Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Mateo 2:1-12
Y al entrar en
la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y
abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Mateo 2:11 (RV60)
Aquellos sabios que vinieron de oriente, llegaron trayendo sus regalos al
Verbo hecho un bebé, en aquella noche de su Natividad. No sabemos cuánto tiempo
les llevó el viaje y posiblemente, ya JESÚS tendría más de un año de nacido
cuando los sabios llegaron con aquellos regalos que sin duda ayudaron a José y
María, enfrentar su condición de pobreza social. Un regalo es doblemente valioso
cuando se da con amor y en el momento preciso. Puede estar seguro que Dios te
llegará con auxilio material y espiritual en el momento preciso. Y en el
panorama de la Salvación del ser humano, JESÚS comenzó Su ministerio terrenal,
diciéndonos precisamente esta verdad: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos,
y creed en el evangelio.” (Marcos 1:15, RV60).
Navidad es tiempo para dar y recibir. Ahora bien, a la luz de la Biblia,
Dios toma la iniciativa en el dar. Él es quien pone delante de nosotros el
regalo de su gracia y de su amor. JESÚS, su amado Hijo, viene como el Regalo de
Dios con su oferta de amor y perdón, en el presente y en el futuro: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan
3:16); “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor
a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis
enriquecidos” (2 Corintios 8:9); “!Gracias a Dios por su don inefable!” (2 Corintios
9:15); “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su
gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”
(Juan 1:14).
En efecto, ni los Evangelios ni las
cartas de los apóstoles, que conforman el Nuevo Testamento, ahorran palabras y
alabanzas por el hecho de la iniciativa del Padre celestial en el dar,
comenzando con la salvación de nuestras almas a través del arrepentimiento y la
fe: “Testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios,
y de la fe en nuestro Señor Jesucristo” (Hechos 20:21); se hace claro en las
Escrituras que la salvación es un Regalo y no un premio: “Porque por gracia
ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que
es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte”
(Efesios 2:8,9 NVI). Sí, JESÚS es el Regalo del amor de Dios.
Pues bien, aunque Dios toma la iniciativa en darnos el cielo como un
regalo, también es cierto que la Navidad nos presenta el hecho que en la
respuesta del ser humano, le toca primero dar, para después recibir. ¿Qué puede
darle el ser humano a Dios? Su alma, su corazón, su fe; depositar toda la
confianza en JESÚS para su salvación: “Dame hijo mío tu corazón”, ese es el
clamor de Dios en busca del pecador. Y entonces, cuando el ser humano se da,
recibe. ¿Qué recibe? Ciertamente, mucho más de lo que da: su vida temporal
“bíos”; y recibe la vida eterna “zoé”; da su perdición, y recibe salvación
segura y eterna; da su dolor, y recibe gozo; da su naturaleza corrompida desde
Adán, y recibe una naturaleza nueva en JESÚS; da su miedo al porvenir, y recibe
la esperanza de un fabuloso mañana junto a JESÚS; en resumen, da su infierno y
recibe el cielo.
¿Cuál es el resultado de una vida nueva y eterna? El surgimiento de una
nueva relación con Dios, consigo mismo y con los demás; surge un cambio divino
y con él, un nuevo significado y propósito para vivir.
Quizás ya usted tenga el árbol de Navidad, lleno de regalos para su
familia, amigos y para usted también, bueno, eso está bien, porque muestra su
generosidad. Sólo una pregunta: ¿Qué le dará usted al Cumpleañero JESÚS? Por
encima de todo, dele su corazón, y usted poseerá humildad tanto para dar como
para recibir toda la vida, desde el más acá y hasta el más allá. Porque Navidad
es dar y recibir.
Oración:
Padre Eterno:
¡Gracias por enviar a tu Hijo
amado a salvarnos; eso ocurrió en la Navidad! ¡Navidad no es tan sólo una época
del año, sino un estilo de vida dador y dispuesto también a recibir. Ayúdame a
no desviarme del verdadero significado de la Navidad en estos días. En el
nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
El mensaje de la
cuna en el establo es el Regalo de Dios para la humanidad; no te quedes con Él,
compártelo.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
una lección por aprender?
¿Existe
algúna bendición para disfrutar?
¿Existe
algún mandamiento por obedecer?
¿Existe
algún pecado por evitar?
¿Existe
un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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