Francisco
Aular
faular@hotmail.com
Lectura
devocional: 2 Corintios 11:24-33
He estado en muchos
viajes muy largos. Enfrenté peligros de ríos y de ladrones. Enfrenté peligros
de parte de mi propio pueblo, los judíos, y también de los gentiles. Enfrenté
peligros en ciudades, en desiertos y en mares. Y enfrenté peligros de hombres
que afirman ser creyentes, pero no lo son. 2 Corintios 11:26
(NTV)
Un
hermano diácono y yo fuimos a visitar a una preciosa pareja que se habían
ganado el corazón de todos en la iglesia, mientras ellos se preparaban, aquí en
Toronto, para ir como misioneros a uno de esos países de la llamada Ventana
10/40 (son los países del Norte de África), allí viven más de mil millones de
personas y sabemos que no han oído de JESÚS, es más, son enemigos del
Cristianismo. Al ser misioneros allí se corren muchos peligros, hasta enfrentar
la muerte. En nuestra conversación con esa pareja de jóvenes misioneros fue
inevitable caer en el tema del martirio, y por eso les pregunté, ¿ustedes han
considerado ese aspecto? Ellos se miraron
y a coro dijeron: “¡Estamos listos para ir llevando el Mensaje y morir
por ello si ese es el plan de Dios para nosotros!” Nos abrazamos, oramos,
lloramos sobre sus hombros, los besamos y salimos. Sin duda, ellos tienen, ¡pasión por JESÚS frente al peligro!
Nadie
discute el lugar en donde Dios ha puesto en la historia de nuestra fe al gran
apóstol Pablo, él es mi héroe, pero una cosa he aprendido de él: la verdad de
que los triunfos fáciles, las victorias alcanzadas a bajo precio, no son
siempre las más memorables, ni las que más satisfacciones reportan, y que este
tipo de triunfo es escaso en la larga historia del cristianismo. Los que llevan
la bandera son aquellos que muestran en lo que son y lo que hacen: ¡Pasión por JESÚS frente al peligro!
Por mi
parte, desde recién nacido en el Señor, amo la historia de las misiones. Mis
héroes siguen siendo los misioneros, los pioneros en llevar el estandarte del
evangelio y de la fe que se enfrentan, cada día, a una obra erizada por las
espinas de la vida y los peligros que implica trabajar en un ambiente hostil,
en donde se aprende a luchar con los medios que nos da la gracia divina, a la
oposición satánica; los veo marchar “tres pasos adelante y dos atrás”, pero
adelante, siempre adelante; muchas veces abandonados por los que ellos creían
sus discípulos, nadie puede decir si no es obrero, el dolor causado por los que
“afirman ser creyentes pero que no lo son.”; los misioneros que más admiro son
esos que nunca abandonan el arado y que en medio de las batallas más fuertes no
dan la espalda al enemigo; son aquellos que hacen que las dificultades, las
adversidades y peligros sean vencidos por el poder del evangelio, y lo logran
con su sudor, sus lágrimas y su sangre para que el Reino de nuestro Señor JESÚS
avance y sea revelado con toda Su gracia delante de los que están “muertos en
sus delitos y pecados”. ¡Esto es pasión
por JESÚS frente al peligro!
Una de
las historias que me ha calentado el corazón e incrementado mi pasión por JESÚS
es la de uno de los misioneros que llevó el evangelio a la China, Hudson
Taylor, he aquí unas líneas de una carta a su madre: “…a menudo te he rogado
que me recordases en oración y cuando así lo he hecho es que he estado en gran
necesidad de ello. Esa necesidad nunca ha sido mayor que ahora mismo. Envidiado
por algunos, despreciado por muchos, a menudo culpado por cosas que ni conocía
y con las cuales ni siquiera tenía que ver (…) Si el Señor no hubiera sido bondadoso conmigo en
grado especial, si no me hubiera sostenido por la convicción de que la obra es
de Él, y que Él está conmigo en lo que puede llamarse lo “peor del conflicto”,
bien me hubiera desmayado o por lo menos hubiera sufrido un quebranto total…”.
Como resultado, la historia del este gran misionero inglés terminó con el
triunfo del reino, ¡por su pasión por
JESÚS frente al peligro!
Oración:
Padre
eterno:
¡Guíame
en medio de la batalla a fin de que produzca el fruto de ver avanzar tu reino
un paso más! Señor, que me consuma aquí en la brecha en donde me has puesto
para tu honra y gloria. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla
de hoy:
Tu pasión por JESÚS
frente al peligro desafía el miedo de muchos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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