Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Juan 1:1-18
En
Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres [...] Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en Él cree, no perezca, mas tenga vida eterna [...] Yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 1:4;
3:16; 10:10)
¡La
Biblia es el Libro de la Vida desde el Génesis hasta el Apocalipsis! Esta
verdad la apreciamos desde los capítulos iniciales de la Biblia en los cuales comienza
hablando del “árbol de la vida” en medio del Edén: “El Señor Dios hizo que crecieran del suelo toda clase de árboles:
árboles hermosos y que daban frutos deliciosos. En medio del huerto puso el
árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal” (Génesis 2:9,
NTV).
La Navidad es el poder
de la Vida por la Encarnación de JESÚS. “En él estaba la Vida…” ¿A cuál vida se
refiere Juan? En el original griego descubrimos que el vocablo que en
castellano llamamos “vida”, tiene tres acepciones: Cuando se refiere a la vida
humana a nuestro cuerpo, la palabra es “bíos”; cuando se refiere al alma, la
palabra original es “psiqué”; y “zoé” se refiere a la vida del espíritu, en
consecuencia, todos los seres humanos tenemos los dos tipos de vida señalados
primero, ya que son temporales porque al morir se nos acaban. Pero cuando
JESÚS, abandonó su gloria y se hizo carne por treinta y tres años en un cuerpo
humano, asumió los dos tipos de vida temporales en su Encarnación. De esta
manera, ¡lo inmortal se vistió de mortalidad con la finalidad de que nuestra
vida mortal se haga inmortal!, ese es el otro tipo de vida de la cual nos habla
la Biblia: la Vida Zoé, sí, con mayúsculas. Esa es el poder de la Vida que se
encarnó en aquella primera Navidad, porque: En Él estaba la
vida, y la vida era la luz de los hombres. En otras palabras: ¡JESÚS es la Vida!
La Navidad, es el poder
de la Vida en nosotros, cuando aceptamos por fe ese Regalo de Dios. “Para que todo aquel
que en Él cree, tenga vida eterna…”, por eso digo que el ser humano es finito
(bíos y psiqué) con posibilidades infinitas (la vida zoé en él), ¡Dios quiere
que todos tengamos esa vida zoé morando en nosotros! Así lo afirma la Biblia:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en Él cree, no perezca, mas tenga vida eterna. ¡Así que la Vida!, es
decir, JESÚS, en aquella primera Navidad en un humilde pesebre, nos está
diciendo que Dios nos ama y tiene un plan maravilloso para nuestras vidas,
porque en realidad nosotros andábamos lejos de Dios, sin fe y sin esperanza en
el mundo: “El pueblo que andaba en tinieblas vio
gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre
ellos” (Isaías 9:2, RV60). ¡JESÚS es la Vida de Dios, la Luz, y la única
esperanza para los pecadores! Lo más grande todavía, y que me dejó
prácticamente sin aliento es esto: ¡JESÚS es el Regalo de Dios para nosotros
los pecadores! Como Regalo divino se nos ofrece por gracia. ¡No lo merecíamos,
no lo merecemos, no lo mereceremos nunca porque el cielo del cual nos habla la
Biblia es un regalo por la gracia de Dios a favor de los pecadores! como dijo
el coro angelical aquella primera noche de Navidad:
“¡Gloria a Dios en las alturas, y en la
tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:14, RV60). ¡Ojo, no
se confunda como algunos lo han hecho, no dice: “paz a los hombres de buena
voluntad”! La voluntad humana, nunca se nos dice en la Biblia que sea buena, al
contrario se nos dice que, ¡está corrompida! Así que JESÚS es la Vida gratuita
del Dios Eterno y santo, a favor de nosotros los seres humanos corrompidos e
imperfectos.
La Navidad, es el poder
de la Vida porque es abundante: Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. ¡JESÚS vino a traernos
Vida y nos las ofrece gratuitamente y en abundancia! A Dios le ha placido en su
voluntad perfecta, vestir nuestra debilidad humana con su Poder y Gracia. En
todo caso, la salvación es universal en su oferta pero no es automática en su
aplicación en nosotros. Para recibir esta bendición eterna en nuestras vidas es
indispensable, primero arrepentirnos de nuestros pecados: “…antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Lucas 13:5);
También necesitamos nacer de nuevo: “Respondió Jesús y le
dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede
ver el reino de Dios” (Juan 3:3, RV60). ¡Nacer de nuevo es aceptar la Vida que
Dios no ha prometido en JESÚS! Esto es tan hermoso que es como nacer de nuevo.
¡Dios no hace remiendos en la vieja naturaleza, nos hace de nuevo al colocar en
nosotros la nueva naturaleza! Lo explico mejor: Dios, por medio de mis padres,
me puso en este mundo con mis dos tipos de vida, “bíos y psiqué” pero es vida
humana, por lo tanto, es temporal. JESÚS, la Vida Zoé, nació hace dos mil años
para hacer posible que yo pueda nacer espiritualmente al depositar toda mi
confianza en Él, para poder nacer
en el reino de Dios y así ponerme en el cielo. En otras palabras, si usted
celebra los cumpleaños como es nuestra costumbre occidental, debería celebrar
dos veces al año. El día cuando nació de sus padres y cuando nació de nuevo por
el Espíritu y la Palabra de Dios. Esta es mi pregunta para usted: ¿Cuántos
cumpleaños celebra usted? Su respuesta, sincera revelará su situación
espiritual delante de Dios. El apóstol Juan aclara mejor esto: “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios
no tiene la vida” (1 Juan 5:12). Aquí se refiere a la vida “zoé”, si usted ha
invitado a JESÚS entrar en su espíritu y corazón tiene la Vida, sino lo ha
invitado no tiene la Vida. (Si usted quiere recibir esta nueva Vida, ore y
confiésele al Señor sus pecados, a través de una oración sincera, Él lo oirá.
Si usted lo hace, escríbame por favor para ayudarle en su crecimiento
espiritual, tengo un libro para usted que lo ayudará). ¡Gloria al Señor!
Después de todo, Navidad es, ¡poder de Vida!
Hoy celebramos que la Vida Zoé vino a
este mundo perdido, lleno de sombras y muerte. ¡Porque Navidad es ante todo
celebración de la Vida! Por eso, JESÚS la Vida abundante nos dice frente a la
muerte su mensaje de Vida: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en
mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25, RV60). Sí, esto es la Navidad:
¡Poder de la Vida!
¡Feliz Navidad para todos en todas
partes!
¡Celebre la Vida con el gozo del Señor!
¡Un fuerte abrazo navideño lleno de Vida!
Oración:
Padre Eterno:
¡Gracias por darme nueva vida y nueva
esperanza por medio de JESÚS! Ayúdame a llevar esta Buena Nueva a quienes viven
sin Dios y esperanza en el mundo. Que pueda mostrar tu gracia y el poder la
Vida en mí por dondequiera que vaya. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
La Navidad muestra en un humilde pesebre, ¡el
Poder de la Vida!
Interacción:
¿Qué me dice
Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una
promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una
lección por aprender?
¿Existe una
bendición para disfrutar?
¿Existe un
mandamiento a obedecer?
¿Existe un
pecado a evitar?
¿Existe un
nuevo pensamiento para llevarlo conmigo
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