JUICIO A LA DESOBEDIENCIA

Perlas del Alma

Francisco Aular

faular@hotmail.com

JUEVES, 22 de junio de 2023

Pasaje devocional Amós 2.4-5

JUICIO A LA DESOBEDIENCIA

Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres. 

‑Amós 24 (RV60)

 

La inmoralidad, la injusticia social y la idolatría hundieron tanto al reino de Israel en el norte como a Judá en el sur, en los días en que el profeta vivía. ¡El avance de los imperios Asirios y Babilónicos, hicieron que las profecías de todos los profetas, tantos mayores como los menores se cumplieran predictivamente, siglos después! 

 

En verdad uno se queda asombrado con la misericordia de DIOS y el uso de Su divina providencia a favor del ser humano: ¿Cómo es posible que un pueblo como el de Israel, con sus historias de los hechos divinos y sobre la misma tierra que fuera testigo de esos grandes milagros que hasta hoy nos asombran, fuera tan desobediente como los pueblos de las otras naciones?

 

Se puede apreciar que el mundo, el demonio y la carne se aprovechan de nuestra desobediencia para minar nuestra fortaleza espiritual. Desobediencia fue el motivo de la caída del primer Adán y también de nuestros tropiezos en la vida cristiana.

 

No debemos echar a un lado nada que la Palabra de DIOS aconseje, pero nuestro versículo de hoy es una alerta  que no debemos eludir por nada del mundo. Somos discípulos del SEÑOR JESUCRISTO y la obediencia fue Su estilo de vida. 

 

En verdad aquellos grandes hombres de DIOS que habían estado en aquella tierra, dos mil años antes de JESÚS seguían; esos seres humanos no llevarán mayores castigos temporales que nosotros que, vivimos a dos mil años que JESÚS, estuvo aquÍ; tanto para ellos como para nosotros las palabras de Amós, son actuales: “Porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres”.  

 

Nosotros, que por la gracia de DIOS, lo hemos aceptado y experimentado no podemos obrar de otra porque la gracia y la responsabilidad cristianas van juntas. Sin obediencia no hay salvación porque somos salvos porque obedecimos al SENOR en su mandato de arrepentirnos y confiar en él para vida eterna. Ahora ya salvos, hemos sido comisionados por él para que vayamos y hagamos discípulos que lo amen y lo obedezcan.

 

No podemos ser padres de familia desobedientes al SEÑOR porque engendraremos hijos desobedientes también al SEÑOR. Esta misma verdad se aplica en el terreno de nuestro ministerio cristiano. No podemos ser discípulos desobedientes porque engendraremos discípulos desobedientes también. 

 

Lo que nuestra generación nos vea ser y hacer, eso mismo serán y harán ellos. ¡El discipulado es contagioso! Solo discípulos santos engendrarán discípulos santos. 

 

Obedezcamos al SEÑOR en todo para que nos perdamos nuestro premio que él tiene listo para quienes lo aman y le obedecen.

 

¡Adelante, siempre adelante!

 

Oración:

PADRE ETERNO:

¡Aquí estoy SEÑOR, delante de Ti, aprendiendo a serte obediente a Tus mandamientos y guía que me das momento a momento. ¡Hazme sediento y hambriento de Ti en mi breve paso por aquí! ¡Sin obediencia a Ti, no podré ser y hacer discípulos según Tu voluntad! ¡En el nombre de JESÚS, amén!

Perla de hoy:

Oremos al SEÑOR y confesémosle toda nuestra desobediencia porque Él, es amplio en perdonar.