SALUTACIÓN
DOMINGO 11 de septiembre de 2022
Francisco Aular
“Edificaré mi iglesia; y las puertas
del Hades no prevalecerán contra
ella” (Mateo 16:18, RV60).
IGLESIA DE CRISTO
I
Iglesia de Cristo, reanima tu amor,
y espera velando a tu augusto Señor;
Jesús, el Esposo, vestido de honor,
viniendo se anuncia con fuerte clamor.
II
Si falta en algunos el santo fervor,
la fe sea de todos el despertador.
Velad, compañeros, velad sin temor,
que está con nosotros el Consolador.
III
Quien sigue la senda del vil pecador,
se entrega en los brazos de un sueño traidor;
Mas para los siervos del buen Salvador,
velar esperando es su anhelo mejor.
(Iglesia de Cristo, Charles Wesley, ENHP #122, CBP).1955
Cuando usted dice, por ejemplo: “Voy a la iglesia de Francisco Aular…” de entrada nada más, no está hablando bien, porque la Iglesia es del SEÑOR JESÚS, y no de ningún ser humano, junta misionera o denominación.
Sin duda que, como metáfora funciona. ¡La iglesia es gente, y no los templos o lugares en donde la iglesia se reúne!, y esa gente ahora es la imagen perfecta del reino de DIOS en esta tierra. ¡La Iglesia del SEÑOR es el milagro más grande y permanente de DIOS en el planeta! La Iglesia del SEÑOR tiene dos maneras de expresarse: Iglesia como Cuerpo de CRISTO el cual incluye a todos los redimidos de todos los tiempos, creyentes de cada tribu y lengua, pueblo y nación; y también las iglesias locales, agencias del Reino de DIOS que se plantan en todo el mundo las cuales son congregaciones autónomas, y con un liderazgo y membresía que dan evidencias de transformación espiritual. Seguimos el modelo del Nuevo Testamento, pero la Biblia completa es nuestra norma de fe y conducta.
Entendemos que este es el maravilloso Plan de DIOS para nosotros los seres humanos, según el Apóstol Pablo:
“Según nos escogió en él
antes de la fundación del
mundo, para que fuésemos
santos y sin mancha delante
de él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados
hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad.”
(Efesios 1:4, 5, RV60).
En efecto, “santos y sin manchas” por el poder del Espíritu Santo. La iglesia es gente que proviene tanto de judíos como de gentiles, de ambos pueblos, DIOS los hizo uno. Por esa razón cuando vine a la iglesia que se reunía en la Misión Bautista Emanuel de Caracas, Venezuela, en agosto de 1963, mi inolvidable pastor el misionero estadounidense Carlos B. Clark, después de su predicación, me vio pasar al frente diciendo con esa acción que quería unirme al pueblo de DIOS. Aquel siervo de DIOS, no me pidió ninguna identidad más que la filiación por fe, y por ello, recuerdo sus palabras: “¡Francisco, bienvenido a la familia de Dios!” Esa misma verdad la he hecho propia siguiendo la Palabra de DIOS, por 59 años de vida en CRISTO:
” Así que ahora ustedes,
los gentiles, ya no son unos
desconocidos ni extranjeros.
Son ciudadanos junto con
todo el pueblo santo de Dios.
Son miembros de la familia
de Dios.” (Efesios 2:19, NTV).
La Iglesia es tan importante para el SEÑOR que Él mismo bajó del cielo para fundarla y vendrá al inicio de la gran tribulación para llevársela con Él, es tan importante para DIOS que no existe el cielo sin la presencia de Su Iglesia, allí. Cuando usted nace de nuevo por la Palabra de DIOS y el Espíritu Santo, se traza una línea infinita e inmortal y usted llega a ser miembro de la familia de DIOS, está unión con CRISTO es tan inseparable que:
“…las puertas del Hades
no prevalecerán contra ella”.
En virtud de ello cada creyente, posee la Vida Zoé, es decir al mismo JESÚS, viviendo en nosotros. Él mismo lo enfatizó:
“Le dijo JESÚS: Yo soy la
resurrección y la vida; el que
cree en mí, aunque esté muerto,
vivirá”.
(Juan 11:20, RV60).
La importancia de una iglesia local va más allá de las cosas materiales como edificio, campanario y ritos. Debemos amar a la Iglesia (gente como tú y como yo, cristianos en construcción hacia lo que debemos ser en CRISTO), como base fundamental de nuestro andar en Sus caminos, pues, ¡JESÚS amó y ama y amará a su Iglesia a través de los siglos! Como Él la amó, yo la amaré también, justamente el matrimonio entre un hombre y una mujer Cristianos, se eleva al compararlo con el amor del SEÑOR a Su Iglesia.
“Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo
amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella.”
(Efesios 5:25, RV60).
Como discípulos de JESÚS, hoy nos corresponde, vivir en esta tierra como seres humanos, debemos dar nuestra contribución a esforzarnos para dar nuestro aporte para mejorar las condiciones de un mundo sin DIOS; nuestra esperanza viva y nuestra mirada es saber que ni las puertas de la misma muerte, detendrán a la Iglesia del SEÑOR, y por eso: ¡JESÚS es nuestra pasión y triunfo!
“Y a Aquel que es poderoso para
hacer las cosas mucho más
abundantemente de lo que
pedimos o entendemos, según
el poder que actúa en nosotros,
a él sea gloria en la iglesia en
Cristo Jesús por todas las edades,
por los siglos de los siglos.”
Amén. (Efesios 3:20,21 RV60).
¡Feliz domingo del SEÑOR para todos en todas partes!
¡Adelante, siempre adelante!
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