miércoles, 7 de octubre de 2020

El precio de la gracia

perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: 2 Corintios 6:1-13   


Algunos piensan que la salvación es el resultado de sus esfuerzos humanos; otros piensan que la salvación es el esfuerzo de DIOS y el ser humano; otros con la Biblia abierta concluimos que, la salvación es el don gratuito que DIOS da a las personas para que puedan alcanzar la gloria:

Porque por gracia ustedes han sido 

salvados mediante la fe; esto no procede 

de ustedes, sino que es el regalo de Dios, 

no por obras, para que nadie se jacte”. 

(Efesios 2:8,9, NTV). ¡La gracia es que DIOS da el tesoro de la salvación a los que menos lo merecen -eso somos cada uno de nosotros!


En efecto, el precio que DIOS pagó para que la gracia fluyera hacia el ser humano pecador, fue altísimo: Al Padre le costó Su Hijo, y al Hijo le costó Su vida:
Porque tanto amó Dios al mundo, 
que dio a su Hijo unigénito, para 
que todo el que cree en él no 
se pierda, sino que tenga vida eterna. 
Dios no envió a su Hijo al mundo para 
condenar al mundo, sino para salvarlo 
por medio de él”. (Juan 3:16,17, NVI). 
De esta manera la salvación es gratis, pero no es barata.
 
Para el mártir contemporáneo Dietrich Bonhoeffer -víctima del gobierno de Hitler- dijo: “La palabra justificadora de la gracia de Dios nunca se desvía de su posición con palabra final; no se da simplemente como un resultado al que se ha llegado, que puede ubicarse tanto al principio como al fin. No es posible eximir el camino de lo penúltimo a lo último. La palabra sigue siendo irreversiblemente la última; pues de otra forma quedaría reducida a la calidad de lo calculable, una mercadería, y así perdería su carácter divino. La gracia sería mercancía barata. No sería un don.” 
 
En consecuencia, la gracia barata es el enemigo mortal de la iglesia. La gracia barata es la salvación sin el resultado de las vidas cambiadas. Gracia barata es la salvación que se obtiene sin el compromiso de ser un discípulo, dispuesto y disponible para JESÚS, todo el tiempo como SEÑOR de la vida. Gracia barata es la salvación sin la responsabilidad de una vida santa y apartada del mal. Gracia barata es la religión como doctrina, como principio o sistema humano, nos hace religiosos, pero no exige una vida centrada en DIOS, se queda nada más en el cristianismo institucional, frío y sin vida de ritos y rezos. En otras palabras, la gracia barata es la proclamación del universalismo del perdón sin requerir arrepentimiento individual y el apartarse del mal. La gracia barata es la gracia sin la cruz del discípulo, sin las demandas de la santidad subsecuente: “Busquen la paz con todos, y la santidad, 
sin la cual nadie verá al Señor. Asegúrense 
de que nadie deje de alcanzar la gracia 
de Dios; de que ninguna raíz amarga 
brote y cause dificultades y corrompa 
a muchos”. (Hebreos 12:14,15 NVI)
 
En cambio, la gracia costosa es el tesoro escondido, la perla de gran precio, por el cual el hombre va gozoso y vende todo lo que tiene. Es el llamado de JESÚS al verdadero discipulado:
“Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor 
a su padre y a su madre, a su esposa 
y a sus hijos, a sus hermanos y a sus 
hermanas, y aun a su propia vida, no 
puede ser mi discípulo el que no carga 
su cruz y me sigue, no puede 
ser mi discípulo.”. (Lucas 14:26,27, NVI). 
 
El Apóstol Pablo, lo explicó a través de su propia vida y llamamiento:
Pero de ninguna cosa hago caso, 
ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, 
con tal que acabe mi carrera con gozo, 
y el ministerio que recibí del Señor Jesús, 
para dar testimonio del evangelio de 
la gracia de Dios”. (Hechos 20:24, RV60).
 
No quisiera escribirlo, pero las circunstancias me obligan. ¡Nuestro mundo está en llamas como nunca! ¡Un virus nos ha hecho perder la cordura y la diplomacia! En efecto, los diplomáticos de ayer lucharon para que tuviéramos paz. Los de hoy andan atizando de un lado a otros a las naciones para la guerra. ¡El mundo está pidiendo a grito la gracia y nosotros los hijos de DIOS bendecido por gracia, no la damos! Lamentablemente, se nos está yendo el tiempo de la gracia. Las informaciones periodísticas y también las organizaciones que se ocupan de los cristianos que están siendo perseguidos por su fe en todo el mundo, nos dicen que 250 millones de hombres y mujeres comprometidos con su fe cristiana, están sufriendo por seguir a JESÚS. ¡Esto está ocurriendo delante de nosotros y mi silencio y el suyo son cómplices! Por lo menos, oremos. En este día y mientras hacemos este devocional juntos miles están muriendo, ellos como los mártires de todos los tiempos son emblemáticos del precio de la gracia.
Oración:
PADRE DE GRACIA:
Mi gratitud es eterna por haberme dado tu salvación. No tuve que hacer nada por ello, sino aceptar tus hechos salvíficos a mi favor, planeados antes de la creación del mundo. Te pido a que me ayudes a vivir agradecido por ello y servirte al precio que sea, en mi caso, no para ser salvo; sino porque soy salvo. En el nombre de JESÚS, amén.
La gratitud a JESÚS por Su gracia costosa no debe ser un incidente ocasional sino una actitud continua para vivir una vida santa.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra? 
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

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