ME CAE MUY BIEN EL EVANGELIO DE LUCAS. Me identifico con Lucas porque sus relatos tienen unas vivencias que me hacen partícipe de aquellos acontecimientos como si él fuera un periodista narrador de esos grandes acontecimientos, a dos mil años de existencia de sus escritos. Estar allí con este apreciado médico y compañero del Apóstol Pablo, en aquellos primeros esfuerzos por llevar el Mensaje de la Palabra: “Os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo”. La fecha es a mediados del primer siglo. Ciertamente, Lucas había investigado a testigos del Nacimiento, Muerte y Resurrección de JESÚS. Lucas, no es un judío por nacimiento, es un gentil como la mayoría nosotros y por lo tanto, llenos de gratitud por ser parte del Pueblo de DIOS.
En el pasaje devocional de hoy, Lucas 2:1-20, nos hace ese hermoso relato de la noche del Nacimiento de JESUCRISTO en Belén en donde María da a luz a su hijo primogénito y lo acuesta en un pesebre porque no hay alojamiento para José, María y su niño JESÚS. Aquel bebé, nace en un ambiente con frialdad de los corazones religiosos, aun de los más piadosos de su tiempo.
Ahora bien, desde que conocí a JESÚS como mi SALVADOR Y SEÑOR, me gusta repasar el hecho de Su Encarnación en comparación con la maravilla del universo que nos rodea. De hecho, la noche en la cual nació JESÚS, el cielo debió haber vestido su mejor ropaje azul de este planeta tierra, quizás el más hermoso de la Vía Láctea, nuestra galaxia, que en este universo infinito es apenas un pequeño rincón donde andamos flotando…
En efecto, los modernos estudios del cosmos nos hablan que hacemos vida nada más en nuestra galaxia, en compañía del “ejército de DIOS” -las estrellas y planetas- cito una página de internet: “El estudio más exhaustivo hasta la fecha realizado mediante observaciones con telescopios y lentes gravitacionales estima que hay unos 160.000 millones de planetas en nuestra galaxia”…El domingo pasado nuestra iglesia le pregunté a un matemático y estudioso astrofísico que se congrega con nosotros sobre cuántas galaxias se han calculado en el universo:
—“Pastor se estima que en el universo observable hay entre 100 mil y 200 mil millones de galaxias.. Y ante mi asombro, Arturo Aparicio que es su nombre me dijo: —“¡Pastor y seguimos contando todavía!”…
Me maravilla, que nuestro amado DIOS, nos conoce y sabía de nosotros antes de que estuviéramos aquí como conoce a sus astros en el universo: ¡Por nuestros nombres!
(Salmo 147: 4,5, LBLA
En el tiempo de DIOS, Kairós. Aquella noche en que nació JESÚS, nació en es ese pesebre nada más y nada menos que el CREADOR de todo ese vastísimo universo:
(Colosenses 1:16,NTV).
Como se da el caso de que el pueblito en donde vivimos Cochrane, en la Provincia de Alberta en Canadá, podemos observar en estas noches decembrinas con mucha frecuencia en cualquier época del año, las nubes se separan y la luna llena se ve tan cerca que pareciera que pudiéramos agarrarla, ¡también en esas noches claras existe un espectáculo multicolor que se llaman las “auroras boreales”. …Cuando uno vive cerca del Polo Norte y puede ver a simple vista todo esto, exclama como el salmista, el rey David: “¡Oh, Señor, Señor nuestro, ¡cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!” (Salmo 8:9.LBLA).
Por ello, el Evangelio de Lucas, pone que esas buenas noticias vienen desde más allá del universo, un ángel y un coro de seres angelicales, no pudieron callar…La Biblia traducción viviente, nos dice:
Dios se complace».
(Lucas 2:14,NTV).
Sí desde ese “cielo más alto”… se nos trajo “nuevas de gran gozo”…¡JESÚS, vino desde el Cielo como Misionero, como el primer Evangelizador nos trajo: ¡Las buenas nuevas de salvación!¡Su Vida Eterna Zoé! Por ello, la Evangelización, la obra misionera y discipular, es la razón del ser y el hacer de los que hemos hecho Su Gran Comisión, nuestra misión histórica en esta tierra. De esta manera la celebración de la Navidad o Natividad del SEÑOR es una oportunidad extraordinaria de la celebración de la Navidad para proclamar que ese Niño de Belén, es la razón del Mensaje que DIOS nos ha dado: “Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea proclamando el evangelio de Dios, y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio”. (Marcos 1:14,15 LBLA).. ¡Hagamos que nuestra Patria Celestial que está más allá del universo! El SEÑOR JESÚS, reciba el honor, la honra y la gloria que desde nuestras iglesias e individuos que somos Sus hijos, le rendimos:
“Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén”. (Romanos 11:36,LBLA).
En estos días navideños las grandes tiendas aquí en Calgary, se visten de la mejor manera. Mientras grandes cantidades de personas llenan los pasillos y las tiendas, en estos grandes Centros Comerciales, ponen música navideña. Hace pocos días en uno de esos lugares oí el himno navideño, “Al mundo paz, nació Jesús”, compuesto por el inglés Isaac Watts (1674-1748). Este himno está basado en el Salmo 98: Una parte nos dice:
¡Al mundo paz, nació Jesús! Nació ya nuestro Rey:
El corazón ya tiene luz, y paz su santa grey.
Y paz su santa grey y paz su santa grey.
¡Al mundo paz el Salvador en tierra reinará!
Ya es feliz el pecador, Jesús perdón le da.
Jesús perdón le da, Jesús perdón le da.
(#76,HB, EMH, El Paso, Texas). 1978
Al escuchar aquel coro de algunas de las mega iglesias evangélicas por los parlantes, me pregunté ¿entenderán lo que cantan y lo que oyen? Sin embargo, todo cristiano nacido de nuevo. No solamente, lo entendemos: ¡Lo vivimos! Y, nuevamente las palabras del ángel lleno mi espíritu: “Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”. (Lucas 2:10,11, LBLA). ¡Cantémoslo y proclamemos ese Mensaje!
¡Adelante, siempre adelante!
¡Feliz Navidad con JESÚS en nuestros corazones!
Oración:
¡PADRE ETERNO! Gracias que en medio de este mundo que te ha dado la espalda, Tu Espíritu Santo, busca a cada persona para traerla a Ti. Nuestro responsabilidad es hablarle de la Encarnación de Tu HIJO JESÚS. ¡Ayúdanos y que podamos contar de ya tenemos Su Vida, Su Luz y Su paz! ¡Gloria y más gloria a Tu Santa Voluntad! ¡Amén!
Perla de hoy:
Mirar al Niño en el pesebre, sabiendo que Él, ya no está allí y que nuestro corazón es Su lugar permanente, produce un gozo infinito. ¡Aleluya!
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