Aunque 21 siglos han pasado desde el inicio de la evangelización y el comienzo de la Iglesia del SEÑOR como expresión física del reino de DIOS, en este era de la gracia; no estamos llamados a “modernizar”, sino a proclamar Su Buena Noticia, el Mensaje del reino:
Aunque el lenguaje varía, no es el griego o el hebreo o español, lo importante, sino el fondo. ¡Tenemos que llevar la Buena Noticia! Y eso sí, con la pasión evangelizadora que trajo a JESÚS del cielo a la tierra, que lo llevó en “Su pasión y muerte”. El impacto de JESÚS resucitado y la presencia del Espíritu Santo, empoderó a los cristianos del primer siglo y a los que hemos estado aquí en la tierra desde entonces. ¡Esa pasión evangelizadora tenemos que mantenerla en marcha! Algo nos dicen tantas calamidades que estamos enfrentando en estos últimos tiempos. ¡El momento ha llegado!
¿Qué nos dice la historia del cristianismo evangelizador de los últimos tiempos, en cuanto al reino? Veamos:
La historia del Cristianismo desde que JESÚS ascendió al cielo nos revela que eran hombres y mujeres de pasión evangelizadora a flor de piel. No los detuvo nada ni nadie como nos los dice el apóstol Pablo, en nuestra primera cita de hoy.
La pasión evangelizadora que los acompañaba los hizo ponerse en marcha por todos estos veinte siglos, y hasta hoy aquí estamos. Exclamamos como el mismo Apóstol: “y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 9:16b). Mis amados ¡eso es pasión evangelizadora!
Algunas veces nosotros, los cristianos nacidos de nuevo se nos olvida el verdadero propósito para el cual nosotros hemos sido salvados y a menos que recobremos la pasión evangelizadora de nuestros antepasados y muchos que viven y mueren hoy por el SEÑOR y Su Evangelio en muchos países en este preciso momento, no estaremos cumpliendo nuestra verdadera visión, misión y pasión.
Justamente, la Marcha Evangelizadora surgió para recobrar nuestra pasión por JESÚS y ser parte del plan de DIOS para alcanzar a los que no lo conocen. En efecto el 15 de agosto de 1977, en Barquisimeto, efectuamos nuestro I Adiestramiento, marchamos con aquellos 25 jóvenes entrenado y desafiados por varios pueblos y ciudades de la Zona Central de Venezuela. Tuvimos una cosecha de más de cuatrocientos nuevos convertidos. ¡Nunca ningún esfuerzo evangelizador de nuestra obra bautista venezolana, habíamos tenido tan grande cosecha como aquella! ¡Eso cambió para bien y espero que, para siempre, el miedo para ir a buscar a la gente y presentarles la evangelización cara a cara! Por ello, el 10 de septiembre de 1977, tuvimos en culto de clausura de la Primera Marcha Evangelizadora como evento, y fuimos desafiados al ver más de un centenar de nuevos convertido con nosotros allí en Caracas, de más de cuatrocientos que hicieron manifestación de fe en las poblaciones evangelizadas en la zona central de Venezuela. Lo cierto es que logramos llegar al templo de la Iglesia Bautista Central de Caracas. He aquí algunos testimonios que oímos:
Daysi Guillén compartió su experiencia:
¡Miren hermanos, nunca en mi vida como cristiana -cinco años que tenía-, nacida en un hogar cristiano, nunca en mi vida, yo había llevado tres almas al Señor en un mismo día! Yo alabo y glorifico al Señor por eso (...) En otra oportunidad evangelicé a cuatro personas al mismo tiempo y todas aceptaron al Señor (…) Yo nunca creí que Dios me pudiera utilizar en tal forma (…) ¡Esta Marcha comienza hoy pero no finaliza (…) Yo sé que Venezuela será para Cristo!
Tuvo razón nuestra amada hermana Daysi Guillén, quien todavía sigue en marcha: “¡Esta marcha comienza hoy, pero no finaliza!”. DIOS ha puesto 44 años entre aquella fecha y hoy. Pero hasta hoy, DIOS no ha ayudado.
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