Francisco
Aular
Lectura devocional: Mateo 4:18-25
Mientras caminaba junto al mar de Galilea, Jesús vio a dos
hermanos: uno era Simón, llamado Pedro, y el otro Andrés. Estaban echando la
red al lago, pues eran pescadores. «Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los
haré pescadores de hombres.» Mateo 4:18,19
(NVI)
Una experiencia que marcó mi vida fue creer en lo que afirmaban
estos versículos, y basado en ellos, salí a pescar a otros. En efecto, la
historia de las Marchas Evangelizadoras es la historia de la oración, la
evangelización y el discipulado en acción. No habíamos, tenido una cosecha
espiritual de tantas personas venir a JESÚS como en aquel mes de agosto de
1977. Unos 25 jóvenes aceptaron el desafío del Señor y salimos de nuestras
comodidades hogareñas y de los templos, y sencillamente fuimos; más de
cuatrocientas personas vinieron a JESÚS en aquel mes. Pero nosotros queríamos
que ellos no solamente fueran creyentes, queríamos hacerlos discípulos de JESÚS
e ir mas allá en su andar como cristianos nacidos de nuevo. ¡Gracias al Señor!,
Él por Su gracia lo hizo otra vez. Hoy, la Marcha Evangelizadora es una
preciosa historia que se repite año tras año, y mejor aún, cada semana, esos
evangelizadores y discipuladores conducen a uno más para Cristo.
Recuerdo que al finalizar el evento en ese agosto de 1977, todos
volvieron a casa y yo me quedé con el compromiso adicional de ayudar a tantos
nuevos convertidos, en varios pueblos y ciudades del centro de mi país,
Venezuela, a crecer. Tenía que enseñarles cómo seguir a Cristo. Así empezamos a
desarrollar un material de discipulado inicial. De allí en adelante, nos hemos
asegurado de que todo nuevo convertido disponga de un mentor que esté a su lado
y un recurso literario que les ayude a madurar en la fe.
Una de las casas publicadoras más grande que tiene nuestra
denominación es LifeWay con su sede
en Nashville, Tennesse, Estados Unidos. Hace algunos años en Miami, en el marco
de la celebración de un encuentro de distribuidores y libreros de América
Latina y España, lanzamos el libro titulado Sigue
a Cristo, en realidad es un libro de tan sólo 32 páginas; la idea es
obsequiar este libro a todo nuevo creyente, y al mismo tiempo, asegurar que
responsablemente le daremos atención espiritual inmediata. Usted puede adquirir
este libro en su país, en la librería evangélica más cercana a su domicilio.
¿Por qué hacer un discipulado inmediato a cada nuevo creyente? El
llamado que nos hace JESÚS a seguirle como Sus discípulos y que nosotros
hagamos discípulos a otros, ha sido fundamental para la extensión del reino de
Dios en la tierra a través de los siglos. ¿Se considera usted uno que está cada
día llegando a ser un discípulo de JESÚS y también uno que hace discípulos?
Este libro le enseñará a confiar en las promesas de JESÚS, tanto para hacer la
decisión de seguirle, como para la seguridad de la salvación; nos habla de la
vida triple “D” de cada cristiano nacido de nuevo, de la importancia de la
iglesia local, sus ordenanzas y la mayordomía cristiana; finaliza el libro,
enseñándonos cómo obtener el poder del Espíritu Santo para vivir una fe
victoriosa. En conclusión, el libro Sigue
a Cristo es un regalo para cada nuevo creyente de parte de su evangelizador
y de la iglesia, ideal para orientarlo en su vida discipular, doctrinal y
discipular; el libro también es para los que llevamos muchos años en los
caminos del Señor, porque es un repaso útil, ya que cuando resolvimos seguir a
JESÚS dejando muchas cosas, fue en respuesta a Su llamado, porque Él mismo nos
invitó: “Vengan, síganme (…) y los haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19).
Oración:
¡Señor lo que me pidas te doy!
Ya sea ir contigo en valle
peligroso,
O en medio del verano copioso;
Si me llamas Señor contigo voy.
Con ánimo pronto y muy sincero,
Respondo de inmediato a tu
llamado,
Conozco bien la voz del Ser
amado,
Y atenderte a Ti, es lo primero.
¿Señor que pides Tú de mí?
Cualquier cosa que sea, te digo:
Sí,
Y la victoria del martirio ciño.
¡No me quites Señor el
sufrimiento,
Si lo exiges por Ti sufro
contento,
Y mi fe se hace pura como un
niño!
Francisco Aular de Primicias del alma.
Toronto, 1997.
Perla de hoy:
El compromiso básico de todo
discípulo de JESÚS es seguirle y hacer de ello la misión y propósito de su
vida.
Interacción:
¿Qué me
dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
una lección por aprender?
¿Existe
una bendición para disfrutar?
¿Existe
un mandamiento a obedecer?
¿Existe
un pecado a evitar?
¿Existe
un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?