Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Jeremías 8:18-22
Pasó la siega, terminó
el verano, y nosotros no hemos sido salvos. Jeremías 8:20 (RV60)
¡Feliz y
bendecido Año Nuevo a todos en todas partes!
Estamos a horas
del Año Nuevo 2019, desde luego permítanme un grito desde lo mas profundo de mi
alma: ¡Gracias! A ustedes amados perlitas que día tras día reciben a sus Perlas
del Alma en sus correos y otros por el blog: http://perlistasoy.blogspot.com, Y desde luego también por Facebook…
¡Gracias por compartirlas con otros! Pudiera pasar un buen tiempo hablandóles
de las personas que han venido a Cristo por esta medio, los que se han
bautizado y la ayuda en la formación de nuevos grupos y a los plantadores de
las nuevas iglesias. ¡Alabado sea el Señor por todo esto! ¡Ha valido la pena el
esfuerzo, poner en la medida de nuestras fuerzas, un granito de arema en
levantar el edifidicio del Señor y en aprender a sacar perlas de nuestros
problemas, sufrimientos que como todo ser huamano, nos enfrentamos.
Pero volvamos al tema de hoy: Un año más.. En
efecto, Jeremías, escribió en un tiempo difícil y predicó 12 grandes sermones
pero la reacción negativa del pueblo contra el Profeta y el Mensaje de Dios que
portaba condenaron a Judá a sufrir un cruel destierro de 70 años. Que enseñanza
tan grande: Dios nos da un tiempo
para que vivamos, nos arrepintamos de nuestros pecados y nos encontremos con
Él, alegorizando es como un año viejo que nos deja… Pero la misericordia de
Dios, ¡es como un año nuevo de grandes oportunidades! Después de 70 años de
castigo el Profeta Jeremías, promete que el pueblo del Señor retornará! Como
siempre el amor inagotable del Eterno es manifiesto, la historia nos dice: ¡Que
Israel tuvo un año nuevo con el Señor!
Delante de nosotros está el 2019, no sabemos lo
que nos traerá, sin embargo, pueden ocurrir grandes cosas, entre ellas, nuestra
salvación eterna. ¡Busca al SEÑOR con todo tu corazón y atiende a Su llamado! Esto
digo mejor en un poema a continuación. Se los dejo:
Un
año más
Francisco Aular
“Pasó la siega, terminó
el verano,
y
nosotros no hemos sido salvos.”
Jeremías 8:20 (RV60)
I
Viejo año, ¡que raudo te vas!:
y no volverás a mi calendario,
ante lo inmenso de esta verdad,
como el Profeta, hago el comentario:
“Pasó la siega, terminó el verano,
y nosotros
no hemos sido salvos.”
Viejo año, ¡no te vayas! ¡No te apresures!
Porque nosotros como todo humano,
al principio lloraremos tu ausencia, pero
un año más, es tiempo olvidado:
Dejas en mi rostro tus huellas…
y dejas mi cuerpo un poco gastado,
llenaste mis sienes de preciosa plata,
y dejaste sin fuerzas, mis manos…
¿Por qué vuelas siempre así tan veloz?
Tal vez, ni respondas a mi comentario:
“Pasó la siega, terminó el verano,
y nosotros
no hemos sido salvos.”
Pero no regresa lo que ya se fue,
no se puede deshacer lo andado.
Esta vida es solo un paréntesis de
la eternidad que Dios nos ha dado…
para que busquemos a JESÚS,
mientras pueda ser hallado…
JESÚS, es el camino, y la verdad y la vida.
Salvación nos ofrece como un Regalo.
Esta vida humana es tiempo fugaz,
que Dios ha prestado.
¿Qué triste será? Oírte decir,
cuando tu tiempo lo hayas gastado:
“Pasó la siega, terminó el verano,
y nosotros
no hemos sido salvos.”
II
Tu misericordia es tan grande Señor
y amas en gran manera al ser humano,
que hoy llega a nosotros otra oportunidad:
que viene vestida de un Nuevo Año…
Tal vez, venga lleno de felicidad,
o de penas o risas de tiempos dorados…
¡Es un año más que me das Señor!
De ti ¿recibiremos lo bueno y no lo malo?…
En este momento escucho de nuevo,
la voz del Señor que exclama llamando:
“Pecador, ven a Cristo JESÚS
y feliz para siempre serás,
que si tú le quisieres tener
al
divino Señor, hallarás.
Ven
a Él, ven a Él,
Que
te espera tu buen Salvador,
Ven
a Él, ven a Él
Que te espera tu buen Salvador” (1)
¡Oh Señor aquí estoy, me arrepiento
y acudo a tu dulce llamado!…
¡Gracias Señor por llenarme de ti
salvo soy, me has salvado!
Y ahora, un año más
es un tiempo ganado.
Voy por el mundo feliz,
el amor de mi Cristo, cantando…
Muy lejos se fue mi temor
marcha conmigo, mi JESÚS amado…
Y digo al final de este año:
Ha pasado el otoño triste,
y el invierno helado…
¡Vive en mí, la eterna primavera
del CRISTO resucitado!…
Un año más, y ahora puedo decir:
Lleno de gozo y bien apasionado:
¡Pasó la siega, terminó el verano
y una gran cosecha el SEÑOR ha dado,
y nosotros… ¡Hemos
sido salvos!
Toronto, 30 de
diciembre de 2016
(1) Himno #62
ENHP, CBP,1982
¡Gracias SEÑOR por un año más vivido! Hoy nos empinamos sobre
las cenizas del año viejo para dar la bienvenida al Nuevo Año, lleno de fe,
esperanza y amor.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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