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MARTES, 20 de septiembre de 2022
Lectura devocional: Romanos 10:13-21
LA BIBLIA Y LA ORACIÓN
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Romanos 10:17 (RV60)
“Cualquier día de estos, algún alma sencilla tomará el Libro de Dios y lo leerá, y lo creerá. Los demás nos quedaremos avergonzados. Hemos adoptado la teoría conveniente de que la Biblia es un libro que ha de ser explicado; pero primero y por encima de todo, es un libro que ha de ser creído (y después de eso, ha de ser obedecido)”.
Leonard Ravenhill
“Sólo hay tres clases de personas en el mundo de hoy. Los que tienen miedo, los que no saben lo suficiente como para tener miedo, y los que conocen la Biblia”.
-Anónimo.
“—SEÑOR vengo delante de ti por sabiduría espiritual, y recuerda que me lo prometiste en tu Palabra”. Oró el nuevo creyente, Jesús Bolívar de Maracay –entonces mi compañero de viaje- explorando lugares en Venezuela para plantar iglesias, a través de la Marcha Evangelizadora. Tenía cintas de papel en su casa, con las peticiones hechas por él, generalmente de los hermanos de la fe, y las respuestas recibidas del SEÑOR.
Dick Eastman, el autor del libro: “La hora que cambia el mundo” dice:
“Nuestro tiempo de oración, no importa cuán intenso sea, nunca está verdaderamente completo sin el alimento divino que solo se halla en la Palabra de Dios. En efecto, la Palabra de Dios es el verdadero libro de oración del cristiano. Es nuestra guía y fundamento para toda oración eficaz. Descuidar la Palabra de Dios es descuidar el poder de Dios. Lehman Strauss agrega: “Cuando descuidamos la lectura diaria, sosegada y meditativa de la Palabra de Dios, bloqueamos la línea vital de comunicación procedente del trono de la gracia de Dios. Nuestra permanencia en Cristo por medio de la Palabra es un proceso vital que nunca debe cesar”.
Podemos afirmar que una Biblia abierta delante de nosotros para leer versículos, en caso de que no los sabemos de memoria, es un precioso recurso espiritual. Porque es DIOS mismo hablándonos y nosotros hablándole en oración, porque al final, la oración como ya hemos visto no es un monólogo, sino un diálogo con DIOS.
Eastman, también sugiere un sencillo plan de tres pasos para tener una oración saturada de Biblia:
En primer lugar, lea o escuche un pasaje de la Palabra de DIOS. Un ejemplo de ello, Perlas del Alma, incluye una lectura devocional, usualmente recoge el contexto del versículo en que se basa, la meditación. Advertimos el peligro por decirlo en alguna forma, que nos distraigamos, recuerde usted no está haciendo un estudio bíblico, sino recogiendo las promesas y el poder de la Palabra de DIOS durante la oración.
Segundo, cuando usted está citando delante de DIOS, Su Palabra, hágase en la quietud del momento algunas preguntas como éstas: ¿Que me dices SEÑOR? ¿Me impulsas este versículo a orar por algo específico? ¿Cómo puedo aplicar este pasaje directamente a mi petición? ¿Es posible usar algunas de las palabras de este pasaje bíblico, al pie de la letra, mientras oro? Justamente, siempre en nuestras meditaciones de Perlas del Alma, incluyo, un espacio que llamo “Interacción”, puede usarlo en este momento.
Tercero, en esos momentos de la oración saturada de Biblia, forme una oración personal para llevarla consigo, durante su jornada de trabajo diario, enriquecida con la promesa de DIOS, en su tiempo devocional. Desde luego, enriquezca su tiempo devocional, con los Salmos, Proverbios, los Evangelios y las Cartas apostólicas. En verdad, recuerde que:
“Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras”. (Romanos 8:26, NTV)
¡Pongámonos en marcha con este cuarto paso: La oración saturada de Biblia.
1. Cuando usted incluye la Escritura en su hora devocional, pídale a DIOS que bendiga Su Palabra, mientras usted se “la come y bebe” espiritualmente.
2. En preparación para este cuarto paso, previamente prepara un ambiente y horario propicios para su Encuentro con el SEÑOR. Busque con cuidado maneras específicas de aplicación de esta Escritura en su momento de oración.
3. Desarrolle sus oraciones basadas en la Palabra de DIOS, con frases o versículos completos y diga: “Tú me dices en tu Palabra hoy…”
¡Buen provecho en el “banquetazo” espiritual!
¡Ponte en marcha, porque aprendemos a orar, orando!
¡Feliz domingo, día de la resurrección del SEÑOR!
¡Adelante, siempre adelante!
La oración
Francisco Aular
La oración, amigos,
es comenzar con la alabanza.
Es hallar dentro de nosotros mismos
un acto de sumisión del alma.
Es ponerse de acuerdo con Dios
en un trato de admisión declarada.
Es sumergirse en las promesas de la Biblia
hasta que esté nuestra vida saturada.
Es velar contra el enemigo
que intenta destruir nuestra eficacia.
Es interceder por otros, nombre por nombre
hasta que Dios derrame de su gracia.
Es pedir por nosotros mismos y disfrutar
su vida en abundancia.
Es concentrarse en la fidelidad de Dios
y rendirle acción de gracias.
Es elevar cánticos espirituales
y destruir las emboscadas.
Es meditar profundamente en la conversación
del corazón y la Palabra.
Es encontrar el derrotero diario
y del Espíritu Santo, la llamada.
Es concluir como empezamos, porque con
la alabanza está sellada.
(Francisco Aular, Primicias del Alma, Ed.Kerigma, Canadá, pág.65)1998
¡Adelante, siempre adelante!
Perla de hoy:
La oración saturada de Biblia es la clave que abre la puerta de nuestro corazón a DIOS y a la oración eficaz.
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