Francisco Aular
faular @hotmail.com
Lectura devocional: Marcos 1:14,15.
Diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se
ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. Marcos
1:15
El reino de
Dios fue planeado desde antes de que el mundo fuese: “y de hacer entender a
todos la realización del plan de Dios, el misterio que desde los tiempos
eternos se mantuvo oculto en Dios, creador de todas las cosas. El
fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a
conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las
regiones celestiales, conforme a su eterno propósito
realizado en Cristo Jesús nuestro Señor”. (Efesios 3:9-11 NVI) El tiempo de Dios dice el término griego que no se mide por nuestro reloj
ni nuestro calendario, el
reino de Dios se encarnó en JESÚS. A este reino pertenecen todos los hijos de
Dios, los nacidos de nuevo. Porque a este Reino se nace por el arrepentimiento
y la fe del futuro ciudadano del reino que pone en JESÚS, toda su esperanza y
confianza para la salvación eterna. JESÚS vino a devolver el reino a Dios, que
es Su Dueño, y que estaba bajo el dominio de Satanás desde la caída en
desobediencia de Adán y Eva.
Cuando Juan
el Bautista le manda a preguntar con sus discípulos: “¿Eres tú aquel que había
de venir, o esperamos otro? JESÚS, les mostró el poder de Su reino: “Los ciegos ven, los cojos andan, los que
tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres
se les anuncian las buenas nuevas”. (Mateo 11:4-5 NVI) Pero la máxima demostración de Su poder se encuentra
en Su muerte y en Su resurrección.
El reino de
Dios fue parte del mensaje que predicaron Sus primeros discípulos: “Señalaron un día para reunirse con Pablo,
y acudieron en mayor número a la casa donde estaba alojado. Desde la mañana
hasta la tarde estuvo explicándoles y testificándoles acerca del reino de Dios
y tratando de convencerlos respecto a Jesús, partiendo de la ley de Moisés y de
los profetas”. (Hechos 28:23 NVI)
De esta
manera el reino de Dios es tanto una realidad pasada como presente y futura. Al
final de la historia como la conocemos hoy, Dios tendrá a Su lado
dos clases de seres: los ángeles y los seres humanos que compondrán Su familia
por toda la eternidad. Los
seres humanos, que obtuvieron por fe en la Palabra y la obra del Espíritu
Santo, y el arrepentimiento de sus pecados, el nuevo nacimiento, y por ello la
entrada al reino, morarán eternamente con JESÚS en Su reino que es la manifestación final de Su
soberanía y de Su justicia. Es indispensable nacer de nuevo por la fe en el
SEÑOR del reino, JESÚS: “El que en Él
cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha
creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3.18) Como lo
sabemos, este “creer” no es algo meramente intelectual, en realidad la palabra
quiere decir “depositar únicamente en JESÚS nuestra confianza para la salvación
eterna”: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí” (Juan 14:6)
¿Cuál es el
mensaje de la Biblia? “A través de Cristo, Dios en su gracia está edificando un
reino de personas redimidas, para gozo de ellas y para la gloria de Él”
(Kendel Easley) Como lo han hecho
los hombres y mujeres nacidos de nuevo a través de los siglos, debemos llevar
el mensaje de la salvación, el mensaje del reino, porque evangelizar es el mejor regalo que le hacemos al
reino de Dios.
Oración:
Amado Padre Celestial:
A ti sea la gloria en la iglesia y en tu reino en JESÚS por todas las edades.
Te agradezco tu revelación a los seres humanos a través de la Biblia, tu Palabra
santa y por haber enviado a tu único Hijo JESÚS para levantar un pueblo que
morará contigo para siempre. Ayúdame a ser parte del alcance de los seres
humanos con amor y la eficacia conforme a tu plan, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Las iglesias son agencias del reino de Dios, en cada
lugar en donde se planta una; la iglesia es el hogar y la familia de
los ciudadanos del reino que se congregan en el nombre de JESÚS.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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