Francisco Aular
Lectura devocional: Proverbios 24:10-12
Libra a los que son llevados a la muerte;
salva a los que están en peligro de muerte.
Proverbios 24:11 (RV60)
¡Vamos por ellos! “Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, Y dará al hombre según sus obras.”(v.12) El asunto trascendental en la vida cristiana es ¿Cómo tener una pasión tan grande por JESÚS, como Él la tiene por los pecadores que no le han conocido? Si lo amamos a Él, tenemos que amar a lo que Él ama y repudiar lo que Él repudia. Tenemos que ir por ellos, porque esto fue lo que trajo a JESÚS desde el cielo.
El apóstol, nos deja sin comentarios y sin excusas cuando dijo: “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡Ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 9:16 RV60) ¿Qué estimuló a Pablo a emprender una labor misionera que todavía nos deja corto a nosotros, después de 20 siglos?: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20).
¡Vamos por ellos! Frente al desafío de ir por ellos, no valen excusas: “Ciertamente no lo supimos” Toda la Biblia está llena del mandato de ir y llevar el Mensaje de Salvación, y además para darnos el poder de realizar la obra evangelizadora, vino el Espíritu Santo: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8) ¡Dios nos envía, nos da Su poder y espera que vayamos! Él no puede ser engañado: “Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones”… En aquel día final, cuando todos los salvados comparezcamos delante del Tribunal de Cristo, habrá premios o galardones, las cinco coronas prometidas, una de ella la de gozo es por haber sido evangelizador (Filipenses 4:1); pero también, habrá reproches: “Y dará al hombre según sus obras”.
¡Vamos por ellos! Es uno de los lemas de un evento que durante 43 años años, hemos celebrado en Venezuela, y en otros países. ¡Estábamos haciendo planes para ir con los hermanos venezolanos, este año 2020; pero llegó el Covid-19! ¡Cerradas las fronteras y los medios de transporte! ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo lo enfrentamos y no frenar los tres movimientos de nuestra estrategia evangelistico-misionera: oración, evangelización y discipulado? Entendemos que el virus ha dejado hambre de DIOS, tal vez, como nunca habíamos visto.
Nos parece escuchar a JESÚS, cuando le dijo a Sus discípulos: “Dadles vosotros de comer”. (Mateo 14:16,RV60). Así que en obediencia al Señor. Solo el PADRE tiene control de Su tiempo… pero el reloj de los tiempos humanos parece estar marcando las horas finales del mundo como lo hemos conocido. ¡El Reino de DIOS se establecerá muy pronto…Me parece que los cascos de los caballos de los cuatro jinetes del Apocalipsis!, ya empiezan a oírse, muy cerca de nosotros… ¡El tiempo para alcanzar las multitudes hambrientas de DIOS, es ahora. Porque el Rey ya viene… Por favor, urgente, ¡regálenos sus oraciones! ¡Vamos por ellos!
¡Vamos por ellos! Primero déjame recordar las palabras del marchista Alberto Mata, en la clausura de la Primera Marcha Evangelizadora, en el templo de la Iglesia Bautista Central de Caracas, el 10 de septiembre de 1977: “¡Esta Marcha comenzó en Barquisimeto pero no se detendrá nunca!” Así ha sido. DIOS ha utilizado a los marchistas venezolanos para hacer una gran obra para Su honra y gloria, primero en Venezuela y ahora globalmente. Por eso, viendo las multitudes hambrientas que andan buscando: “¡un credo para creer, una canción que cantar y una bandera para alzar!”… ¡Pongámonos en Marcha! Oremos al SEÑOR con clamor, lágrimas, fe, humillémonos según 2 Crónicas 7:14. Pidamos con fe y DIOS hará, digamos ¡PADRE, hazlo otra vez!... ¡Tú estás con nosotros como los has prometido, somos tus misioneros de tu Gran Comisión para esta parte del siglo XXI!... SEÑOR: ¡Vamos por ellos!
Oración:
PADRE ETERNO:
Los momentos que estamos viviendo como humanidad son complicados en gran manera. Nos alienta saber que estás en control de todo. SEÑOR, ¡Vamos por ellos! Porque Tú nos garantizas Tu compañía. ¡En obediencia vamos! En el nombre de JESÚS. ¡Amén!
Perla de hoy:
Este es el momento para el cual nos has dejado en este mundo, no tenemos tiempo que perder: ¡Vamos por ellos!
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