Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Hebreos 11:1-9
La fe es la confianza de que en verdad
sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no
podemos ver. Hebreos 11:1(NTV)
El joven estudiante se va a otra ciudad
sin haber sido advertido respecto al clima frío que le esperaba, viajó todo un
día, se va desde la terminal del tren a su nueva residencia en medio de aquel
clima, mientras caminaba pensó en sus padres así tan pronto como pudo les
notificó, su situación. El padre le responde, “hijo salgo y te compro un abrigo y
te lo envío inmediatamente.” Antes de colgar el teléfono, el joven le expresa a
su padre su gratitud: “¡Padre, gracias por darme el abrigo que te pedí.” Porque
después de todo: “La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que
esperamos…”.
En el desfile de hombres y mujeres que se nos
presenta en Hebreos 11, para el autor del documento sagrado, nos son los
personajes los relevante, sino el Padre Celestial -que en medio de las pruebas
por las cuales pasaron aquellos creyentes del pasado-, depositaron su fe y
confianza.
En efecto, cuando pienso en el sufrimiento
humano, tampoco puedo olvidar a uno de mis héroes de la fe, Job, las palabras
que pronunció al perderlo todo, sus bienes materiales, sus amados hijos y aun
hasta su propia salud; él se puso de rodillas en tierra, se inclinó hasta que
su frente tocó el suelo para adorar a Dios, y esta fue su oración: “Desnudo
salí del vientre de mi madre y desnudo
estaré cuando me vaya. El Señor me dio lo que tenía y el Señor me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Señor!” (Job
1:21; NTV). No, mi amado esto no es estoicismo, esto tiene un nombre: ¡Fe y
confianza!
Ahora bien, me encanta lo que dice el escritor de
Job: “A pesar de todo, Job no pecó porque no culpó a Dios” (Job 1:22). Los
problemas, la adversidad, las pruebas no deberían apartarnos de Dios, por el
contrario, ¡son los escalones que Dios nos permite para que subamos a otro
nivel en nuestra relación con Él! Aquí me ayuda mucho el apóstol Pedro: “Estas
pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma
manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho
más preciosa que el mismo oro” (1 Pedro 1:7; NTV).
Desde luego, existen varios tipos de fe, no niego
que la fe milagrosa, la fe intelectual y hasta la fe en las demás personas
funcionen, esos tipos de fe son temporales, sólo sirven para la tierra, pero,
la reina de la fe, es la fe salvadora, mediante la cual pongo toda mi confianza
en nuestro Señor Jesucristo para la salvación eterna de mi alma, es la fe que
despierta la “esperanza viva” que dice el Apóstol; es la fe que tiene la
certeza en la resurrección final, la cual nos llevará a reinar con nuestro
amado JESÚS.
La fe salvadora está por encima de cualquier tipo
de fe que tengamos: “Por la fe que tienen,
Dios los protege con su poder hasta que reciban esta salvación, la cual está
lista para ser revelada en el día final, a fin de que todos la vean. Así que alégrense de verdad. Les espera una
alegría inmensa, aun cuando tengan que soportar muchas pruebas por un tiempo breve”
(1 Pedro 1:5,6, NTV). ¡La fe nos ayuda en todo nuestro proceso de la
santificación!, en principio cuando creímos en JESÚS, en el presente frente a
las adversidades, y fe en el fabuloso futuro cuando tengamos un cuerpo
glorificado para vivir para siempre con el Señor. Esto es, ¡fe y confianza!
Hace pocos días, estuve visitando el hospital a
una mujer de Dios, su nombre es Ernestina Flores, ella se ha enfrentado a los sufrimientos de su enfermedad de manera ejemplar. Allí en su cuarto, Mary y yo,
le cantamos y oramos. Al salir, nos dijo: “¡Pastor, yo quisiera que esta
enfermedad me conduzca a darle mayor gloria al Señor!” Esta actitud de un
verdadero hijo de Dios, tiene un nombre: ¡Fe y confianza!
Contrario a lo que algunas religiones prometen,
no pararemos de sufrir en esta tierra, tarde o temprano nos tocará a nosotros.
El ser humano sufre, sin embargo, Dios no quiere que vayamos andando frustrados
y lamentosos por este mundo, Él nos da su paz en medio de las tormentas.
Debemos tener la seguridad, como la hermana Flores, de que Dios es nuestro
refugio y nuestra única esperanza. No sabemos nada de nuestro futuro, pero una
cosa es segura, y lo digo con mucha experiencia a través de toda una vida
sirviéndole al Señor, le pido, por encima de cualquier cosa que Dios pueda darme:
¡Fe y confianza!
Oración:
Padre
eterno:
Gracias
por tu invitación a ser parte de tu familia. Ayúdame a ser conciente de que
nada me ocurrirá sin que tú lo sepas y que estarás a mi lado para siempre, y
por favor, aumenta aun a través del sufrimento mi fe y confanza en ti y tus
promesas eternas.¡Gracias por oírme en el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Cada circunstancia en nuestras vidas como hijos
de Dios debemos enfrentarla con ¡fe y confianza!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su
Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda
aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo
conmigo?
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