Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Colosenses 3:18-28
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres. Colosenses 3:23 (RV60)
El apóstol Pablo, magistralmente nos habla
del análisis final al término de esta vida. ¿A quién le vamos a rendir cuentas
al salir de aquí? ¿Qué hicimos con la vida que se nos dio? ¿De qué manera
asumimos las diferentes tareas que nos fueron encomendadas? En realidad, el
éxito o el fracaso en muchas de las actividades que emprendamos, dependerán de nuestra actitud ante las obligaciones
contraídas, y de la pasión y entusiasmo que pongamos ante las demandas normales
de la vida; dependerá del alma y del espíritu con que encaremos las actividades
y el trabajo que debemos realizar. No podremos lograr algo significativo en
esta vida sin sentir pasión por lo que somos y lo que hacemos, ¿cómo lo
logramos? Norman Vincent Peale nos recomienda: “Piense apasionadamente, hable
apasionadamente y llegará a ser una persona que siente pasión por la vida. La
vida va a tomar un nuevo fervor, con intereses más profundos y mayor
significado. Usted puede hablarse a sí mismo, pensar y actuar para tener
entusiasmo, o falta de interés y monotonía o desdicha. Por el mismo proceso
puede llegar a la inspiración, la emoción y a un nivel profundo de gozo”.
Ahora bien, JESÚS dijo: “…Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo”
(Juan 5:17 RV60). ¡Dios trabaja y nunca descansa! A la verdad, Él es Dios.
Nosotros debemos disfrutar nuestro descanso y reponer fuerzas, justamente por
eso, el Señor recomendó un día de reposo semanal. Sin embargo, si hacemos
nuestra tarea como si fuera lo más importante de este mundo, podremos descansar
al realizarlas. Creo sinceramente que no existe ltan humilde que no debamos
realizar, si consideramos nuestro trabajo como indispensable para que todo lo
demás funcione. Por ello, es muy útil tener una visión de la finalidad del
trabajo que realizamos. Se cuenta que tres hombres trabajaban como albañiles en
una catedral. Al primero de ellos se le preguntó qué estaba haciendo y
respondió: -Construyo un edificio e ignoro lo que quieren hacer con él. Se le
hizo la misma pregunta al segundo, y respondió: -Levanto unas paredes y me gano
así el sustento de mi familia. Cuando se le preguntó al tercero, respondió con
mucho entusiasmo: -Edifico una catedral, no la construyo para cualquiera, la
considero la casa de Dios, y me imagino a hombres, mujeres y niños llegando aquí para adorar al
Señor del cielo y de la tierra.
En los años
sesenta un joven de 19 años, actualmente el profesor Kent M. Keith escribió un
poema, el cual llamó: “Los Mandamientos Paradójicos”. Luego fue traducido como
“El análisis final”. Ese poema cayó en manos de una joven monja que tuvo el
sueño de irse a la India para servir a Dios entre los parias, los más pobres de
aquella nación; hizo del poema parte de su visión. Aquella monja es la Madre
Teresa de Calcuta. ¡Ya sabemos la historia!
El análisis final
Kent M. Keith
La gente comúnmente
es incomprensible, ilógica y egoísta.
Perdónalos de todas maneras.
Si eres amable, la
gente podrá tildarte de egoísta y con motivos ocultos.
Sé amable de todas maneras.
Si eres un
triunfador, ganarás algunos falsos amigos y algunos verdaderos enemigos.
Triunfa de todas maneras.
Si eres honesto y
sincero, la gente podrá engañarte.
Sé honesto de todas maneras.
Lo que has
invertido años en construir, alguien lo podrá destruir de la noche a la mañana.
Construye de todas maneras.
Si encuentras
serenidad y alegría, ellos te podrán tener envidia.
Sé alegre de todas maneras.
El bien que puedas
hacer hoy, la gente lo podrá olvidar mañana.
Haz el bien de todas maneras.
Dale al mundo lo
mejor que tengas, y eso nunca será suficiente.
Da lo mejor que tengas de todas maneras.
Como ves, en el
análisis final, es algo entre tú y Dios.
Nunca fue entre tú y ellos de todas maneras.
Oración:
Amado
Padre Celestial:
Soy una pieza de barro que tú diseñaste;
tomé la forma que tu quisiste darme; trabajaste en mí antes de que el mundo
fuese y todavía sigues moldeándome para que yo sea útil en tus manos y para los
demás. Ayúdame Señor a ser lo que tú quieres que sea. En el nombre de JESÚS
amén.
Perla
del día:
Habrá un análisis final sobre lo que hicimos en esta tierra con la vida
que Dios puso en nosotros; trabajemos para Su honra y gloria en todo lo que
hagamos.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
una lección por aprender?
¿Existe
una bendición para disfrutar?
¿Existe
un mandamiento por obedecer?
¿Existe
un pecado por evitar?
¿Existe
un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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