Este año, ya está muy cerca de nosotros la conmemoración de los acontecimientos finales de la vida, pasión y muerte de nuestro amado JESÚS. Martes y miércoles, les enviaré dos perlas diarias basadas en Isaías 53, en preparación para las meditaciones, sobre las Siete Palabras. ¡La visión del CRISTO crucificado por este pecador, sigue siendo mi pasión y triunfo!
Perlas del Alma
Francisco Aular
faular@hotmail.com
MARTES, 28 de marzo de 2023 (a.m)
Lectura devocional: Isaías 53:1-3
Fue despreciado y rechazado: hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo. Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada; fue despreciado, y no nos importó.
Isaías 53:3 (NTV)
Isaías 53
Francisco Aular
I
El SEÑOR desnudó su brazo
ante todas las naciones,
toda la tierra vio Sus dones
y al pecador hecho pedazos.
DIOS lo estrecha entre Sus brazos
la salvación del SEÑOR ha llegado
y con Su sangre preciosa ha comprado,
y el pecador para siempre agradecido,
ya no anda en el dolor perdido…
Sino que sirve a Quien lo ha salvado.
Sin el nacimiento de JESÚS, no hubiera muerto en la cruz y tampoco celebraríamos Su resurrección. A mi parecer, todos los actos salvíficos de JESÚS a favor del ser humano están allí, para celebrarlos o ignorarlos. Pero ser indiferentes a ellos, no es una opción para los nacidos de nuevo.
Hoy consultamos de nuevo ese maravilloso plan de DIOS revelado en Isaías 53. El nombre del profeta tiene un significado en hebreo que forma tan explícita que también encierra el significado del libro que lleva su nombre: “Salvación de Jehová”. Agustín de Hipona, llamaba Isaías el quinto Evangelio y otros comentaristas bíblicos han llamado al libro: “la Biblia en miniatura”. Isaías es un libro en que los que amamos las profecías específicas, nos damos un deleite al consultarlo.
En efecto, allí encontramos las profecías predictivas en un porcentaje de más de cincuenta por ciento de su contenido. Del mismo modo, encontramos esa descripción que el profeta nos da del SIERVO SUFRIENTE, -setecientos años antes de CRISTO-, y desde luego, en Él se encarnan en modo sorprendente, en la vida pasión, muerte y Resurrección de, El MESÍAS. Por esta razón que a pocos días del llamado Viernes Santo, le daremos un vistazo a Isaías 53 con cuatro Perlas del Alma que le dedicaremos.
Permítanme ahora que les presente, al profeta Isaías y su maravilloso capítulo 53 de su famoso libro y encontrarnos con el MESÍAS. Se puede señalar no como el pueblo lo esperaba, -un general victorioso al estilo de Alejandro Magno para librar a los judíos de todos sus sufrimientos-. Al contrario, vino como el SIERVO SUFRIENTE. En consecuencia, El MESÍAS vino a morir en persona y en nuestro lugar por los pecados tanto de los judíos, y también por los que estábamos alejados, perdidos y sin esperanza en el pueblo gentil.
¡Es tan importante este capítulo 53 que el médico historiador Lucas, lo reseña en el libro de los Hechos de los Apóstoles! Al relatarnos la historia de cómo el Espíritu Santo, llevó al desierto para predicarle el Evangelio del reino de DIOS, a un menospreciado eunuco, y lo cuenta así:
“Felipe se acercó corriendo y oyó que el hombre leía al profeta Isaías. Felipe le preguntó:
—¿Entiendes lo que estás leyendo?
El hombre contestó:
—¿Y cómo puedo entenderlo, a menos que alguien me explique?
Y le rogó a Felipe que subiera al carruaje y se sentara junto a él.
El pasaje de la Escritura que leía era el siguiente:
“Como oveja fue llevado al matadero.
Y, como cordero en silencio ante sus trasquiladores,
no abrió su boca.
Fue humillado y no le hicieron justicia.
¿Quién puede hablar de sus descendientes?
Pues su vida fue quitada de la tierra”.
(Hechos 8:30-33, NTV).
En tiempos recientes, Hollywood nos presenta un JESÚS al estilo de los pintores de la Edad Media. En cambio, el profeta nos dice:
“Mi siervo creció en la presencia del Señor como un tierno brote verde, como raíz en tierra seca.
No había nada hermoso ni majestuoso en su aspecto,
nada que nos atrajera hacia él”.
(Isaías 53:2, NTV).
Cuando llegué a la iglesia hace 60 años,… no vine buscando riquezas, tampoco la idea que estaría por encima de cualquier problema. Venía a congregarme con mi familia espiritual. Mi corta vida religiosa tradicional, me había enseñado la existencia de JESÚS, nacimiento, muerte y resurrección, era como ver en el espejo de un río nada más.
El encuentro con el Evangelio de San Juan, me llevó a conocerlo en manera personal. ¡Ya no veo a JESÚS por el espejo de la religión, sino por mi relación personal con el SIERVO SUFRIENTE! Puedo exclamar como el Apóstol:
“En cuanto a mí, que nunca me jacte de otra cosa que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Debido a esa cruz, mi interés por este mundo fue crucificado y el interés del mundo por mí también ha muerto”. (Gálatas 6:14, NTV). ¡Predicar al CRISTO CRUCIFICADO es el Mensaje que me mantiene en pie, siendo un humilde siervo del SIERVO SUFRIENTE, ayer, hoy y siempre!
¡Adelante siempre adelante
Oración:
PADRE DEL SIERVO SUFRIENTE:
Gracias, PADRE por haberme traído desde hace 60 años a tu iglesia para entrenarme en tus caminos y aprender a servirle a mi prójimo con todo gozo y entusiasmo. Ayúdame a servir como tú lo harías. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
CRISTO estaba en la Cruz del Calvario como el puente divino entre el DIOS SANTO, y nosotros los pecadores. Pongamos en Él, nuestra fe, confianza para ir al PADRE.
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