miércoles, 4 de agosto de 2021

El MENSAJE

 Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 2 Samuel 18:19-33
Versículos de hoy:
—¿Qué me dices del joven Absalón?—preguntó el rey—. ¿Está bien?
—Cuando Joab me dijo que viniera, había una gran conmoción—contestó Ahimaas—, pero no supe lo que pasaba; —¿Qué me dices del joven Absalón?—preguntó el rey—. ¿Se encuentra bien?
Y el etíope contestó:
—¡Que todos sus enemigos, mi señor el rey, ahora y en el futuro, corran con la misma suerte de ese joven! 
2 Samuel 18:29;32 (NTV)

Es bien sabido que en la antigüedad quien le llevara malas noticias al rey, podía causarle la muerte al mensajero, un lema era: “Nadie ama al mensajero que trae malas noticias”. 

Un ejemplo de ello, lo tenemos en 2 de Samuel capítulo 18. Ocurrió en el 930 años a.C. Absalón, era un hijo desobediente que había echo una alzamiento contra su padre, el rey David. Pero el rey David, lo amaba. Había dicho a su ejército: “por consideración a mí traten con bondad al joven Absalón”. Sin embargo, Joab uno de los grandes militares de David, lo mató. Había que darle la mala noticia al rey David quien estaba en la ciudad de Mahanaim. Entonces, Ahimass , hijo del sacerdote Sadoc, dijo a Joab: —Déjeme ir corriendo para darle al rey las buenas noticias: que el SEÑOR lo ha librado de sus enemigos…pero Joab,  comisionó a un soldado etíope para que corriera a dar la noticia al rey de la muerte de Absalón. 

El etíope se inclinó delante de Joab y corrió para llevar el mensaje. Luego de que el etíope saliera corriendo con el mensaje; Ahimaas insistió para ser él que llevara aquel mensaje y Joab le dijo: —Está bien, puedes ir. Aimaas conociendo aquellos terrenos, tomó otra vía y llegó primero a Mahanaim. Se presentó delante del rey, y David le preguntó: ¬—¿Qué me dices del joven Absalón? -preguntó el rey- ¿está bien? Me imagino que Ahimaas, temiendo lo peor, respondió: 

—Cuando Joab me dijo que viniera había una gran conmoción -Ahimaas le gritó al rey- pero no supe que pasaba. Allí de pie cansado de la carrera estaba el otro mensajero, el etíope, recién llegado. Le dijo al rey: Tengo buenas noticias para mi señor el rey. Hoy el SEÑOR lo ha librado de todos los que se rebelaron en su contra. En otras palabras y sin el estilo hebraico elegantes de por medio: ¡Absalón está muerto! Y David, no mató a los mensajeros que le llevaron aquella mala noticia.

¡Aquí en esta historia verídica aprendemos  la verdad repetida tantas veces: que se puede ser mensajero sin mensaje o un mensajero con mensaje!

En 1978, recibí una invitación para participar en un Congreso de evangelización de pastores y misioneros en Bogotá, Colombia. Yo era un mensajero de DIOS, nuevo en la obra y me puse muy nervioso. ¿Qué les predico a estos amados en esa reunión? Acudí a uno de mis consejeros que tenía en Caracas, allí en la oficina de Centro Bautista, -el amado e inolvidable misionero Jorge Lozuk-. Oramos un tiempo y entonces, le explique mi situación. Nunca he olvidado lo que me dijo: poniendo sus manos sobre mi hombro: —Francisco, no son los hermanos colombianos que lo invitan, esa invitación viene de DIOS. Y conmovido me dijo:

—¡Vaya y cuéntele lo que usted era y lo que DIOS está haciendo con usted y con nosotros aquí en Venezuela! Hermano Lozuk, ¡en eso ando todavía!…

¡Ningún creyente que ha experimentado el poder del Evangelio y la gracia de DIOS, es un mensajero sin mensaje! Todos nosotros los evangelizadores hemos sido comisionados para llevar el Mensaje, y por ello, la Palabra nos dice: «¡Qué hermosos son los pies de los mensajeros que traen buenas noticias!» (Romanos 10:15)

¡Adelante, siempre adelante!

Oración:
PADRE COMISIONADOR:
¡En esta hora llego delante de ti, te alabo y te doy gracias porque me has dado el honor de ser misionero de la Gran Comisión! Yo he experimentado tu grandeza y mi pequeñez, sin ti mi nombre no estaría en el libro de la Vida Zoé, la vida eterna. Ni tampoco entre tus mensajeros que han llevado tu Mensaje a tiempo y fuera de tiempo. ¡Ayúdame para cruzar la meta contigo y con los que les he llevado tu mensaje y han recibido ese Regalo de tu amado HIJO, en el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
No existe nada en este mundo comparado a ser embajador con el Mensaje del Evangelio por dondequiera que vayamos.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de Su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

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