guijarro que sentía frío, lo lanzaba al mar. Este hombre fue practicando este proceder, horas, tras horas, día tras día, semana tras semana, mes tras mes y años tras años. Cada guijarro que sentía frío, lo lanzaba al mar. No se cansaba nunca porque había descubierto la experiencia de ir a la playa todas las mañanas, disfrutar la salida del sol, el fascinante olor y brisa del mar, el canto y pelea de las golondrinas y otras aves que iban y venían del cielo azul, el agradable sonido al golpear las olas en las rocas y en la orilla. En fin, aquella práctica llegó a resultarle agradable y sana. Agarrar los guijarros, sentirlos fríos al tacto y lanzarlos al mar, se había convertido en una parte de sí mismo cuando se hizo un hábito.
Muchos años habían pasado, cuando una mañana sucedió que el hombre tomó un guijarro que sintió tibio, en comparación con los demás. Pero el hombre al coger la piedra y sentirla diferente, la lanzó al mar.

Este cuento tiene muchas lados en cuanto a la enseñanza, pero una que me gusta es ver el gozo del hombre en lo que hacía y hasta perder el objetivo de lo que ya estaba haciendo, pero disfrutar el proceso al vivirlo cada día.
Al hablar del gozo al hacer las cosas mientras caminamos en esta vida, el apóstol Pablo aconsejó a los cristianos de Colosas:
“Cuando hagan cualquier trabajo, háganlo de todo corazón, como si estuvieran trabajando para el Señor y no para los seres humanos.” (Colosenses 3:23, PDT).
Debo confesarles que hace diez años, cuando inicié este ministerio de Perlas del Alma, no pensaba que llegaría tan lejos, pero la gracia de Dios lo ha permitido; el levantarme cada mañana bien temprano, orar y buscar en la Biblia, la meditación para ese día, escribirlo o revisar una escrita para orar y luego enviárselas a todos ustedes, sin que nadie salvo el SEÑOR me haya empujado para hacerlo, todo esto ha sido un banquetazo espiritual matutino sin sustituto. Entonces, un entusiasmo fue creciendo en mí, día tras día, semana tras semana, mes tras mes y año tras año, esto se me ha convertido en hábito. También está el hecho de los amados que me han acompañado todos estos años, ayudándome en la corrección del texto, hasta cuando ellos pudieron; igualmente, los lectores como ustedes con sus valiosas opiniones de apoyo; los amados cuyas vidas han pasado a otro nivel espiritual, leyendo y aplicando los consejos bíblicos simplemente de alguien que ya encontró hace 54 años, su verdadera “Piedra de Toque”. ¡Todo este caminar escribiendo a Perlas del alma, ha sido una experiencia matutina extraordinaria y por lo cual viviré agradecido al SEÑOR y a ustedes! 

Hoy estamos a la víspera de un Año Nuevo, y nos damos cuenta que no podemos retroceder el tiempo, ni tampoco mucho de lo hemos hecho en el pasado. Así que frente a un Año Nuevo, dos pensamientos vienen a nuestra mente, ¿podrán los logros o tropiezos del pasado ayudarme en el futuro? ¿Cómo sé que me espera en el 2018? Aquí el Apóstol, viene otra vez en mi ayuda, con lo único que podemos hacer:
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”
(Filipenses 3:12-14, RV60). 

Mis amados, no quisiera despedirme sin decirles que dentro de cinco días, estaré bajo una cirugía y me dicen que la recuperación será lenta. En virtud de ello, no sé cuanto tiempo, y si puedo hacerlo volveré con Perlas del Alma, mientras tanto, regáleme sus oraciones. ¡No hay vuelta atrás en la determinación de servir al SEÑOR en todo tiempo, ya sea en salud o con la prueba encima! Hago mías las palabras que Moisés poco antes de morir, dirigió a su pueblo, cuando ya iban entrar a la Tierra Prometida:
“El SEÑOR tu Dios la vigila con sus propios ojos, de principio a fin del año”. Deuteronomio 11:11,12 PDT. ¡El SEÑOR va con nosotros como lo ha prometido!
También hago mío el coro de un precioso himno:
Ya tengo la victoria,
Pues Cristo me salva.
Buscóme y compróme
Con su divino amor.
Me imparte de su gloria,
Su paz inunda mi alma;
Victoria me concedió
Cuando por mí murió.
(HB #466 CBP, 1990).
¡Lo mejor de todo es que EMANUEL, Dios está con nosotros!
¡Hasta luego!
¡Venga ese abrazo bien fuerte con golpecitos de espaldas y todo!
¡Feliz Año 2018 pleno de la guía y bendición de Dios!
¡Adelante, siempre adelante!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Algunas horas, algunos días y los años se me han escapado como el agua entre mis dedos, sin provecho ni bien para mí ni para otros. Te confieso que me ha faltado sabiduría, o fuerza para redimir el tiempo. En esta hora te pido SEÑOR, que me des valor, fe, esperanza y amor para ponerme sobre mis pies, asirme con fuerza de tus manos, y salir a redimir el tiempo y contar a otros que tú eres el Dueño de todos nosotros, lo que tenemos y somos. Te lo pido en el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Dios me ha guiado por la playa del pasado, y Él va conmigo frente al mar desconocido del futuro.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

martes, 26 de diciembre de 2017

Un tiempo para todo

Francisco Aular
faular@hotmail.com
MARTES, 26 de diciembre de 2017
Lectura devocional: Eclesiastés 3:1-8
Hay una temporada para todo,
    un tiempo para cada actividad bajo el cielo. Eclesiastés 3:1 (NTV)

Un joven miembro de nuestra iglesia, recién graduado de la universidad, vino a mi oficina él quería saber cual sería mi consejo para invertir su vida con propósito. Me alegré de tal disposición de aquel joven sabio, le pedí que al siguiente día me trajera lo que llamamos una declaración del propósito de su vida. Así lo hizo, al siguiente día, regreso con esta propuesta: “Mi propósito en mi vida es amar y servir a Jesucristo, crecer y madurar en mi fe en Él; no enredarme en los tropiezos que el enemigo de Dios me ponga en el camino, fundaré una familia que le sirva y le honre, y mi lema será: ser discípulo, de JESÚS, y hacer discípulos que hagan lo mismo con otros.”
El paso del tiempo, rápidamente puso 20 años de aquella entrevista con el joven, y hoy él está cumpliendo su declaración del propósito de su vida. Nos vimos en este verano, y ha sido hermoso comprobar que vive según lo que escribió aquel día en mi oficina. Está felizmente casado, y tanto su esposa como él, sirven al Señor en compañía de sus hijos. Cada vez que predica, y por su vida ejemplar, muestra que JESÚS es su pasión y triunfo. ¡Alabado sea Dios que este hombre es sabio en uso del tiempo que Dios le ha dado!
Plutarco, decía: “Confía en el tiempo: es el más sabio de todos los consejeros.” ¡Lo único malo con este consejero sabio es que acostumbra llevarse a sus discípulos! Pero lo importante no es cuánto tiempo viva, sino qué hago con los consejos que el tiempo me da, mientras vivo; ¿le hago caso a ese consejero que al final todo lo destruye con su paso?, ya sabemos que el tiempo perdido no puede ser recuperado porque es como la crecida de un río que lo arrastra todo lo que encuentra a su paso; y cuánto mas felicidad encontramos en una temporada más pronto pasa, así el tiempo nos arrastra consigo ni siquiera es cortés para invitarnos a subir en su carroza, ¡nacemos en ella!...¿Qué hacemos con el tiempo mientras estamos aquí? ¿Lo malgastamos? ¿Lo minimizo con indolencia o frivolidad? ¿Lo dejo vacío sin llenarlo con un propósito para vivir? O lo redimo con lo aconsejó el Apóstol: “Andad sabiamente (…), redimiendo el tiempo.” (Colosenses 4:5 RV60). En efecto, Pablo pensaba que esta vida era tan solo una temporada, y teníamos que aprovechar cada oportunidad, para llenar nuestra vida con la visión y misión que Dios, nos regaló al darnos tanto la vida humana, como la vida eterna. Por la gracia de Dios, el Apóstol nos dejo su declaración del propósito de su vida:Pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios.” (Hechos 20:24 NTV).
Efectivamente, el tiempo es el patrimonio que Dios no da generosamente, y Dios espera que lo complazcamos a Él y no solamente a los demás seres humanos, mientras vivamos, y en todo lo que hagamos con nuestra vida metida en el tic tac del reloj:Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente.” (Colosenses 3:23, NTV). Dios nos da un paréntesis de la eternidad para vivir que se abre con nuestro nacimiento y se cierra con nuestra muerte. Así que el “tiempo es oro” como dice el conocido refrán. Sí, el tiempo es un tesoro, es herencia de nuestro Padre Celestial, y solamente yo tengo, el derecho y deber de manejarlo, invertirlo o redimirlo. Teniendo siempre en mente que existe un tiempo para todo, como bien lo escribiera, hace tres mil años, el sabio Salomón, en Eclesiastés 3:1-8 (NTV)
Hay una temporada para todo,
    
un tiempo para cada actividad bajo el cielo. 
Un tiempo para nacer y un tiempo para morir.
    
Un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar. 
Un tiempo para matar y un tiempo para sanar.
   
Un tiempo para derribar y un tiempo para construir.
Un tiempo para llorar y un tiempo para reír.
    
Un tiempo para entristecerse y un tiempo para bailar. 
Un tiempo para esparcir piedras y un tiempo para juntar piedras.
    
Un tiempo para abrazarse y un tiempo para apartarse. 
Un tiempo para buscar y un tiempo para dejar de buscar.
  
Un tiempo para guardar y un tiempo para botar.
Un tiempo para rasgar y un tiempo para remendar.
   
Un tiempo para callar y un tiempo para hablar.
Un tiempo para amar y un tiempo para odiar.
   
Un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz.
Oración:
Amado Padre Celestial:
Algunas horas, los días y los años se me han escapado como el agua entre mis dedos, sin provecho ni bien para mí ni para otros. Te confieso que me ha faltado sabiduría, o fuerza para redimir el tiempo. En esta hora te pido SEÑOR, que me des valor, fe, esperanza y amor para ponerme sobre mis pies, asirme con fuerza de tus manos, y salir a redimir el tiempo y contar a otros que tú eres el Dueño de todos nosotros, lo que tenemos y somos. Te lo pido en el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Lo importante no es cuánto tiempo viva, sino qué hago con los consejos que Dios me da por Su Palabra, mientras vivo.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

domingo, 24 de diciembre de 2017

¡JESÚS es la NAVIDAD!

Francisco Aular
Lectura devocional: Juan 3:1-17
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16

Desde hace muchos años, soy coleccionista de los boletines de las iglesias que he visitado, y como me encanta hacer los boletines, son de gran ayuda. De esta manera tengo delante de mí, un poema que me gusta, no conozco a su autora: Zaida C. de Ramón, pero le doy su crédito:
JESÚS es la Navidad
Zaida C. de Ramón
¡Con cuanto anhelo se espera
la época de Navidad!
“Hay que comenzar la fiesta;
es tiempo de celebrar.”
Sin saber por qué festejan,
sin conocer la verdad,
comienza la algarabía
de lo que NO es Navidad.
¡Qué triste la condición
que vive la sociedad!
Al mundo dan pleitesía
los que en tinieblas están.
Buscan llenar un vacío
con que nada llenarán.
Solo CRISTO satisface.
¡JESÚS es la Navidad!
La tradición con su engaño
A muchos suele atrapar.
Hacen todo por costumbre
sin siquiera razonar.
El que está en CRISTO se goza
en espíritu y verdad.
Hay gratitud en el alma…
¡Cada día es Navidad!
Es Navidad vida nueva,
es dejar lo viejo atrás,
es empezar sin reservas
con JESÚS…Una amistad.
Si en verdad quieres gozarte,
si anhelas un cambio ya…
Dile que sí a JESUCRISTO
¡Haz de Él tu Navidad!
Verá, cuando estudiamos los Evangelios, nos encontramos a Mateo y Lucas que hacen énfasis detallado del Nacimiento de JESÚS, pero Juan, enfatiza el propósito de la Navidad y nos dice que JESÚS es la Navidad. Encuentro cuatro razones de porqué JESÚS es la Navidad, que nos da en el versículo Juanino más famoso de todos, Juan 3:16. Veamos:
¡JESÚS es la Navidad! Porque señala la dimensión del amor de Dios: “Porque de tal manera….”
¡JESÚS es la Navidad! Porque que Dios es amor: “…amó Dios al mundo…”
¡JESÚS es la Navidad! Porque Él y sólo Él es la Salvación, ¡JESÚS es el Regalo de Dios!: …“para que todo aquel que en él cree”…
¡JESÚS es la Navidad! Porque Él y solo Él es la Vida Zoé: “…mas tenga vida eterna.”
La Natividad o la Navidad bíblica, es el acontecimiento más celebrado por los ángeles, los pastores, los magos y todos los piadosos que en ese tiempo amaban al SEÑOR y Sus profecía. En efecto, 70 profecías de Antiguo Testamento, de más 300 que convergen en JESÚS, se cumplieron en Navidad. Por ello, la Navidad no es meramente la celebración de una fecha. En realidad, ¡JESÚS es la NAVIDAD!
Hoy estamos celebrando a JESÚS, y me detengo un momento como el escritor de estos devocionales para agradecerle su apoyo en oración y siguiéndolos por diez años consecutivos. Mi gratitud es inmensa, y los nombres de varios de ustedes vienen a mi mente. Gracias por todo, y el que PADRE les conceda a todos un tiempo bueno y bendecido, recuerde teniendo a JESÚS en su vida, tiene en sí todos los tesoros eternos que el SEÑOR preparó para usted antes de la fundación del mundo. No lo dude porque todo la relacionado con el Mesías prometido en la Escritura, se cumple en JESÚS. ¡Teniéndolo a Él en la vida, lo tenemos todo!
Como lo dice el poema:
Si en verdad quieres gozarte,
si anhelas un cambio ya…
Dile que sí a JESUCRISTO
¡Haz de Él tu Navidad!
“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” (Mateo 1:21-23).
¡Venga ese abrazo!
¡Feliz NAVIDAD!

jueves, 21 de diciembre de 2017

JESÚS: La Clave de la Navidad

Francisco Aular
Lectura devocional: Lucas 4:16-21
El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos,  a pregonar el año del favor del Señor.(Lucas 4:18,19; NVI)

Le preguntamos al maestro de música cubana Roberto Linares Brown -miembro de nuestra iglesia, aquí en Toronto-: ¿En qué consiste la clave de la música afrocubana?, y él nos responde: “La clave, es un instrumento idiófonos (del griego: significa "sonido propio"), de percusión que marca el ritmo como “llave” o patrón a partir del cual se derivan sistemas rítmicos que constituyen diversos géneros populares o folclóricos de la música cubana.” Muy bien y ¿esto qué significa? Y rápidamente concluye, “sin la clave cubana es imposible interpretar una pieza de música tropical”. Eso nos dio la idea para la siguiente meditación: ¡JESÚS: La Clave de la Navidad!, sin Él no hay Navidad, y si Él no hubiera nacido, nosotros estuviéramos eternamente separados de Dios, por lo tanto, JESÚS es la Razón de la Navidad. Y para decirlo en términos de la música tropical: Es la Clave de la Navidad. ¿Por qué JESÚS es la clave de la Navidad? Veamos:
JESÚS es la Clave de la Navidad porque Él y solo Él es Dios en medio nuestro: “Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS” (Lucas 1:31; RV60); “… la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel que significa «Dios con nosotros” (Mateo 1:23; NTV). ¡JESÚS o EMANUEL es preexistente! ¡Él es antes de que el mundo existiera!, en efecto, la Biblia enseña que JESÚS de Nazaret, el Carpintero de Galilea es el Creador del universo, sí, ¡JESÚS es el mismo Dios Todopoderoso!, sin Él no hay salvación,  y no tendríamos la vida “zoé”. ¡En una Navidad vino del cielo para salvarnos de nuestros pecados y llevarnos allá!
JESÚS es la Clave de la Navidad porque Él y solo Él es la Buena Noticia para el ser humano pecador: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres... JESÚS es la Segunda Persona de la Trinidad, el Hijo de Dios Padre y Dios Espíritu Santo. La religión ha hecho todo lo posible para llevarnos a Dios, pero no ha podido, necesitamos nacer de nuevo; las religiones solamente hacen remiendo nuevo en paños viejos. En JESÚS tenemos la respuesta de Dios al pecado humano; Dios vino para evitarnos intermediarios, y ahora podemos hablar con Él cara a cara porque, objetivamente, Él está el cielo intercediendo por nosotros, y, subjetivamente, vive en nosotros para darnos la victoria cada día en esta tierra: Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. Dios le prometió todo al Hijo como herencia y, mediante el Hijo, creó el universo. El Hijo irradia la gloria de Dios y expresa el carácter mismo de Dios, y sostiene todo con el gran poder de su palabra. Después de habernos limpiado de nuestros pecados, se sentó en el lugar de honor, a la derecha del majestuoso Dios en el cielo” (Hebreos 1:1-3; NTV).
JESÚS es la Clave de Navidad porque en Él y solo en Él hay libertad y salvación: Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos… En el principio, nos dice la Biblia que el Creador nombró mayordomo (administrador) al ser humano: “Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo»” (Génesis 1:28; NTV), sin embargo, un personaje siniestro llamado Satanás, enredó a nuestros primeros padres, los engañó, porque esa es la especialidad de él, y les robó la administración de este mundo, y desde ese día todos los seres humanos no nacemos bajo la libertad del Paraíso de Dios, sino bajo la esclavitud de Satanás, el cual tiene a la humanos “muertos en sus delitos y pecados” (Efesios 2:1,2); los seres humanos estamos completamente ciegos sin Cristo: “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4). ¿Qué hacemos con un muerto?, ¡o le damos vida o lo enterramos! JESÚS es la vida eterna y vino para darnos vida: “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10b); ¿qué hacemos con un ciego? Es maravilloso que podamos quitarle la venda y hacer que vea, eso es lo que hace JESÚS exactamente cuando viene a nuestras vidas: Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos…
JESÚS es la Clave de la Navidad porque Él y solo Él rompió las cadenas de nuestra condenación: …a poner en libertad a los oprimidos... La Biblia dice:Así es, un solo pecado de Adán trae condenación para todos, pero un solo acto de justicia de Cristo trae una relación correcta con Dios y vida nueva para todos” (Romanos 5:18; NTV), ¡JESÚS se hizo hombre! Se encarnó, esto es lo que llamamos la Natividad o Navidad del SEÑOR, ¡JESÚS es el Verbo de Dios, la Palabra de Dios! Como lo enfatiza uno de sus discípulos: “Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de fidelidad y amor inagotable. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre” (Juan 1:14; NTV).
JESÚS: Es la Clave de la Navidad porque Él y solo Él es el Regalo de Dios para los pecadores: “a pregonar el año del favor del Señor.” Ciertamente, ¡cuán Buena Noticia nos trajo JESÚS al venir y morir por nuestros pecados!, pagó el precio delante del Padre y nos compró un lugar en el cielo, y ahora nos lo ofrece como un Regalo, por eso, pudo decir lo que está vigente hoy: “…Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6; RV60). Pasé muchos años de mi niñez y primera juventud pensando en ser lo suficientemente bueno para merecer ir al cielo, pero un día comprendí que Dios me lo ofrecía como un Regalo en JESÚS:Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 6:23; NTV).
¿Qué es Navidad? Es ternura ante el pasado, valor ante el presente, esperanza para el futuro. Es el deseo ferviente de que cada copa rebose con bendiciones ricas y eternas, y que todos los senderos conduzcan a la paz.” Agnes M. Pharo.
¡Solo JESÚS es la Clave de la Navidad para llevarnos al Padre, quien lleno de buena voluntad nos espera!
Oración:
Amado Padre Celestial:
¡Gracias a tu misericordia y justicia hoy llevo dentro de mí a JESÚS, el Personaje central de toda la Biblia! Llevo con JESÚS, el gozo, la fe, la esperanza, la paz y el amor. ¡Bendito y alabado sea tu Nombre para siempre! Amén.
Perla de hoy:
La Persona Clave de la Navidad es “Emanuel”, Dios con nosotros y en nosotros, si lo hemos recibido en nuestra vida. Él vino a buscarnos porque el cielo no es cielo sin el ser humano redimido.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

miércoles, 20 de diciembre de 2017

¡Navidad sin miedo!

Francisco Aular
Lectura devocional: Lucas 2:8-14
Pero el ángel les dijo: No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Lucas 2:10 (NVI)

En diciembre de 1965 los miembros de la Misión Bautista Emanuel celebramos nuestra primera Navidad en una casa que habíamos adquirido en la Castellana, al este de Caracas. Nuestro pastor, el siempre bien recordado misionero estadounidense Carlos B. Clark nos invitó a salir por las calles de nuestra parroquia, a anunciar a todos los vecinos que ya estábamos allí. Lleno de entusiasmo apoyé a mi pastor, pero unas hermanas se me acercaron y me dijeron: “Francisco no podemos salir por esas calles, la mayoría de la gente de esta parroquia son creyentes de la religión tradicional y al saber que somos evangélicos, nos lanzarán insultos…”,  la verdad, me di cuenta, que las amadas tenía miedo a hacer el ridículo, en todo caso, no dije nada al pastor. La noche del jueves antes de navidad, llegamos al templo, la preciosa voz de tenor del hermano Clark resonó al ensayarnos tres himnos: “Venid fieles todos”, “Oh santísimo, felicísimo”, y “Noche de paz”. Seríamos unos doce que llegamos, entre nosotros, la hermana Ruth Ayllón y su inseparable acordeón. Nos dirigimos nada menos que a la plaza principal de la parroquia, allí había varias personas sentadas y en movimiento, el hermano Clark nos llevó al centro de la plaza, nos formó como un coro de verdad,  el acordeón lanzó sus notas al aire, cantamos revestidos todos de un valor inusitado, vencimos el miedo a testificar de JESÚS. La gente que caminaba se detuvo, y los que estaban en sus bancos se acercaron e hicieron un círculo alrededor nuestro; cuando terminamos el primer himno nos aplaudieron, pero nuestro repertorio era muy corto y al finalizar con “Noche de paz”, gritamos: “¡Feliz Navidad para todos!”. El pastor explicó quiénes éramos y dónde estábamos ubicados, mientras Carlitos Clark, hijo del pastor, y yo repartíamos tratados; nadie rechazó la literatura. Así fuimos por varias cuadras del municipio Chacao porque la Navidad “es motivo de alegría para todo el pueblo”, y no podemos callar.
La noche en la cual nació JESÚS en aquel establo de Belén, sucedieron varios hechos milagrosos, entre ellos, la participación de los ángeles y el miedo de los pastores cuando en aquella oscuridad escucharon a las huestes celestiales, a los ángeles del cielo que alababan a Dios y decían: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres” (Lucas 2:14 NVI). A pesar de ese susto, qué privilegio tan grande tuvieron los pastores de ver JESÚS en su primera venida a este mundo, como un bebé común, sin embargo, ellos no tuvieron la revelación completa sobre el impacto posterior en la historia de la salvación del ser humano. Nosotros somos mucho más afortunados que ellos porque ya conocemos la historia, y somos testigos del cumplimiento de las profecías, y el cambio que JESÚS hace en los corazones de quienes le creen y le han hecho Señor y Salvador de sus vidas: “Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida” (Juan 5:24 NVI).
Hoy como ayer, nuestro mundo esta lleno de incertidumbres porque vivimos tiempos llenos de conflictos por todos lados, la solución no se ve fácil, pareciera que nadie le pondrá freno a los padecimientos de un mundo al revés, vivimos la paradoja del gran desarrollo de la ciencia y la tecnología, pero, también, el descenso ético del ser humano que la maneja; medios de transporte que nos llevan de un lado a otro del mundo en horas, pero con miedo a que los terroristas nos cambien el itinerario enviándonos en segundos a la muerte; el incremento de la defensa de los derechos humanos, pero el aumento del número de seres humanos con gobiernos que se burlan de ellos y violan sus derechos; pareciera natural que tengamos miedo, pero JESÚS nos dice: “No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí.  En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté” (Juan 14:1-3 NVI). Así que mis amados: ¡Feliz navidad sin miedo!
Oración:
Padre eterno:
Ayúdame al anunciar las buenas noticias que conmemoramos en estos días; dame valor para decirle a mi generación, en la cual vivo que sí hay esperanza en ti. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Cuando JESÚS dice: “No tengan miedo” es porque Él, va con nosotros.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

martes, 19 de diciembre de 2017

¡Otra vez Navidad!

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Gálatas 4:1-7
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley. Gálatas 4:4

Si usted creed que la Nativad del SEÑOR, es pagana y es un invento del ser humano religioso, en esta eternidad presente -que comenzó en Génesis y termina con el regreso del Hijo de Dios-, sin duda desconoce que el Nacimiento de la Segunda Persona de la Trinidad es parte del Plan de Dios para nuestra Salvación eterna que estuvo en la Mente de Dios, antes de la fundación del mundo. Ocurrió que hace dos mil años se cumplió la Palabraba profética: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley.” (Gálatas 4:4) ¡El tiempo de Dios no se maneja con el calendario cronológico nuestro! ¡Hace apenas dos mil años del tiempo humano ocurrió la Natividad de JESÚS! ¡El tiempo de Dios, irrumpió en nuestro tiempo! ¡Yo, sí, celebro la razón de la Navidad!
¡Cuántas cosas increíbles ocurrieron en la Primera Navidad! Por ello, la Navidad está llena de recuerdos imborrables. Es admirable, que una sociedad secular y global como en la que estamos viviendo, no haya sido capaz de acabar con el amor, la fe, la esperanza, y aún la ilusión de estas fechas. El Señor nos dijo que no solo de pan y del bienestar material vivirá el ser humano. Porque el ser humano además de cuerpo y alma, es también espíritu, y por eso, aunque sea de manera superficial, necesita alimentarse de una fiesta del espíritu, como lo es la celebración de la verdadera Navidad. La Navidad nos lleva al relato bíblico y nos pone en contacto con los secretos de Dios para salvar al pecador y volverlo a una relación con Él.
En efecto, cada año al llegar diciembre, los relatos de la Palabra de Dios sobre la Navidad desfilan ante nosotros con todo su contenido espiritual, humildes y verdaderos. Si tuvimos el privilegio de venir al mundo en un hogar en donde la Biblia ocupaba su verdadero lugar, entonces, estamos familiarizados con esos relatos desde que tuvimos conciencia, y los recordaremos años tras años, contándolos a nuestros hijos y nietos; esos relatos son seguros, aleccionadores e inmortales, ente los más resaltantes encontramos:
La fascinante Anunciación del ángel a la Virgen María; la vigilia de los pastores cuidando sus rebaños, y de repente la aparición de los ángeles que no pudieron callar el Nacimiento de JESÚS, y alabaron a Dios, diciendo: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:14); el nacimiento de Juan el Bautista; el sueño de José confirmando que un milagro había ocurrido en el seno virginal de María; el nacimiento de JESÚS en un lugar de pobreza extrema, un sucio pesebre; el asombro y gozo de los pastores al verificar la realidad de la noticia y de las profecías; la circuncisión de JESÚS; el descanso definitivo de Simeón porque el Espíritu Santo le había revelado de que no moriría sin tener en sus brazos al Mesías prometido; y las acciones de gracias de Ana, la ancianita que permanecía en el templo desde hacía ochenta y cuatro años, orando y ayunando en espera del Mesías; la estrella con su fulgor que apareció en el cielo para guiar a los sabios que vinieron desde lejanas tierras para adorar a JESÚS; la matanza de los niños decretada por el rey Herodes; la huída a Egipto, y el posterior regreso a Jerusalén: “Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él” (Lucas 2:40 RV60).
Sí, el Cristianismo tiene historia, empezando desde un humilde pesebre en la primera venida de JESÚS, hasta llegar a su entronización definitiva como SEÑOR de señores y Rey de reyes al final de la historia, tal y como la conocemos: “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 5:11-13 RV60).
Cierto, otra vez Navidad, y con esta celebración, una nueva oportunidad se nos presenta a los cristianos nacidos de nuevo para volver a contar la bella historia que cambió al mundo; porque ese hecho fue la culminación de la historia de la salvación del ser humano, lo que habíamos perdido en el Edén, lo recobramos en el pesebre y en el Calvario. La Navidad, la Encarnación del Verbo, es la suma de las verdades divinas reveladas por el mismo Dios que vino a buscarnos y salvarnos. Poco importa si JESÚS nació en diciembre, en abril o en septiembre. La Navidad no es una fecha; es un estado de salvación espiritual concebida en la mente divina para llevarnos a ser familia de Dios. ¡Esto hay que celebrarlo!, así que cualquier hora, día o mes del año es bueno para hacerlo, porque no es un día al año, nada más, en definitiva, Navidad es la memoria de todas las memorias nobles que el ser humano percibe con todo su ser, espíritu, alma y cuerpo. Recibamos la buena noticia que celebramos en estos días, y digamos con gozo espiritual: ¡Otra ¡Feliz Navidad! ¡Otra vez Navidad!
Oración:
Padre eterno:
¡Gracias por darnos esa primera Navidad! Ayúdame a contar otra vez, esa bella historia; que no me pierda nada más en la celebración, sino en ver al Celebrado, y darle un lugar en el pesebre de mi corazón; darle las gracias, por la fe, el amor y la esperanza en Él. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Navidad es una fiesta del espíritu, en donde JESÚS ha entrado dándole vida en abundancia.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

viernes, 15 de diciembre de 2017

JESÚS: la Luz en medio del paganismo

Francisco Aular
Lectura devocional: Miqueas 4:1-5
Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Miqueas 4:2 (RV60)

El Cristianismo surge y vive en medio del paganismo reinante- algunos sinónimos del paganismo son incredulidad, herejía, impiedad, escepticismo e idolatría- que es el sistema religioso que impera en el mundo; así será hasta el final de los tiempos, tiempos que la Biblia llama el juicio a la gran ramera (Apocalipsis 17). La palabra prostitución es usada en la Biblia para hablar de la desobediencia al Dios verdadero y de la adoración a dioses falsos; a este sistema se le llama Babilonia y será juzgado entre los juicios que Dios hará al final de la gran tribulación, como lo señala Apocalipsis en el capítulo dieciocho.
¿Qué podemos hacer cuando llegamos a una cultura en donde reina el paganismo se adora a otros dioses y se hacen prácticas sociales o religiosas diferentes a las nuestras?, ¿nos plegamos a ese tipo de celebraciones o no? Respondemos a estas interrogantes diciendo que, el cristiano debe  examinar a la luz de la Palabra de Dios tales costumbres: ¿las prohíbe la Biblia?, ¿son neutrales?, o sea, ni buenas ni malas; ¿apoyaría la Biblia esa prácticas culturales? Obviamente, el cristiano apoyará aquellas prácticas del paganismo que no contradigan la Palabra de Dios.
Pues bien, está probado que el origen de la celebración del 25 de diciembre es pagano. Su trasfondo habría que buscarlo en las prácticas de aquellos pueblos paganos del pasado. En efecto, en la mitología egipcia se dice que Horo, el hijo de la diosa Isis, nació un 25 de diciembre. Igualmente se sabe que había una tribu de la Arabia antigua que solía tributar culto divino a la Luna celebraba el 25 de diciembre como día del “nacimiento del señor”. Roma por su parte, solía consagrar grandes solemnidades religiosas al dios Saturno, esposo de Cibeles, esto, durante los últimos días de diciembre. Pero cuando JESÚS nace, lo hace en medio de la oscuridad del paganismo, Él es la Luz del mundo.
Me imagino que los primeros cristianos, una vez que conocían al Señor JESÚS, se preguntaban, ¿cómo podemos celebrar estos días? Ellos decidieron aprovechar esos días de fiesta, que culminaban precisamente el 25 de diciembre, para reunirse y adorar con todo gozo al Hijo de Dios,  y empezaron a celebrar a JESÚS. Lo sabemos tanto por la historia cristiana como por la secular, que el cristianismo se enfrentó sin armas y sin violencia a un mundo que lo atacó sin piedad; centenas de miles murieron en el camino, como actualmente también está ocurriendo ante la ceguera de los tan nombrados derechos humanos promovido por las Naciones Unidas, sin embargo, el Cristianismo sigue adelante. Entonces, en aquel imperio romano que había perseguido cruelmente a los cristianos, el Cristianismo se constituyó en el siglo IV en religión oficial en todo el Imperio. Y el  25 de diciembre quedó consagrado el día de conmemorar el nacimiento de JESÚS. Esta celebración se hizo ley y ha llegado hasta nosotros.
Debo señalar que siempre ha estado en marcha un movimiento para eliminar la Navidad como celebración, en lo que denominamos, el mundo occidental. Se ha aprobado por ley en algunos parlamentos democráticos, que no se diga “feliz Navidad”, “sino felices fiestas”, para respetar los derechos de los que no creen en JESÚS. Lamentablemente entre los enemigos de la Navidad hay muchos cristianos legalistas, sectas heréticas que se unen al ateísmo, y otras religiones que imperan en el paganismo actual, además del consumismo. Es claro afirmar, Biblia en mano, que celebrar o no la Navidad, no añadirá ni quitará a la Salvación provista por la Providencia: Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo.” (Colosenses 2:16, RV60) ¡La Salvación es confiar únicamente en JESÚS, Él es el Regalo de Dios para nosotros los pecadores, por ello afirmamos, el cielo es el Regalo de Dios! (Juan 3:16).
Por mi parte, creo que los cristianos nacidos de nuevo, debemos celebrar el Nacimiento de JESÚS tal y como lo dijo el profeta Isaías: y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Lo celebraremos con gozo, con nuestra familia humana y con nuestra familia espiritual; estos son días para tomar la Biblia y compartir nuevamente la Noticia más hermosa en toda la historia de la humanidad, ¡Dios está con nosotros! Esta es la verdadera razón de la Navidad; entre las verdades de esta fecha, resalta:
“¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño!
 Dará a luz un hijo,
y lo llamarán Emanuel,
que significa “Dios está con nosotros”.
(Mateo 1:23, NTV).
El paganismo no es constumbre del pasado histórico, sino un condición de un mundo alejado de Dios. Como el Profeta Miqueas podemos concluir:
“Aunque las naciones que nos rodean sigan a sus ídolos, nosotros seguiremos al Señor nuestro Dios por siempre y para siempre.” (Miqueas 4:5,NTV).
Por mi parte, esta Historia no me cansaré de contar y cantar, porque: “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombras muerte, luz resplandeció sobre ellos” (Isaías 9:2, RV60). JESÚS y sólo Él, brilla y brillará para siempre como el Verdadero Sol de Justicia, Él es la Luz en medio del paganismo reinante.
Oración:
Gloria, gloria sea a ti Padre eterno,  ¡por enviarnos el Regalo de la Salvación en JESÚS!
Perla de hoy:
Frente a un mundo en oscuridad pagana, hagamos que brille la Luz del Sol de Justicia: JESÚS.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?