viernes, 31 de octubre de 2014

Lejos de Roma, cerca de Dios

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Viernes, 31 de octubre de 2014
Lectura devocional: Romanos 1:1-17      
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. Romanos 1:17

¿Qué lleva a un ser humano que ha sido levantado por su familia en un sistema religioso prolijo, complejo y compacto a abandonar todo su bagaje familiar-religioso y aventurarse en una nueva fe? ¿Cuál fuerza poderosa es capaz de hacer que un solo hombre se levante contra un imperio religioso y lo haga tambalear por sus cuatro costados? ¿Qué movió a ese individuo a levantar un movimiento capaz de una revolución espiritual que cambió la historia?
Las vidas del apóstol Pablo y de Martín Lutero nos van a enseñar una gran verdad. La religión, por muy perfecto que sea su engranaje, no es suficiente para tener la seguridad de agradar a Dios y aceptar su salvación. Tanto Pablo como Lutero eran hombres profundamente religiosos desde la cuna. Pablo nació en medio de la religión que Dios entregó a Moisés en el Sinaí. Martín Lutero fue producto del catolicismo romano de la Edad Media. El primero tuvo su encuentro personal con Dios camino a Damasco, el segundo, tuvo su encuentro con Dios al estudiar la Escritura y descubrir la salvación como el regalo divino a través de la fe en Jesucristo. Pablo fue perseguido por los judíos, sus correligionarios. Lutero fue perseguido por los católicos romanos, sus correligionarios. 
Tanto a Pablo como a Martín Lutero los siglos los han reivindicado. Pablo es reconocido como el teólogo y misionero más grande de la historia del cristianismo. Martín Lutero es considerado como el líder principal de un movimiento cristiano llamado el protestantismo. Martín Lutero no quería dejar la Iglesia Católico-romana. Encabezó un esfuerzo para que La Iglesia Católica Romana regresara a sus raíces bíblicas, pero hasta hoy no se ha logrado en plenitud. No obstante, abrió las puertas al avivamiento de otras congregaciones que ya existían, como los valdenses y anabautistas que conquistaron Europa en el siglo XVI. Nuevos y talentosos hombres de Dios surgieron: Juan Calvino, Ulrico Zuinglio, Phillip Melanchthon, Thomas Muntzer, Juan Knox y centenares más. No fueron hombres perfectos, tuvieron sus errores porque eran seres humanos, pero, estuvieron por encima del descrédito en que el clero romano había caído en aquellos días.
El 31 de octubre del año 1517 el monje agustino Martín Lutero caminó resuelto hacia el templo del Castillo de Wittenberg en Alemania. Con determinación y sin que le temblaran sus manos, el sacerdote de 34 años levantó el martillo y clavó uno de los escritos más estridentes de la historia religiosa. En esa época, las puertas de los templos servían a las comunidades como medios de comunicación. No hizo falta ni un mes para que los gritos del documento se oyeran en toda Europa, y muy especialmente en del Vaticano. El documento que no pretendía otra cosa que una voz solitaria en la inmensa noche de la Edad Media, no era otro que las llamadas Noventa y Cinco Tesis. Si Roma hubiera oído aquella voz, hoy contaríamos la historia de otra manera.
Antes, debo aclarar que, todas las religiones o sistemas religiosos están basados en una o más de las siguientes fuentes de autoridad; se resumen en cuatro: El intelecto y las experiencias, las tradiciones y las Escrituras. De paso, estas fuentes de autoridad cobran toda su importancia porque en ellas se basan nuestras creencias, propósitos, costumbres, hábitos y valores. El intelecto y las experiencias que están dentro de la persona, pero, también existen dos fuentes fuera del ser humano: las tradiciones y las Escrituras. Cuatro fuentes de autoridad espiritual; pero Dios nos dejó una sola que es verdadera, Las Sagradas Escrituras. Si Dios es verdaderamente Dios, tenía que dejarnos una Escritura inspirada por Él para poder conocerlo, amarlo, obedecerlo y alcanzar su salvación. Por eso, el Señor JESÚS le dijo a los judíos: Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! Juan 5:39 (NVI). Pablo aconsejó a uno de sus discípulos: “Las Sagradas Escrituras (…) te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”  2 Timoteo 3:15 (RV60).
Una de las razones por las que Martin Lutero se había hecho monje -como muchos otros que han vestido los hábitos- fue el interés en su propia salvación. Comenzó a trabajar en su salvación personal, pero, mientras más esfuerzos hacía para alcanzarla a través de sus buenas obras, más perdido se sentía. No dudo que entre todos los documentos, la teología, la filosofía y los ritos que tuvo que aprender, había estudiado también la Biblia en latín, y los idiomas originales en hebreo y griego. Así terminó sus estudios doctorales en teología en 1512. Lutero había usado su intelecto, sus experiencias espirituales y las tradiciones en su larga búsqueda de una verdadera fuente de autoridad espiritual, pero no la halló. Fue entonces cuando la encontró en las Escrituras. Por eso, en medio de los debates que lo acusaban de hereje, y que por ello, sin duda, caería en manos de la temible Santa Inquisición, él se aferró a su Biblia. ¡Las Escrituras pasaron a ser su única fuente de creencia y por ella estaba dispuesto a morir! Por eso dijo, que tanto el Papa como los Concilios Generales podían errar, pero, que solo las Escrituras eran la verdadera autoridad, y que él reconocería que estaba en un error sólo cuando se le convenciera de que lo que él creía fuera contrario a la Biblia y la sana razón.
Lutero nunca vaciló en cuanto a la importancia de la Palabra de Dios. Tampoco vaciló en su empeño de hacer que se tradujera al alemán, su idioma materno. El latín era la lengua oficial de la religión. Todo se hacía en una lengua casi desconocida para el pueblo. Sin duda, una de las grandes facetas de Lutero fue la de escritor. Escondido en el Castillo de Wartburg, el reformador pasó por momentos de muchas aflicciones y pruebas. Sin embargo, no estuvo ocioso. Escribió casi una docena de libros y tradujo todo el Nuevo Testamento del griego al alemán, en solo nueve meses… Años más tarde hizo también la versión completa de la Biblia de las lenguas originales al alemán.
A la impresión y distribución de las Sagradas Escrituras también contribuyó otro alemán, Johannes Gutemberg quien inventó la imprenta, y así, el primer libro que se imprime es precisamente la Biblia. Desde aquel lejano día e impulsados años más tarde por las Sociedades Bíblicas, ¡el Sagrado Libro no se ha dejado de imprimir y distribuir! Debo también dar crédito a las muchas y excelentes versiones católicas que, ¡por fin!, se distribuyen en gran manera.  Cumpliéndose el sueño de Lutero y de los otros grandes reformadores protestantes: “¡Por lo menos una Biblia debe estar en cada hogar!”, es la recomendación de las autoridades del catolicismo, hoy.
En mi caso -y me emociono mucho al contarlo-  un día, por cierto Jueves Santo, tomé un ejemplar de la Biblia que había sido dedicada a un primo mío, pero en la misericordia de Dios, el ejemplar no era para él, sino para mí. La tomé en mis manos y leyendo San Juan 17:20 ¡Esa bendita Palabra habló a mi corazón y tuve un encuentro con el Señor Jesucristo y nací de nuevo! Yo era solamente un joven de 17 años, pero el Espíritu Santo me guió y me ha guiado no solo a oírla, leerla, estudiarla, memorizarla y meditarla, sino, también a practicarla. Soy producto de lo que Dios ha hecho en la humilde vida de un hombre de pueblo, por el poder de la Escritura. Para mí la Biblia es mucho más que una guía doctrinal. Toda ella es vida. Produce la fe. Produce cambios en mí. Con ella asusto al mismo diablo, aliento al enfermo, sano mis heridas, ya sean físicas, emocionales o espirituales. Por sobre todo, mediante la Palabra y el Espíritu Santo, nací de nuevo. ¡Con esta Palabra vivo, con esta Palabra muero!
Por otra parte, Lutero hizo mucho uso de la música como parte de la liturgia evangélica. Como lo dice el especialista y músico Cecilio McConnell en su libro Comentario sobre los himnos que cantamos: “Martín Lutero fue una de las figuras más sobresalientes en la historia de la iglesia cristiana. Su influencia en el himno también era descollante. Cuando el apareció, el canto cristiano estaba en el nivel más bajo. Los pocos himnos eran cantados por personas eclesiásticas especializadas en un idioma que la mayoría de la gente no entendía… Lutero insistió en que tenía que ser en el idioma del pueblo y que toda la congregación cantase su regocijo en el Señor…”. Martín Lutero fue también un poeta y escritor de muchos himnos, uno de ellos es considerado el himno nacional del pueblo evangélico, me refiero a “Castillo fuerte es nuestro Dios”, porque entre otras cosas, gracias a su amigo el elector Federico el Sabio de Sajonia, señor de Wittemberg dentro de cuya jurisdicción vivía Lutero, lo salvó de las garras de sus enemigos que querían matarlo, como lo habían hecho cien años antes con Juan Huss. También Lutero sabía que su verdadero enemigo era el mismo Satanás. Por eso, la primera estrofa del himno, dice:
Castillo fuerte es nuestro Dios,
Defensa y buen escudo;
Con su poder nos librará en todo trance agudo.
Con furia y con afán acósanos Satán;
Por armas deja ver astucia y gran poder;
Cual él no hay en la tierra.
Pero la segunda estrofa, nos presenta a Jesús el verdadero triunfador:
Nuestro valor es nada aquí,
Con él todo es perdido;
Mas con nosotros luchará de Dios el Escogido.
Es nuestro Rey Jesús, el que venció en la cruz,
Señor y Salvador. Y siendo solo Dios,
Él triunfa en la batalla.
Apasionado como era Martín Lutero tomaba su laúd, instrumento musical que dominaba a la perfección, y con aquella voz que tanto le había dado de comer en su días de estudiante, y que sus contrarios la había oído en la Dieta de Worms, cuando quien lo interrogaba para que él se retractara, dijo: “No puedo, ni quiero retractarme de cosa alguna, pues ir contra la conciencia no es justo ni seguro. Dios me ayude. Amén”. Ciertamente, el maligno no está contento cuando estamos firmes en la Palabra de Dios, porque ha sido juzgado precisamente por el triunfo definitivo de la Biblia: 
Y si demonios mil están pronto a devorarnos,
No temeremos porque Dios sabrá como ampararnos.
¡Que muestre su vigor Satán y su furor!
Dañarnos no podrá, pues condenado es ya
Por la Palabra Santa.
Termino con esta reflexión. Martín Lutero, al igual que otros héroes de la fe, nos dejó un gran legado que los evangélicos modernos no debemos echar al olvido. El mismísimo Papa Juan Pablo II pidió perdón ante las injusticias que se hicieron con aquel monje, que leyendo la Escritura descubrió lo que Pablo ya había escrito 1500 años antes, que nuestra justificación delante de Dios es solamente por fe; Martín Lutero lo subrayó en su Biblia cuando escribió: “Sola fide” Solamente por fe.
No convirtamos el glorioso evangelio que costó, sudor, lágrimas, sangre y muerte a muchos amados para que nos llegara a nosotros, en una fórmula mágica para triunfar en este mundo material y por lo tanto, temporal. No me canso de decirlo, Jesucristo no dejó su gloria para que yo viva un evangelio de pura oferta y facilidad. Martín Lutero pagó un precio en sus días: Se alejó de Roma que representaba para él, todo en esta vida, pero se acercó a Dios y aceptó la salvación como un regalo, mantuvo la fe y triunfó. Tú y yo tenemos que dejarle a la futura generación, al salir de este mundo, lo único que también nos podremos llevar al salir de él, la herencia incorruptible de la salvación por fe.
Soli Deo gloria
Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
Gracias por darnos Tu Palabra que es fiel y verdadera. Ayúdame a vivirla por el poder de tu santo Espíritu. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Los tesoros de la Biblia están a la disposición de los que escarben, buscándolos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


jueves, 30 de octubre de 2014

La bondad: el carácter del amor

Francisco Aular
faular @hotmail.com
Lectura devocional: Efesios 5:6-20
Pues su Espíritu nos hace actuar con bondad, justicia y verdad. Efesios 5:9 (La Biblia en lenguaje actual)

El apóstol Pablo nos dice “pues su Espíritu nos hace actuar”, de este modo, la bondad es la inclinación que el Espíritu Santo pone en el corazón del cristiano, nacido de nuevo, para hacer el bien. Bondad es la virtud que hace a una persona ser buena, simpática y genuinamente recta en su diario vivir. Esto se refleja en su forma de ser, es decir, en su carácter. Como consecuencia, el ser humano revela la bondad en todas las esferas de su vida, porque como lo sabemos el carácter abarca todo: los sentimientos, las creencias, las opiniones, sus esfuerzos, las esperanzas, y da a todos los aspectos de la vida en esta tierra, su toque especial.
El compositor alemán Beethoven (1770-1827) dijo: “No conozco otro signo de excelsitud que la bondad”. Igualmente, Sir Francis Bacón, señaló: “De todas las virtudes y dignidades de la mente, la bondad es la más grande, ya que es el carácter de la Deidad; y sin ésta el hombre es una cosa atareada, maliciosa y miserable”. De esta manera, el rostro de un bondadoso brilla y hace brillar a quienes lo acompañan. El líder bondadoso saca lo mejor del ser humano que dirige. El mundo sale ganando cuando un ser humano es bondadoso. La bondad es la cadena de amor que ata y une a la humanidad. Si algo está faltando en este mundo es la bondad. Pido al Señor que no dejemos que la bondad nos abandone en esta hora aciaga que vive nuestra generación, porque el ser humano tiene una naturaleza malvada. Es tan fácil ser malo y difícil ser bondadoso, pero el final la bondad triunfará sobre el mal si no desmayamos: Así que no nos cansemos de hacer el bien porque, si seguimos haciéndolo, Dios nos premiará a su debido tiempo” (Gálatas 6:9 LBLA)
Claramente la bondad es una de las nueve cualidades del amor “ágape” que el fruto del Espíritu produce en el creyente. Es más, la bondad esta latente en el cristiano. Lo que tiene que hacer es ser dócil al Espíritu Santo y desarrollarla: “Por mi parte, hermanos míos, estoy seguro de que ustedes mismos rebosan de bondad, abundan en conocimiento y están capacitados para instruirse unos a otros” (Romanos 15:14 NVI).
Ahora bien, ser bondadoso es ser semejantes a Dios, y pensando en esto, debemos saber que no podemos ser semejantes a Dios por nuestros propios esfuerzos y méritos. Como lo hemos dicho, nuestra vieja naturaleza, que vive en nosotros, tiene un gran potencial de maldad que solo puede ser neutralizado al nacer de nuevo. Aún así, todavía no somos victoriosos completamente en esta vida a menos que aprendamos a morir al pecado y a vivir para Dios en el poder de la resurrección que nos produce el Espíritu Santo. Entonces podremos decir como el apóstol Pablo: “En realidad, también yo he muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme” (Gálatas 2:20 La Biblia en lenguaje actual). Como consecuencia de haber muerto con Cristo en la cruz, y porque JESÚS vive por el poder de Su Espíritu Santo en mí, puedo mostrar en mi personalidad: la bondad, que es el carácter del amor.
Oración:
“Señor JESÚS, gracias por amarme, vengo ahora delante de Ti sabiendo que soy un(a) pecador(a) y que Tu moriste por mí. Ahora mismo me arrepiento de todos mis pecados y recibo con todo gozo el regalo de Tu salvación, y te confieso como mi Señor y Salvador. ¡Gracias JESÚS por esta salvación y ayúdame a serte fiel y bondadoso como tú! Amén.
Perla de hoy:
En un mundo caído e indiferente, nosotros los hijos de Dios, somos la diferencia  por medio de la bondad de JESÚS en nosotros.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


miércoles, 29 de octubre de 2014

¿Mentira o realidad?

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Deuteronomio 18:9-14
Cuando entres en la tierra que te da el Señor tu Dios, no imites las costumbres abominables de esas naciones. Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Deuteronomio 18:9-11(NVI)
Los acontecimientos de los últimos cincuenta años demuestran que la política, las ideologías, las religiones, la cultura, el humanismo, la postmodernidad  y aún el progreso científico y tecnológico, no nos han  conducido a una clase de paraíso recobrado, por el contrario, estamos arrastrando la consecuencias del paraíso perdido, en el cual, nuestros primeros padres, cambiaron la verdad por la mentira, es decir, hicieron un mal negocio con Satanás, el padre del engaño y la mentira; desde entonces, nacemos, vivimos, nos reproducimos y morimos en su territorio. Desde esos comienzos de la humanidad, los seres humanos están “muertos en sus delitos y pecados” (Efesios 2:1,2); ciegos “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4); nuestro hermano Pablo escribió a su discípulo lo siguiente: “que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizás Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él” (2 Timoteo 2:26 RV60). Con razón la Biblia dice: “Sabemos que somos de Dios, y que el resto de la gente en el mundo está dominada por el diablo” (1 Juan 5:19, La Biblia en lenguaje actual).
Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, Satanás, conjuntamente con sus “principados” y “potestades” son presentados como realidades con dos características principales: En primer lugar, como seres personales y espirituales; y en segundo lugar, influyen en los acontecimientos de la tierra. La pregunta que nos hacemos es ésta: todo esto de Satanás con sus potestades de maldad y los poderes que se les ha dado es ¿mentira o realidad? Dios prohíbe las prácticas del ocultismo con sus diferentes categorías: ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Si la Biblia, prohíbe tales practicas es porque son realidades espirituales que están en abierta competencia con las verdades divinas, y frente a ellas Dios nos pide que tomemos una decisión: “Yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal (…) escoge, pues, para que vivas” (Deuteronomio 30:15, 19). A los que prefieran seguir atados a los malos espíritus, a sistemas religiosos inventados por el hombre, o ideologías inundadas de practicas ocultistas, les dice: “Me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas rotas que no retienen agua” (Jeremías 2:13). La Biblia nos dice que el ser humano se apartó de Dios, pero en Su plan eterno y por Su misericordia, el Señor lo busca para salvarlo y sacarlo del río de la muerte y llevarlo al río de la vida. ¡Dios se ha propuesto hacer al ser humano parte de Su familia para que esté con Él para siempre!: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19). ¡Dios en estos últimos tiempos y conforme a Su plan eterno tiene grandes noticias para nosotros los seres humanos!
En efecto, JESÚS bajó del cielo a la tierra para llevarnos a Dios. Nosotros no podíamos salvarnos de las garras de Satanás y sus poderes. Pero debemos tener en cuenta esto: Ciertamente, Satanás es poderoso; pero Dios es Todopoderoso. Sí, es verdad los poderes de la maldad son grandes, y movieron a los gobernantes tantos políticos como religiosos para llevar a JESÚS a la terrible muerte de la cruz; pero precisamente allí, en la cruz, el Señor canceló la cuenta que nosotros los seres humanos no podíamos pagar por nuestra salvación, y nos compró con Su preciosa sangre un lugar en el cielo para nosotros: “Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados y anular la deuda que teníamos pendiente por los requisitos de la ley. Él anuló esa deuda que nos era adversa, clavándola en la cruz. Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal” (Colosenses 2:13-15 NVI).
Oración:
Bendito Padre Celestial:
En esta hora te alabo por tu amor y misericordia, al darme el regalo de la vida eterna, por el cual, el triunfo de tu amado Hijo en la cruz es mi triunfo y hoy soy más que vencedor. Ahora, sé que el maligno no puede tocar sin tu permiso, nada de lo que me has dado. Mi gratitud es en el Nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Aunque la existencia de poderes infernales es real, Dios cambia cualquier ataque de ellos, en triunfo.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

martes, 28 de octubre de 2014

La seducción de Halloween (2-2)

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Deuteronomio 18:9-14
No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni hechicería, o sea agorero, o hechicero, o encantador, o médium, o espiritista, ni quien consulte a los muertos. Porque cualquiera que hace estas cosas es abominable al SEÑOR; y por causa de estas abominaciones el SEÑOR tu Dios expulsará a esas naciones de delante de ti. Deuteronomio 18:10-12 (La Biblia de las Américas).

¿Por qué la seducción fatal del Halloween, o la llamada fiesta de las brujas? Pues bien, seduce por lo antiguo de las tradiciones célticas. En efecto, unos 700 años a.C. hasta ca.400 d.C, extensas regiones de la Europa pagana de esa época estaban ocupadas por los antiguos celtas, que alcanzaron su máximo desarrollo y extensión desde el siglo IV al siglo III a de JC, y llegaron a habitar extensos territorios de lo que hoy son los países siguientes: Irlanda, Gran Bretaña, Francia y el norte de España, Galicia y Asturias e inclusive Turquía en el Asia Menor. Actualmente  hay un renacimiento cultural céltico en la música, la literatura y las artes, extendido por todas las regiones con pronunciadas raíces célticas y visibles hasta en Canadá y por supuesto, los Estados Unidos. Hace unos años mi esposa y yo estuvimos en España, cuando salíamos del Aeropuerto el Peinador de Vigo en Galicia, en la parte central de este terminal aéreo se destacaba una tienda que vendía todos los artículos y símbolos mágicos de los celtas…
Ahora bien, Halloween, es la expresión más visible  de la religión de los celtas que  se hace sentir en el mundo entero. Como bien los señala uno de sus adeptos: “Hoy en día ya no existen, según la historia. Pero todavía están vivos en su música, en las tradiciones, en las manos que labran los campos en Irlanda, la Isla Verde. Cada día cuando el sol del Este baña los monolitos de Stonehenge, ellos despiertan en su gente, en los que aun los recuerdan con admiración y en los que honran su cultura. Cristianos y paganos todos tienen la aportación Celta, algo deben a los Celtas.
Ante la innegable seducción que Halloween ejerce en el comercio, las artes y aún en la llamada religión cristiana, vale la pena detenerse, a considerar lo que la Biblia nos dice al respecto. Sin excepción, todas las prácticas ocultistas provienen del padre de la maldad: Satanás. Él es un especialista en atraer fatalmente a sus seguidores porque como dijo JESÚS, él es un ladrón: “El ladrón sólo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10 RV60).
¿Cómo explicamos que los pueblos, aun los más antiguos, en la práctica del ocultismo incluían hasta los sacrificios humanos? Por otra parte, la negación frente a estos actos diabólicos se acrecienta porque precisamente, como dijo un santo de la antigüedad, “la estrategia número uno del diablo es hacer ver que él no existe” Así que aquí caben otras preguntas: ¿Existe algo más allá de lo que se ve, del mundo material? Muchísimas personas obstinadamente, afirman que no. Sin embargo, son millones los que intentan ponerse en contacto con ese mundo invisible de maldad.
La Biblia, desde Génesis hasta su último libro el Apocalipsis, refleja que el engaño que Satanás les hace a nuestros primeros padres, es en esencia la misma promesa que se hace en las prácticas ocultistas, hoy: Hacernos como Dios, “sabiendo el bien y el mal”, y cómo el maligno atrae fatalmente para que el ser humano lo prefiera a él antes que a Dios, lo seduce hasta llevarlo a la destrucción final en el lago de fuego hecho para él. Por esta razón, Dios quien es puro y sin mancha, y que por naturaleza es bueno, ordena – para así protegernos-, que nos alejemos de toda práctica ocultista en cualquiera de sus manifestaciones, desde celebraciones como el atractivo “día de brujas o halloween”, pasando por el horóscopo, y hasta ser miembros de sectas ocultistas o satánicas.
Otra cosa que debemos entender de una vez por todas, es esta, en la Biblia no existe la magia blanca o magia buena, y magia negra o mala. Todo acto de ocultismo es rechazado para la Palabra de Dios. Así que aunque en el ocultismo utilicen los símbolos religiosos de las iglesias cristianas tradicionales, y aún, más allá, hasta los Salmos y otros pasajes bíblicos para decirlos en sus ceremonias, haciendo creer a sus seguidores que son buenos. No debemos dejarnos engañar. Recuerda lo que dijo el Apóstol: “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz (2 Corintios 11:14 RV60). ¡No abras las puertas a los demonios! Porque te robarán tu paz, te cegarán el entendimiento,  te mantendrán muerto para Dios y vivo para ellos,  te atarán con sus cadenas espiritualistas, y al final matarán tu alma y te destruirán para siempre. Todavía JESÚS te dice: “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10 b). JESÚS vino para destruir las obras del diablo y su atracción fatal.
Un pensamiento final para que lo lleves hoy contigo: El cristiano nacido de nuevo, deposita su pasado, presente y futuro en las manos de Dios. Allí está seguro y protegido. Según Romanos 8:35-39, nada ni nadie lo podrá separar del amor de Dios. Desde luego, existen muchos misterios en el mundo espiritual que Dios no permitió al ser humano saber, ante ello, respondemos: “Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 29:29 La Biblia de las Américas)
Agárrate con todas tus fuerzas de Dios y Su Palabra, y huye de la seducción de halloween: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.” (Santiago 4:7,8, RV60).
Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
Te alabo en esta hora por sacarme de ese mundo de las tinieblas en que mis antepasados anduvieron y yo también. Gracias por trasladarme a tu reino de luz, fe, amor y esperanza. Mi pasado, mi presente y mi futuro están en tus manos y allí estoy seguro. Ayúdame que en esta hora de oscuridad yo pueda brillar para ti. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
En esta hora, en que las mismas puertas de los infiernos se abren para atraernos, Dios tiene una sola respuesta: JESÚS, Él es nuestra única esperanza, ven a Él.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?



lunes, 27 de octubre de 2014

La seducción de Halloween (1)

Francisco Aular
faular @hotmail.com
Lectura devocionl: Deuteronomio 18:9-14      
Cuando entres en la tierra que te da el Señor tu Dios, no imites las costumbres abominables de esas naciones. Deuteronomio 18:9 (NVI)

Nací en las montañas del Estado Yaracuy en Venezuela y mis padres eran adoradores de María Lionza (un culto mágico-religioso venezolano), así que desde niño tuve contacto directo con el ocultismo. Que el SEÑOR me sacara tanto a mí como a algunos de mis familiares de las garras de tales prácticas es todo un milagro. Sin embargo, Dios no sólo me libró de que yo siguiera la ruta de mis antepasados, sino que también me llamó a servirle en Su Ministerio. Mi tesis de grado del Seminario, la titulé: “Algunos aspectos del ocultismo en Venezuela”. En efecto, hoy en día en mi país, el ocultismo, la brujería, la adivinación, la consulta a los espíritus de los muertos, la santería cubana están por todas partes. Los adoratorios naturales del ocultismo: las montañas, los ríos, las quebradas y el mar, muestran los restos que dejan los practicantes del ocultismo cada fin de semana.
¿Por qué la magia y celebraciones como Halloween seducen tan fácilmente a los seres humanos? Es por la promesa que nos hace de que nosotros, seres humanos mortales, podemos dominar los poderes sobrenaturales, adivinar el futuro y hasta cambiar nuestra suerte. Si tan sólo uno de los grandes brujos y brujas famosos de hoy, pudiera realmente hacer eso, ¡no  tardaría ni un día nada más para llegar a ser un gobernante mundial! Nos dice la Biblia que cuando Moisés fue a visitar al Faraón -rey de Egipto- para que dejara ir libremente a los israelitas esclavos, el rey le pidió que les demostrara su poder, entonces Aarón, le obedeció e hizo una gran demostración del poder de Dios al echar su vara delante del rey y ésta se convirtió en serpiente: “El rey llamó entonces a sus magos y sabios para que también ellos hicieran lo mismo. Cada uno de ellos tiró al suelo su vara, y todas las varas se transformaron en serpientes; pero la serpiente de Aarón se comió a las otras”. (Éxodo 7:11,12, TLA)
Ciertamente, existe superchería en algunas de las personas que practican el ocultismo, pero no todo es mentira. El rey de Egipto como muchos gobernantes de ayer y de hoy, han buscado en la magia la manera de mantener su poder. Satanás, que está detrás de la magia que cautiva al ser humano desde el mismo principio de la Creación cuando sedujo a Adán y a Eva, se manifiesta detrás de las celebraciones y prácticas ocultistas. Pero el enemigo de Dios, Satanás, que es mucho más poderoso que nosotros ¡No es TODOPODEROSO como nuestro DIOS! La serpiente de Aarón se comió a todas las serpientes de los brujos, y así, JESÚS vino a deshacer las obras del diablo. El maligno no puede tocar, sin el permiso de Dios, ni un solo cabello de nuestras cabezas: “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca”. (1 Juan 5:18 (RV60)
Halloween es la celebración al “dios de la muerte” ¡No celebres la muerte! ¡Celebra a JESÚS, Él es nuestra vida eterna! Por eso, cuando JESÚS, se levantó glorioso de Su tumba, venció a ese dios para siempre. ¡Nosotros también sobre las cenizas de nuestra vida “bios” nos levantaremos con nuestra vida “Zoé”! Así que podemos decir, como San Pablo…: Sorbida es la muerte en victoria ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” (1 Corintios 15:54-55, RV60)
Oración:
¡Bendito seas, oh SEÑOR, por la esperanza de un brillante futuro para Tus hijos! ¡No necesito saber mi futuro porque lo que seré está en Tus manos y bajo las sombras de Tu alas habitaré seguro! ¡Tú eres la Luz y me iluminas y las tinieblas huyen! ¡Tú eres el camino, y la verdad, y la vida, por eso me recreo en la abundancia de Tu mesa! ¡Eres mi amante Pastor y no temeré el andar sobre el valle de la muerte! ¡Sé que el día en que cruce el río de la muerte Tú estarás esperándome en la otra orilla! ¡Tú eres el Dueño absoluto de todo lo que soy y tengo, tanto de este lado como del otro! ¡Ayúdame a proclamarte para que todos celebremos Tu vida que es la nuestra! En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
JESÚS venció a la seducción de Satanás con la Palabra de Dios. Hagamos lo mismo.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?




viernes, 24 de octubre de 2014

Crisis del alma

Francisco Aular
Lectura devocional: Salmo 3
Clamé al SEÑOR,  y él me respondió desde su monte santo. Me acosté y dormí,  pero me desperté a salvo,  porque el SEÑOR me cuidaba. Salmo 3:4,5 (NTV)

El Salmo 1 nos revela la victoria del hombre nuevo que pone su confianza en Dios y en su Palabra; el Salmo 2 nos da una visión del triunfo final del Mesías sobre sus enemigos, la escena es espectacular; pero el Salmo 3 nos presenta la ocasión de una crisis personal por la cual el rey David pasó. Se trata de uno de los tantos problemas familiares que aquel hombre escogido por Dios tuvo que enfrentar, para ser fundador de una familia de cuyo seno, Dios traería al Mesías prometido, y cuyo trono será eterno como el Plan de Dios concebido antes de que el mundo fuese (Efesios 1:4; 3:9-11).
Si me preguntas, ¿por qué creo en la Biblia?, diría que ella retrata al ser humano como lo que es; esta Palabra no esconde, ni adorna las fallas de sus héroes, ni aun los que habían recibido promesas de un Dios santo y apartado del mal, como lo es el Dios de Israel. Esto nos revela la verdad de que Dios nos escoge, a los seres humanos, para cumplir su propósito eterno, no porque tengamos algún mérito, sino por su gracia, eso sí, no nos obliga, Él nos invita para establecer con nosotros una relación de amor desinteresado.
David había sido escogido por Dios y soportó con entereza la persecución del rey Saúl, y aunque David pudo haber derrocado a aquel hombre malvado, nunca “levantó su mano contra el ungido de Dios”. Esperó cuarenta años para entrar a la escena pública de la mano de Dios. Es en medio de este triunfo político, que el rey David pasa por una crisis del alma. Ciertamente, los dolores que producen los hijos desobedientes y rebeldes en el corazón de sus padres, va mucho más allá de cualquier sufrimiento físico o necesidad material. Nada perturba más los cimientos de una familia que la rebelión de sus propios integrantes. En efecto, Absalón, su tercer hijo se levanta contra David y su reinado. David no lo enfrenta, sino que huye. Aquel Reino prometido a David por Dios, pende de la voluntad de un hijo desobediente: “Entonces David subió el camino que lleva al monte de los Olivos, llorando mientras caminaba. Llevaba la cabeza cubierta y los pies descalzos en señal de duelo. Las personas que iban con él también se cubrieron la cabeza y lloraron mientras subían el monte” (2 Samuel 15:30 NTV). Esa noche, David no duerme en su palacio, sino tal vez en una cueva, pero la oración que hizo aquella noche ha pasado de generación en generación, y la tenemos aquí: “Me acosté y dormí, pero me desperté a salvo, porque el SEÑOR me cuidaba” (Salmo 3:5). ¡Ah, cuántas veces hice que mis niños pequeños repitieran estas palabras conmigo, y así dormíamos, en la santa paz que Dios da cuando confiamos en Él!
Pues bien, ¿qué hizo David con la crisis del alma por sus problemas familiares?, David los deposita en las manos de Dios, y no toma venganza por la ofensa que le ha hecho aquel hijo al mancillar el buen nombre de la familia. David se postra delante de Dios y ora: “¡Levántate, oh Señor! ¡Rescátame, Dios mío!” (Salmo 3:7). El dolor de David se manifiesta cuando se entera de que sus soldados ponen fin a la rebelión de Absalón, matándolo. Yo no puedo leer este versículo que citaré, sin sentir la crisis del alma de aquel padre de familia y llorar como David: Entonces el rey se sintió abrumado por la emoción. Subió a la habitación que estaba sobre la entrada y se echó a llorar. Y mientras subía, clamaba: “¡Oh, mi hijo Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Si tan sólo yo hubiera muerto en tu lugar! ¡Oh Absalón, mi hijo, mi hijo!” (2 Samuel 18:33 NTV).
Es imposible saber por qué crisis del alma estás pasando; es posible que como David, exclames: “Oh Señor tengo tantos enemigos; son muchos los que están en mi contra. Son tanto los que dicen: “¡Dios no lo rescatará!” (Salmo 3:1,2). ¡Es peor cuando esos enemigos son los de tu propia casa! Te digo, no te defiendas, deja que Dios lo haga, sigue amando y orando por ellos porque un día de éstos veras la paz de Dios que entra en lo que es de Él, ¡tu familia! Y entonces dirás también: “La victoria proviene de ti, oh Señor; bendice a tu pueblo” (Salmo 3:8). 
Oración:
Padre eterno:
Señor te bendigo y alabo por darme una familia humana y una familia espiritual; ayúdame a buscar la paz y seguirla y así, en tu nombre mantener a mi familia unida y temerosa de ti. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
El rey David y su familia nos revela la verdad de que Dios escoge a los seres humanos para cumplir su propósito eterno, no porque tengamos algún mérito, sino por su gracia y su plan eterno.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?



jueves, 23 de octubre de 2014

¿Donde está la felicidad?

Francisco Aular
faular @hotmail.com
Lectura devocional: Filipenses 4:10-20
Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:12-13 (NVI)

Alguien dijo: “La felicidad es apreciar lo que ya se ha conseguido”. En ese sentido el Apóstol Pablo nos dio su ejemplo: “Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo” (Filipenses 3:8 NVI) ¡Teniendo a JESÚS, Pablo lo tenía todo!
Sin embargo, a través de la historia los seres humanos han buscado la felicidad en lugares equivocados. A la pregunta: ¿Dónde está la felicidad? Respondemos: No está en Hollywood. Marlene Dietrich, una famosa artista de otros tiempos, dijo: “No, no soy feliz. Poseo la felicidad de la época. En los días en que vivimos no creo sea posible ser feliz”. La felicidad no está en la fama. Elvis Presley, el famoso rey del rock and roll, pese a la enorme aclamación que recibía y haber sido el artista mejor pagado de su época en toda la historia del cine, contestó a la pregunta “si era feliz”: “Les voy a decir una cosa: a veces me rodea una gran soledad. Muchas veces me siento infeliz y no sé que camino seguir. No sé que es lo que debo hacer para ser feliz”. La felicidad tampoco está en el ateísmo. Voltaire, uno de los más refinados incrédulos, exclamó: “¡Ojalá nunca hubiera nacido!”. No está en los placeres. Lord Byron, vivió una vida disipada en los placeres. Él dijo: “El dolor, la miseria y la pena son mi porción peculiar”. Contrario a lo que pensamos, la felicidad tampoco está en el dinero y los bienes materiales: Jay Gould, uno de los grandes multimillonarios estadounidense dijo en su lecho de muerte: “Supongo que he sido el hombre más miserable del mundo”. No está en el poder y la gloria militar. Alejandro el Grande conquistó todo el mundo conocido en su época. Después de esta hazaña lloró y dijo: “No hay más mundo que conquistar”.
Mira a tu alrededor: todo lo que veas que no puedes comprar con todo el dinero del mundo y te puedas llevar al salir de aquí, esa es la felicidad. Desde hace más de cinco décadas, descubrí que la felicidad no es algo, sino alguien: JESÚS. ¡Teniéndolo a Él, lo tengo todo! Tanto en esta vida temporal como en la vida eterna que comienza en el mismo día en que deposito toda mi confianza de salvación únicamente en JESÚS. No quiero decir que no sufrirás y tendrás problemas, como yo los he tenido, y sin duda los tendré. Pero con JESÚS serás fortalecido y nunca estarás por debajo de las circunstancias, sino por encima. Y podrás  afirmar como San Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Oración:
PADRE eterno:
Alabo en esta hora Tu santo nombre, y te doy gracias por ser Tu hijo por medio del sacrificio de Tu amado Hijo JESÚS. Mi felicidad es servirte y ser parte de Tu plan de redención para este mundo, que yo no desmaye en cumplir con mi misión histórica de proclamar Tu salvación a los que Tú pongas en mi camino. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
La verdadera felicidad no es contentarnos por lo que hemos logrado, sino por lo que JESÚS ha logrado en nosotros.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?