jueves, 12 de diciembre de 2024

"Y EL VERBO SE HIZO HOMBRE" (2-2)

SELECCIONES
Perlas del Alma
Francisco Aular
VIERNES, 13 de diciembre de 2024
Lectura devocional Juan 1:1-18
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14 (NVI)

CON LA INTENCIÓN DE ACLARAR la verdadera razón de la celebración de la Navidad, cabe destacar muy por encima desde luego de tradiciones y fiestas, un tema de grandeza espiritual como lo es la Encarnación del HIJO, mediante Su Nacimiento Virginal.  Los discípulos del primer siglo entre ellos, Juan quienes anduvieron personalmente con JESÚS, nos relatan que DIOS hizo una obra maravillosa al enviar a Su HIJO unigénito para salvar a los pecadores, Juan el Evangelista nos afirma ya muy anciano, su admiración por el hecho de la divinidad de JESÚS como el hecho de Su nacimiento, vida, muerte y resurrección. 

 

Juan, anciano es testigo de primera mano, y se tranca la respiración por ese gozo que debió sentir cuando nos dice, entre muchas otras citas, la que hemos escogido para encabezar este escrito, vale repetirlo: “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad”. (Juan 1.14, NVI). ¡Gloria y más gloria! ¡Por ese REGALO de DIOS a nosotros que seguimos a JESÚS como nuestra pasión y triunfo!

 

Igualmente, tenemos en la Biblia dos textos que arrojan mucha luz, sobre la Encarnación de DIOS en JESÚS. Uno de ellos fue escrito por Juan el discípulo. Dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios… El segundo texto salió de la pluma del apóstol Pablo: “Cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley” (Gálatas 4:4 RV60).

 

No se puede decir en menos palabras en qué consiste el misterio de la Encarnación. El Verbo, la Palabra de DIOS, no abandona el seno del Padre, Su esencia divina lo impide, pero en el tiempo de DIOS vive personalmente en el mundo. DIOS se da a conocer a los seres humanos a través de la Palabra, del Verbo, Su HIJO. Y en la Palabra, en el Verbo, los seres humanos ven a DIOS a lo largo de treinta y tres años. ¡JESÚS, es el Centro del Plan de DIOS, en el cual todo le ha sido dado a Él como Heredero de Su casa! 

 

Y la Segunda Persona de la Trinidad al humanizarse, vivir, sufrir y morir, pagó el precio de nuestro Rescate. Ahora Él es el Regalo de la Vida Eterna “ZOÉ”, que hace posible hacernos miembros de la familia de DIOS: “Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento.” (Romanos 8:17 NTV).

 

Pues bien, en el relato que hice en la Perla de ayer,  al inicio de la araña, en aquella mañana, el animalito murió con su obra porque yo no pudo hacer nada por ella; pero nosotros no tenemos que morir en nuestros pecados, porque JESÚS, vino para llevarnos a DIOS, vino para darnos vida a través de Su muerte: “Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios. Sufrió la muerte física, pero volvió a la vida en el Espíritu.” (1 Pedro 3:18 NTV). 

 

De esta manera, en aquella noche en Belén, en un humilde establo, la Segunda Persona de la Trinidad, para decirlo literalmente en griego: “Puso su tienda de campaña entre nosotros”, y así: El VERBO, la PALABRA…, en Navidad: ¡se hizo hombre! ¡DIOS se hizo hombre es la señal divina de que el PADRE ETERNO, nos ama! ¡Gracias a Su amor DIOS llegó a nosotros! ¡Y nosotros cuando pedimos perdón por el pecado, y nuestro arrepentimiento por nuestros pecados, podemos llegar a DIOS! ¡Ahora debemos llenos de gozo dar gracias a DIOS porque nosotros mediante Su HIJO JESÚS,  tenemos Su Vida Eterna Zoé, en nosotros desde nuestro ahora y hasta la eternidad!  ¡Ahora sí podemos amar como DIOS amó! ¡Aleluya! Vale la pena repetir el versículo áureo de hoy: “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad”. Juan 1:14 (NVI).

 

¡Adelante, siempre adelante!

 

Oración:

PADRE ETERNO:

En estos días de Navidad, no quiero perderme la celebración llena de gratitud por Tu Encarnación, por poner Tu tienda de campaña al lado de la nuestra. Ayúdame a predicar el verdadero significado de estos días en tu propósito eterno. En el Nombre de JESÚS, amén.

Perla de hoy:

Navidad es tiempo de renovar nuestro amor por JESÚS, y celebrarlo para siempre.

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