Francisco Aular
Lectura devocional: Salmo 128
Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus
hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa. Salmo 128:3 (NTV)
Toda la Biblia es una
escuela que nos forma para la vida, “en quien están escondidos todos los
tesoros de la sabiduría y el conocimiento” (Colosenses 2:3 RV60), sus verdades
están abiertas delante de nosotros porque cada día que pasa, tú y yo, estamos
escribiendo la historia de nuestras vidas con lo que somos y hacemos, y será de
bendición cuando nuestros hijos estudien su pasado, dentro de algunos años, y sepan que sus padres, muchas veces
fueron al viejo Libro para que ellos fueran tratados “como vigorosos retoños de
olivo alrededor de tu mesa”. Es decir, hijos amados en todo tiempo y en toda
circunstancia, cultivados para dar lo mejor de sí en todo lo que hagan para la
gloria de Dios.
En los Salmos sapienciales
127 y 128, encontramos cuatro momentos o etapas principales por las que
atraviesa una familia, estas son: La familia en su fundación, desde la boda a
la llegada del primer hijo (Salmo 127:1,2); la familia y sus hijos emprendiendo
juntos el camino de la grandeza familiar (Salmo 127:3-5); el tercer momento, la
familia y el cumplimiento de su propósito, allí la Biblia es realmente una
escuela para padres (Salmo 128:1-3; y, finalmente la familia y el nido vacío
(Salmo 128:4-6). Todos estos momentos son importantes dentro del poco espacio y
tiempo en que estaremos en este mundo.
Las especialidades en
consejería para la familia aumentan cada día, si va a una librería buscando
textos que traten el tema de la familia, le quedarán muchos peldaños de libros
que ni siquiera podrá hojear, hay muchísimos en el mercado; sin embargo, tendrá
que tener cuidado porque muchos de esos libros han salido de laboratorios
humanos que no contemplan, para nada, la opinión divina. Busque la opinión de
comentaristas bíblicos, y usted mismo, bajo la orientación del Espíritu Santo,
vaya a la escuela para padres que es la Biblia.
El tercer momento de la
familia, es un tiempo agotador puede abarcar unos 20 años, es etapa para
educar, corregir, modelar, edificar en amor y disciplina, y finalmente, los
enamoramientos de los retoños, posterior casamiento, y quedar de nuevo con el
nido vacío como al principio.
Es igualmente interesante notar que el salmista
aconseja que todas las etapas de la familia deben estar bajo la dirección de Dios para que la familia
sea feliz: “¡Qué feliz es el que teme al Señor, todo el que sigue sus caminos! Gozarás del fruto de tu trabajo; ¡qué feliz y
próspero serás!” (Salmo 128:1,2 NTV). Así que en esta escuela para padres que
es la Biblia, debemos aprender a amar a Dios por sobre todas las cosas, y a
buscarlo a Él como una acción de nuestra voluntad, mucho más allá de simple
experiencia emocional: “Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y
lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten. Así que no se
preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias
preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy.” (Mateo
8:33,34 NTV). Por supuesto, la iglesia en todas las etapas de la familia es un
medio de gracia para ayudarnos al triunfo final, y debemos enseñar por medio
del ejemplo a nuestros hijos, el compromiso innegociable con nuestra membresía
responsable en una iglesia local.
Aunque pareciera que el hogar, el matrimonio y la
familia como los presenta la Biblia, sucumbieran a todos los ataques y por
todos los frentes que por diversos enemigos les llega, yo soy optimista, y sé
que Dios todavía está con nosotros; Dios inventó el matrimonio y Él sabe cómo
hacerlo funcionar, Él es nuestra única esperanza. Nuestra oración de hoy es el
himno: Danos un bello hogar de B.B. McKinney. ¡Hazlo tuyo y vívelo!
I
Danos un bello
hogar:
Donde la Biblia
se pueda ver;
Donde tú amor
bienestar nos dé;
Donde en ti todos
tengan fe.
¡Danos un bello
hogar¡
¡Danos un bello
hogar¡
II
Danos un bello hogar:
Donde el padre es
fuerte y fiel;
Donde no haya el
sabor a hiel,
Donde en su
ambiente haya sólo miel.
¡Danos un bello
hogar¡
¡Danos un bello
hogar¡
III
Danos un bello
hogar:
Donde la madre
con devoción,
Sepa mostrarnos
Tú compasión.
Donde tú habites
con santa unción.
¡Danos un bello
hogar¡
¡Danos un bello
hogar¡
IV
Danos un bello
hogar:
Donde los hijos
podrán saber
Como Jesús los
quiere ver
A su amparo y así
vencer.
¡Danos un bello
hogar¡
¡Danos un bello hogar¡
(Himnario de alabanza evangélica, número 405,
EMH, 1978)
Perla
de hoy:
La primera lección de la Escuela para padres
es amar a Dios y honrar a los padres. Y esto se aprende en todas las etapas de
la familia.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
una lección por aprender?
¿Existe
una bendición para disfrutar?
¿Existe
un mandamiento a obedecer?
¿Existe
un pecado a evitar?
¿Existe
un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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