Definamos la palabra crisis: Es un cambio brusco o una modificación importante en el desarrollo de algún suceso, y ésta puede ser tanto física como simbólica. Crisis también es una situación complicada o de escasez.
En efecto, no existe una palabra tan usada e instrumental como la palabra: Crisis. Crisis mundial, crisis política, económica, crisis en la pareja, crisis en los hijos, en el trabajo, en las relaciones entre los ciudadanos de un país, de un continente y hasta crisis en las iglesias y religiones que se suponen tendrían soluciones a la misma.
A las crisis la intentamos mitigar de muchas maneras, en las parejas por medio del divorcio, en los adultos por las borracheras tanto de licor como de medicamentos, en los jóvenes con las drogas y diversiones de todo tipo, en los gobernantes sordos, ciegos y corruptos que miran para otro lado, y los ciudadanos que permanecen atemorizados.
En fin, crisis en el que tiene mucho por perder y en el que no tiene nada en este mundo; crisis de los poderosos que nos gobiernan y crisis de los que sufren sus mandatos; crisis entre los más ilustrados y entre los más ignorantes. Crisis en el cuerpo, crisis en el alma y el espíritu. Crisis de la vida, y crisis de la muerte. Crisis es tanto una palabra singular como plural, que abarca lo individual como lo colectivo. Sin embargo, mejor me detengo antes que a usted le dé una crisis de lectura, me abandone y produzca en mí una crisis por su ausencia…
Ahora bien, pese al pesimismo reinante ¡le tengo las mejores noticias que quizás jamás haya escuchado! ¡En la Biblia encontramos respuesta a las crisis del ser humano! La respuesta no es algo que yo pueda hacer, sino lo que DIOS hizo: “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador que es CRISTO el Señor.” (Lucas 2:11). Ciertamente, después de estudiar por muchos años, la Palabra de Dios, puedo afirmar con toda autoridad espiritual: ¡JESÚS, es la respuesta a nuestro problema o nuestras crisis!
¿Quién es JESÚS? Según la Biblia que tengo abierta delante mí, JESÚS es DIOS: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios (…) el Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros.” (Juan 1:1 y 14). Como le gustaba traducir al exégeta y teólogo español Francisco Lacueva…” Dios puso su tienda al lado de la nuestra” ¡Esa es la Encarnación de DIOS en un cuerpo! ¡DIOS vino para llevarse nuestras crisis de la vida y de la muerte! ¡JESÚS es el único ser humano que ha nacido de mujer que sabía desde antes de la fundación del mundo como vendría, viviría y moriría! ¡Qué gran noticia!
El Príncipe de los cielos en la eternidad pasada, el SEÑOR y SALVADOR en la eternidad presente y el REY de reyes en la eternidad futura, ¡bajó del Cielo. ¡Adoptó humildemente Su vida “bíos” en un cuerpo como el nuestro durante 33 años, y nos trajo Salvación eterna a través de Su Persona, Su Vida Zoé!
Como lo explicara el apóstol Pablo: “Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.” (2 Corintios 8:9, NVI).
Por favor cuidado con una falsa teología, JESÚS no vino desde el cielo a morir para que usted y yo nos hagamos millonarios en dólares, sino millonario en la gran Salvación eterna que nos vino a traer. ¡Gracias SEÑOR por hacerme rico en ti y llevarme al cielo! En efecto, la Biblia dice:
“Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el SEÑOR puso sobre él los pecados de todos nosotros. (Isaías 53: 6.NTV).
¡Sí podemos decir: ¡JESÚS desde Su Encarnación, llevó sobre Él nuestras crisis!
¡Feliz Navidad!
¡Adelante, siempre adelante!
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