EN OTRAS PERLAS DEL ALMA, he explicado que usted no podrá salvar su alma por celebrar un día como la Navidad; pero tampoco perderá su justificación por la fe en JESÚS, por celebrarla.
Por otra parte, debo decirle que en cualquier idioma, el significado original de cualquier palabra, símbolo o tradición se determina e investiga por su uso actual, no por el origen. Por ello, le respondo que la Navidad como la celebramos en la actualidad en nuestras iglesias y familias cristianas, no es pagana. La Navidad, es el recuerdo, es la proclamación y la celebración cristiana del Nacimiento de JESUCRISTO. Efectivamente: ¡JESÚS, es la CLAVE de la verdadera Navidad!
Siguiendo la idea: Los evangélicos creemos esencialmente que en JESUCRISTO, DIOS se hizo humano porque Él y sólo Él, es EMANUEL: “He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros”. (LBLA). “¡DIOS con nosotros!” ¡La Navidad es la celebración de ese magno acontecimiento que cambió la historia del ser humano para bien y no para mal!
La Natividad o Navidad del SEÑOR, es tan importante que unas 300 profecías del Antiguo Testamento convergen en JESÚS! Sí, el nacimiento del Salvador fue relevante como fue también, Su Vida extraordinaria. Su muerte y Su resurrección y ahora CRISTO es el SEÑOR!
Cuando usted enemigo de la Navidad, dice que la Biblia no habla de la Navidad, disculpe eso es una falacia.. Ahora bien, sí señala el hecho y dos de los cuatro evangelios, relatan el Nacimiento de JESUCRISTO, y sus implicaciones para el judío en Mateo y para los gentiles en Lucas. El tercer evangelio que se anticipa al hecho de la Natividad del SEÑOR, el Evangelio de Juan lo va a ubicar en la eternidad pasada al decir:
—“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1)…tambien dice: Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14)…
Desde luego me quedo corto al nombrar todas las implicaciones del nacimiento de JESÚS, pero una pregunta cabe aquí: ¿Qué hubiera sido de la humanidad sin la Encarnación de JESÚS? ¡Nos hubiéramos quedado sin nada que decir y decirnos a nosotros, estaríamos perdidos como el viejo Adán, desechados del Paraíso para siempre! ¡Viviríamos sin fe, sin esperanza y amor, llenos de temores frente a la muerte! Por eso me uno al representante de las huestes del Cielo, cuando dijo: “Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”.
—Lucas 2:10,11(LBLA).
¡Esa Natividad del SEÑOR hay que celebrarla con amor y respeto!, y por eso lo digo otra vez, desde que conocí la salvación y ahora tengo Su Vida en mi vida: ¡Yo sí, celebro la Navidad con gozo del Espíritu Santo, en mi ser: espíritu alma y cuerpo!
¡Adelante, siempre adelante!
Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
De todos los goces del espíritu, nada se puede comparar con el hecho maravilloso de la Encarnación de Tu HIJO JESÚS. Nada se puede comparar con esa Natividad. Gracias por todos los dones que con Él nos diste, especialmente la Vida Eterna. Como ofrenda de gratitud te ofrezco mi vida para Tu servicio. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
No se tiene el verdadero significado de la Navidad si JESÚS, el Cumpleañero, no está en el corazón de los que celebramos.
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